Si la deuda pública tuviera que ser pagada ahora mismo, a cada ecuatoriano le correspondería un valor de USD 3.524.
El Gobierno alcanzó la meta de reducción de la deuda pública antes de lo previsto.
Según la Ley para el Ordenamiento de las Finanzas Públicas, la deuda debía ser equivalente al 57% del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador para 2025, pero en 2022 ya está en un 56%.
Es decir, la deuda pública consolidada cerró en USD 63.731 millones el año pasado. Además, el peso de la deuda frente al PIB cayó 2,5 puntos porcentuales frente a 2021.
Si la deuda pública tuviera que ser pagada en este momento, a cada ecuatoriano le correspondería un valor de USD 3.524.
Dos factores inciden
Una de las razones por las que la relación deuda PIB ha bajado es que el PIB de Ecuador creció a un ritmo mayor que el endeudamiento, dice el exministro de Finanzas Fausto Ortiz.
El PIB pasó de USD 106.165 millones en 2021 a USD 113.783 millones en 2022. Esto significa un crecimiento de 7%.
Por otro lado, aunque la deuda pública creció, lo hizo a un ritmo menor: 2,4% en 2022.
El Gobierno ha controlado el ritmo de endeudamiento gracias a la reducción del déficit fiscal. Esta era una de las metas del programa de crédito acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Un presupuesto tiene déficit cuando los gastos son superiores a los ingresos. Por eso los gobiernos con altos déficits se ven obligados a endeudarse para pagar los créditos ya vigentes y para cubrir el faltante de recursos.
Pero en Ecuador, el déficit se redujo de un 3,5% del PIB en 2021 a 2% en 2022.
La caída es el resultado de un recorte de gastos, entre ellos de la inversión en obra pública y en áreas como en insumos para el sector de la salud. Lo que trajo descontento social.
Pero el déficit también cayó porque entró en vigencia una reforma tributaria. Además, el precio del petróleo aumentó tras la invasión de Rusia a Ucrania, lo que significó más ingresos para el Presupuesto del Estado.
Perfil de la deuda mejoró
La tasa de interés promedio de la deuda pública de Ecuador fue de 4,12% anual en 2022, ligeramente inferior al 4,8% anual de 2021.
Esto se debe a que el 38% de la deuda está contratada con organismos multilaterales de crédito, que prestan a tasas de interés de 4% anual en promedio.
El costo del crédito para Ecuador se ha mantenido a la baja desde 2019, cuando estaba por encima de 6% anual.
A partir de ese año aumentó el financiamiento con organismos multilaterales y China dejó de ser el principal prestamista de Ecuador.
Y el presidente Guillermo Lasso ha dicho que quiere mantener esa tendencia. Por eso Ecuador se esforzó para cumplir las metas del programa de USD 6.500 millones con el FMI, que finalizó en diciembre de 2022.
La idea de tener buenas relaciones con el FMI es abrir las puertas para créditos de otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), según el ministro de Finanzas, Pablo Arosemena.
Son líneas de crédito claves en momentos en que Ecuador no tiene acceso al mercado de bonos debido a su alto riesgo país, explica Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal.
El riesgo país de Ecuador cerró en 1.859 puntos el 1 de marzo, lo que implicaría pagar una tasa de 22% para acceder a financiamiento si el país optara por la emisión de bonos de su deuda en el mercado internacional.
Hay que considerar que la deuda pública al cierre de 2022 no incluye los saldos de obligaciones con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), equivalentes a USD 8.900 millones, advierte Carrera.
Más presiones en 2025
Las siguientes meta previstas en la Ley para el Ordenamiento de las Finanzas Públicas para la relación deuda-PIB son:
- 45% del PIB en 2030.
- 40% del PIB en 2032.
Esto será difícil si los siguientes gobiernos enfrentan "presiones populistas para aumentar el gasto sin medida", dice el exviceministro de Economía José Gabriel Castillo.
Otro desafío es que a partir de 2025 Ecuador tendrá más presiones, pues ese año comienzan los primeros vencimientos de capital de la deuda externa en bonos, añade.
Además, el pago de capital del préstamo del FMI aumenta también desde 2025.
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