Lunes, 29 de abril de 2024

El 30% de los activos de empresas públicas en liquidación se ha vendido

Autor:

Wilmer Torres

Actualizada:

18 Mar 2021 - 0:04

El personal de las empresas en liquidación pasó de 6.174 a 900 funcionarios entre 2017 y 2021, según el presidente de EMCO, Hugo Orellana.

Mantenimiento programado a uno de los aviones de Tame, el pasado 19 de marzo de 2019.

Autor: Wilmer Torres

Actualizada:

18 Mar 2021 - 0:04

Mantenimiento programado a uno de los aviones de Tame, el pasado 19 de marzo de 2019. - Foto: Cortesía Tame en liquidación.

El personal de las empresas en liquidación pasó de 6.174 a 900 funcionarios entre 2017 y 2021, según el presidente de EMCO, Hugo Orellana.

El Gobierno de Lenín Moreno no logrará terminar con el proceso de liquidación formal de seis empresas públicas que arrastraban problemas financieros.

Esta tarea, ingrata, quedará para la próxima administración que asume el 24 de mayo, dice el presidente de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), Hugo Orellana.

Orellana afirma que una de las principales tareas del nuevo Gobierno será la venta de activos de las empresas en liquidación para cubrir sus pasivos. Las pérdidas ascienden a USD 429 millones.

El presidente de EMCO, Hugo Orellana, durante una entrevista con PRIMICIAS, el 16 de marzo de 2021.

El presidente de EMCO, Hugo Orellana, durante una entrevista con PRIMICIAS, el 16 de marzo de 2021. Cortesía EMCO.

¿Cómo va a recibir el próximo Gobierno las empresas públicas?

Haciendo un balance financiero, el actual Gobierno recibió 21 empresas públicas en 2017, y en mayo de 2021 entregará 12 empresas, entre ellas las dos que fueron escindidas: Comunicación del Ecuador y Servicios Postales del Ecuador.

Además, seis empresas continúan en liquidación.

Las 12 empresas tienen un balance positivo, con un patrimonio de USD 35.000 millones.

En 2017, cuando el Gobierno las recibió, estas empresas tenían un patrimonio de USD 33.000 millones.

Es importante decirlo porque las empresas públicas entraron en un proceso de eficiencia y decidimos reducir los pasivos en función de sus ingresos, con actividades de optimización de sus nóminas y mejorando la calidad del gasto.

Los pasivos se redujeron cerca de 32%, al pasar de USD 11.000 millones a USD 8.000 millones entre 2017 y 2021.

También hay que destacar que las empresas públicas estratégicas, como las eléctricas y las petroleras, no pararon de trabajar durante la pandemia.

Y ¿cómo están las empresas en proceso de liquidación?

Son seis empresas que están en liquidación y fue, realmente, una crónica de una muerte anunciada.

Eran empresas cuyos ingresos eran subvencionados en parte con recursos del Presupuesto General del Estado. Y en la pandemia pararon casi el 100% sus operaciones, como la aerolínea Tame y la empresa de Ferrocarriles Nacionales.

Además, no tenían recursos y no eran administradas correctamente. Como recibían dinero del Presupuesto no se preocuparon por tener estándares de eficiencia o calidad de gasto.

Sabían que al final del día, si tenían pérdidas, venía el Estado y las financiaba.

Las empresas que entraron en liquidación registraron pérdidas de USD 300 millones entre 2017 y 2021.

Pero las pérdidas fueron disminuyendo. Por ejemplo, en 2019, las empresas perdieron USD 80 millones, y para 2020, cuando arrancó el proceso de liquidación, las pérdidas se redujeron a USD 18 millones.

De no liquidarlas, las pérdidas hubiesen superado los USD 150 millones en 2020, debido al impacto de la pandemia de coronavirus.

¿Fue complicado el proceso de liquidación?

Han sido procesos complicados. Las empresas públicas acumularon varios problemas, como juicios laborales por falta de pago de liquidaciones desde hace seis años; así como problemas con predios que nunca se legalizaron a nombre de las empresas.

¿Pero esos procesos se complicaron a causa de liquidadores que no estaban preparados?

Es muy complicado, en el medio ecuatoriano, que haya un perfil con experiencia en liquidación de empresas públicas porque no todos los días ni en todos los gobiernos se liquidan empresas del Estado.

Lo que se buscó en el proceso es que las personas tuvieran experiencia en procesos de liquidación y que hubieran pasado por el sector público.

En realidad, los liquidadores no han sido un nudo crítico sino un apoyo.

¿Ya se pagó lo que se debía a los trabajadores de las empresas públicas en liquidación?

En el gobierno anterior, las empresas públicas crecieron de forma desmedida sin medir el tamaño o las necesidades sociales del país.

Cuando una empresa es demasiado grande, no produce ingresos y tampoco está cubriendo necesidades sociales, no es necesario tenerla.

Hubo un proceso de optimización del personal y nuestra prioridad son los derechos de los trabajadores, como el pago de las indemnizaciones y de las liquidaciones.

