Sábado, 27 de abril de 2024

La crisis también puede plantear oportunidades para las empresas

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

4 May 2020 - 0:01

producción

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

4 May 2020 - 0:01

Planta de producción de la empresa Terrafertil, el 22 de abril de 2020. - Foto: Ministerio de Producción/Twitter

Las oportunidades en el mercado durante la crisis no dependen del sector al que pertenecen las empresas, sino de la reinvención y transparencia de cada una.

La pandemia de coronavirus impactó los procesos de fusión o adquisición de empresas en el país. En algunos casos aceleró las transacciones, en otros las paralizó e incluso ha llevado a la apertura de negociaciones que parecían cerradas.

"Esto responde a que el comprador quiere afianzar la consolidación de la transacción, mientras que el vendedor no quiere que su activo pierda valor", explica César Tenorio, socio de Transacciones y Finanzas Corporativas de la multinacional de servicios profesionales Ernst & Young (EY).

Pero, la crisis también ha llevado a la paralización de algunas transacciones, especialmente de aquellas que estaban en una fase inicial. La incertidumbre hace que algunos ejecutivos prefieran pausar adquisiciones o fusiones hasta que haya claridad en la crisis.

"La expectativa al momento de ceder un activo es qué hacer con el dinero de la transacción, es decir analizar nuevas oportunidades, evaluar el mercado. Pero la situación actual no permite realizar proyectos futuros en ciertas industrias", sostiene Tenorio.

Mientras que algunas conversaciones que parecían cerradas antes de la crisis se retomarán por temas de liquidez, explica Roberto Anker, socio de la firma de asistencia financiera Proventus.

"La crisis es una oportunidad para que algunas empresas tomen una posición proactiva ante el mercado".

Roberto Anker, socio de Proventus

Pero, es justamente la falta de liquidez en la economía, que hace que durante la crisis no haya tantas fusiones o adquisiciones, sino que estas se reactiven cuando la economía se recupera.

En este nuevo escenario disruptivo, EY prevé que las empresas van reaccionar de tres formas:

  • Ahora: En respuesta a la crisis, las empresas se centran en la continuidad del negocio y la planificación de la crisis.
  • Después: Administrar un negocio restringido, liderado a través de la disrupción del mismo.
  • Más allá: Recuperación de los desafíos, construir una empresa resistente, reformulando el futuro y transformándose para tener éxito.

Nuevas oportunidades

La reactivación de las fusiones o las adquisiciones después de la crisis significa que "inversionistas más audaces o ambiciosos podrán adquirir activos que les permitirán que su recuperación se acelere", sostiene Tenorio.

Esto quiere decir que por la pandemia las empresa se clasificarán en dos: aquellas que están fortaleciéndose y afianzándose en la mente de los consumidores, como las firmas de comercio electrónico o consumo masivo, y las que han quedado rezagadas por las condiciones de la emergencia.

Eventualmente si las segundas quieren tener una recuperación acelerada tendrán que adquirir o fusionarse con las primeras, sostienen los dos expertos.

"La crisis es un tablero de oportunidades. La pandemia no dejará ganadores, pero sí habrá empresas que perderán menos, porque vieron la oportunidad".

César Tenorio, socio de Ernst & Young

Y las inversiones futuras serán tanto de actores locales como extranjeros. "Hay fondos de capital privado que van a estar abiertos a analizar opciones de inversión", dice Anker.

Negocios atractivos

Las oportunidades no dependen del sector de las compañías, sino de su reinvención, y para eso las empresas deben crear valor, según EY.

En esto coincide Anker, quien sostiene que "este es un momento en que se dan oportunidades para repensar los modelos de negocio y salir más fuertes".

Ejemplo de esto son las aerolíneas de pasajeros que han cambiado su mentalidad y ahora se han convertido en empresas de carga.

La transparencia en el manejo operativo también es buen indicador para los inversionistas.

"Cuando una compañía es muy organizada a nivel cultural y de sus accionistas permite fácilmente que haya un apetito interesante de inversores. Mientras que una empresa que no tiene estructura o lineamientos claros, por más que pueda generar ventas significativas, puede no ser de interés, porque implica más esfuerzos", sostiene Tenorio.

Después de la crisis es normal que hayan menos empresas por el cierre de algunos negocios, y la fusión o adquisición de otros, pero a futuro se espera que el número de actores aumente.

"Que existan más participantes o empresas hace que haya distintas estrategias. Esto es positivo en una crisis porque hay varias respuestas, y aquellas reacciones que son exitosas pueden ser replicadas por las demás compañías, reduciendo el golpe", dice Tenorio.

¿Adquirir o fusionar?

Una vez que las empresas se han consolidado buscan seguir desarrollándose o llegar a nuevos segmentos, y eso se logra a través de crecimiento inorgánico.

¿Qué significa esto?

Al comienzo una empresa crece al obtener mercado, eso se denomina crecimiento orgánico. Una vez que la marca está posicionada y el tamaño del mercado ya está establecido, este tipo de crecimiento no puede seguir, ahí tiene lugar el crecimiento inorgánico. Este se logra adquiriendo otra empresa, porque se suma su mercado, explica Tenorio.

Mientras que las decisiones de fusión responden a otros factores. "Las empresa consideran esta operación cuando pueden haber sinergias interesantes que benefician a ambas partes", explica Anker.

Tenorio agrega que "este tipo de procesos puede ser complejo, por lo menos en economías como la ecuatoriana, a causa de factores como la apertura y la falta de cultura de negociaciones".

Una adquisición o fusión puede tardar cerca de 10 meses.

César Tenorio, socio de Ernst & Young

La adquisición o fusión de empresas no significa necesariamente disminución de personal.

"Si una empresa es exitosa, y resulta atractiva para un inversionista, quiere decir que el capital humano está haciendo las cosas bien", dice Tenorio, quien agrega que "en algunos casos se evaluarán ciertas estructuras corporativas para no duplicar costos".

Anker coincide en eso, y agrega que "por la crisis puede resultar mejor hacer una fusión que signifique la pérdida de un porcentaje de puestos de trabajo, a la totalidad de los mismos por el cierre de la empresa".