Es un vehículo que para muchos puede convertirse en su “primera pick-up”. De ahí el enorme interés que genera la nueva Fiat Strada que se lanzó hace poco.
Hasta hace unos años, una pick-up accesible era sinónimo de algo rústico. Les ponían ciertos adornos para que parecieran menos “base”, pero no tenían. Las pick-up medianas hoy son naves espaciales. Aparecieron las pick-ups compactas: la Fiat Toro es buena y la Renault Duster Oroch es más rústica, pero de todas formas tiene sus fans.
En este contexto, el segmento de las pick-ups chicas parecía olvidado. Las Fiat Strada, Volkswagen Saveiro y Chevrolet Montana estuvieron años sin un recambio generacional.
Son productos que apuntan a quienes juntan sus ahorran para llegar a su primera camioneta. Son personas que necesitan lo siguiente: que gaste poco, que sea fácil de mantener, que sea confiable hasta la médula, que tenga lo necesario para viajar cómodo, que sea segura y que tenga caja para llevar cosas. Veamos si lo logra.
Un modelo bien logrado
Básicamente, Fiat tomó un Mobi y le puso un “estante” atrás. En general, estos inventos salen horribles en términos estéticos pero en el caso de esta Fiat funcionó muy bien.
Todos, absolutamente todos -tanto los que saben de autos como los que no les importa nada- la ven bien. Los más sabihondos, luego de observarla bien, tweminn viéndoles algunos pequeños “peros”. Fiat lo hizo perfecto: sobre la base de un vehículo básico como el Mobi creó un diseño que remite a una pick-up mucho más cara.
De trompa es agresiva y el detalle de la bandera italiana es cool. Las tiras de led de las ópticas le quedan perfecto. La parrilla dice “Fiat”, bien grandote (para “sentirse un poco Ram”) y reforzar su identidad. Tiene antinieblas abajo.
El lateral es básicamente un Mobi, hasta el parante trasero, donde le metieron una caja de carga. En la unión del guardabarro delantero y la puerta hay una “fake ventilation”, como si el pequeño 1.3 necesitara succionar más aire. El techo tiene barras portaequipaje y bajan uniéndose a la barra de San Antonio. La gran ventaja sobre la anterior Strada: ahora tiene cuatro puertas.
De atrás, el portón es muy alto. Tiene cámara y sensores en el paragolpes. No hay escalón, porque no lo necesita: subir a la caja es un placer, sin esfuerzo. La cajita de carga es excelente, anoten: muy profunda, toda revestida de serie con cobertor de plástico, trae lona marítima, tiene cuatro ganchos de amarre bien abajo y cuatro ganchos secundarios (en plástico) sobre la parte de arriba del guardabarros. Es decir: tiene de serie todo lo que tenés que pagar extra en pick-ups mucho más caras.
Fiat declara que el portón soporta 400 kilos de peso apoyados. Pero atención con el portón: cuando está abierto, la mueca que copia la forma de la óptica es filosa y raspa. Debería llevar un pequeño burletito de goma.
Conozca el modelo por dentro y por fuera:
La caja de carga, al ser profunda, acepta mucho volumen. Se pueden acomodar tres bicicletas. Teniendo en cuenta que es las chatas más pequeñas de la industria, la caja es excelente. Por si fuera poco: tiene luz e ilumina muy bien.
Por abajo, está mejor armada que arriba. La robustez de la vieja Strada está presente. Las parrillas de suspensión delanteras están sobredimensionadas y las rótulas vienen clavadas. Pero ya sabemos que se pueden igual comprar por separado y cambiar, no es necesario cambiar la parrilla completa.
Tiene protector de radiador y cárter de serie, de buen grosor. El eje trasero (bien grueso) tiene dos brutos topes de goma y la hoja del elástico es gruesa: está preparada para más kilos de lo que declara, me parece.
Lo único que quedó no quedó tan bien fue la llanta de emergencia. Lo bueno es que tiene el mismo tamaño que las cuatro lla titulares, no como la Toro, que tiene un auxilio de uso temporario. Veredicto: El diseño es subjetivo, pero en este caso me parece extraordinario. Dan ganas de comprarla. Entra por los ojos de una. No luce “pobre” y abajo está bien armada.
Tomado de: Autoblog.com.ar