La conducción, una actividad común en el día a día, puede tener distintos efectos en las personas. De hecho, en varias ocasiones transforma a la persona más amable, en el conductor más agresivo, a este fenómeno se lo conoce como ira de carretera.
Estudios realizados por instituciones estadounidenses como 'National Highway Traffic Safety Administration' y 'American Automobile Association' muestran estadísticas que afirman que:
- Aproximadamente el 60% de muertes en carretera son atribuidas a conducción agresiva.
- Más de la mitad de los conductores han sufrido agresiones en carretera por parte de otros usuarios.
Cabe destacar que, en Estados Unidos, donde es legal la posesión de armas, el 40% de los incidentes relacionados con ira de carretera involucran un arma de fuego.
De hecho, es en este lugar donde nace por primera vez el término ‘road rage’. La historia tiene lugar en Los Ángeles, California en el año 1980, donde se produjeron múltiples incidentes que involucraban disparos entre conductores por embotellamientos.
Es así que el término "rabia de carretera" hace referencia a un estado de alterado y agresivo de un conductor de automotor hacia otros usuarios de la vía. Ya sea con insultos, gestos vulgares o manejo peligroso.
El origen de la conducción agresiva
Diferentes factores pueden producir una conducción agresiva, entre estas: el estrés, preocupación o enojo por circunstancias externas.
Adicionalmente, situaciones externas como congestión vehicular, prisa, conducción distraída, errores de otros usuarios e impaciencia, también desencadenan en ira de carretera.
Pero ¿cómo afecta la furia en la carretera a su conducción? Esta situación expone al propio conductor, pasajeros y a otros usuarios a lesiones, colisiones y hasta muerte. Esto debido a que la furia afecta la capacidad de operar adecuadamente el vehículo.
Entre las acciones que provoca de conducción irascible están:
- Desobediencia de señales de tráfico
- Perder el control del automóvil
- Causar choques o siniestros viales
- Aceleración imprudente
- Atropellamiento de peatones y ciclistas
Características del conductor agresivo
Seguir de cerca a otro automóvil, bloquear intencionalmente el paso de otros carros, gritar o hacer gestos obscenos a otros, detener el vehículo y salir a enfrentar a otros, son principales signos de alarma ante un conductor violento.
Evite ser un conductor agresivo
Lo más importante es aprender a controlar emociones y reacciones al volante. Esto con el fin de mantener una conducción segura y responsable.
- Proveer con anticipación el tiempo adecuado para llegar a su destino sin retrasos.
- Si está pasando por situaciones emocionales fuertes, es importante aclarar la mente antes de conducir.
- Ser paciente y cortes con otros usuarios en la vía.
- Utilice la bocina solo cuando es necesario
- Tenga presente todas las leyes de tránsito.
- No malinterprete las acciones e intenciones de los demás.