El sistema de frenos es posiblemente una de las implementaciones de seguridad más importantes de los vehículos.
Esto se debe a que su función principal es detener el movimiento del auto según la guía del conductor.
Frenar puede parecer tan fácil como pisar el pedal correspondiente, pero existen factores a tomar en cuenta: hacerlo cuando el vehículo esté transitando en línea recta y sin vacilar.
Estos puntos son relevantes debido a que jamás se debe frenar bruscamente en curvas pronunciadas, puesto que quitaría estabilidad al auto.
Al frenar el conductor debe estar seguro para no causar inconvenientes en la carretera o siniestros viales.
Así nació el sistema de frenos actual
La idea de los frenos automotrices nació a finales de siglo XIX, con un sistema con cable de acero que era accionado a través del pedal. Este sistema detenía los vehículos al bloquear las llantas.
En estos años los autos solo poseían frenos traseros, puesto que existía la creencia de que si eran puestos en la parte delantera el vehículo podría volcarse.
El sistema evolucionó con el tiempo, y en 1902 llegaron los discos de tambor. Esta tecnología no tuvo éxito en el mercado debido a que en colinas o terrenos de tierra fallaba constantemente.
En el siglo XIX aparecieron los frenos hidráulicos, y a finales de los 50 aparecieron los primeros sistemas antibloqueo.
Para 1963, Mercedes Benz comenzó a instalar sistemas en serie con frenos de tres circuitos.
Mientras que, en 1966 Porsche estrenó un sistema de disco autoventilado ideal para las carreras debido a que disipaba mejor el calor.
Pero fue en 1985 que el sistema ABS tomó relevancia. Este evita que las ruedas del automotor se bloqueen, mantiene el control de dirección y conserva la adherencia del suelo.