Entre 2017 y 2020, las empresas públicas en liquidación redujeron su personal de 6.174 personas a 900.

¿Está cubierta la totalidad de pagos a los extrabajadores?

Sí, totalmente. Están financiados los pagos por indemnizaciones y liquidaciones de los 3.957 trabajadores que estaban en las empresas públicas hasta junio de 2020, fecha en que se ordenó la liquidación.

Incluso, se liquidó a las personas que habían salido con anterioridad.

¿Qué pasará con las 900 personas que aún trabajan en las empresas en liquidación?

Todavía no se las puede indemnizar y liquidar porque el plazo para liquidar las empresas públicas no ha terminado.

El Gobierno tiene financiado el pago por derechos laborales para todos los trabajadores cuando finalice el plazo de liquidación.

Unos USD 7 millones se necesitan para pagar a estos trabajadores, recursos que ya están financiados.

¿El próximo Gobierno tendrá que seguir invirtiendo en el proceso de liquidación de las empresas públicas?

Las empresas tienen pasivos, entre ellas con el mismo Estado. Los pasivos ascienden a USD 429 millones y tienen que ser cubiertos con la venta de activos.

¿Se están vendiendo los activos?

Nos hemos encontrado con varios problemas. Uno de ellos, por ejemplo, es que un terreno que se debía vender no estaba a nombre de la empresa pública en liquidación. Y el registro de esos activos en los municipios toma su tiempo.

En cuanto a los activos no inmobiliarios, como las aeronaves de Tame, no ha sido fácil venderlos en medio de una crisis económica mundial.

De manera general, solo el 30% de los activos, considerados como enajenables, ha sido vendido.

Se les critica que están vendiendo activos a precios 'de gallina enferma', como por ejemplo Medios Públicos.

Medios Públicos generaba pérdidas porque ya no tenía la subvención del Gobierno en medio de la pandemia; no estaban bien administrados.

Entiendo que hay activos como la imprenta, que es una de las mejores de Latinoamérica. En su momento hacía los libros para el Ministerio de Educación.

Pero cuando se cambió la política pública de libros, la imprenta ya no imprimía los libros del Ministerio de Educación y pasó a operar al 10% de su capacidad.

¿Podrán vender todos los activos hasta el 24 de mayo?

Estamos haciendo todas las gestiones para tratar de dejar lo más saneadas posible las empresas en liquidación.

¿Por qué se creó Servicios Postales del Ecuador en reemplazo de Correos del Ecuador?

Correos del Ecuador ha tenido muchos nudos críticos en su administración, sin estándares de eficiencia y con pérdidas. Si bien la empresa está en proceso de liquidación, el servicio postal no dejó de operar.

Al momento de la liquidación, Correos del Ecuador tenía 890 funcionarios y, con la escisión, la nueva empresa tendrá alrededor de 230 personas cuando opere al 100% de su capacidad, en octubre de 2021.

¿Eran los ferrocarriles un mal negocio para el Estado?

El ferrocarril ha sido un ícono y duele perderlo. Pero Ferrocarriles del Ecuador era una empresa que no generaba ingresos y sus pasivos seguían subiendo.

Se decidió la liquidación de la empresa, pero sus activos, en su mayoría (80%), no se pueden venderse porque son patrimoniales.

Los activos de Ferrocarriles no están abandonados porque los trenes, por ejemplo, tienen que estar en mantenimiento para que las máquinas no se destruyan.

El Gobierno está analizando cuál es el modelo más idóneo para que siga funcionando la infraestructura ferroviaria, ya sea con una alianza público-privada o una alianza estratégica.

Los acercamientos de empresas privadas internacionales señalan que hay demanda de trenes para turismo, para carga y para transporte de pasajeros.

Y, ¿cuál es la situación de Tame?

La realidad de Tame es más complicada. ¿Cuál es el activo de la aerolínea? No son los aviones sino las rutas.

Y las rutas no son de Tame sino del Ministerio de Transporte.

Los aviones, por su depreciación y por sus horas de vuelo, van perdiendo valor.

Además, tres de los aviones a cargo de Tame eran arrendados y los otros ya cumplieron su vida útil.

Si mañana el Estado decide tener (una vez más) una aerolínea nacional no serán los aviones los que se vayan a necesitar, sino las rutas y eso está en poder del Estado.

Cuando las condiciones económicas cambien se podría reactivar una aerolínea de bandera nacional.

¿Qué falta en la fusión de Petroecuador con Petroamazonas?

La fusión ya está instrumentada y ya funciona una sola empresa petrolera.

Lo que falta es que dentro de la nueva empresa, Petroecuador debe aprobar algunos instrumentos para desarrollar toda la cadena de valor.

Falta que se aprueben los instrumentos para el plan de negocios y el plan estratégico.

Además, Petroecuador está contratando una consultoría para que levante toda la estructura y el estatuto orgánico que debe tener la empresa fusionada. En octubre sabremos cuál es el número de funcionarios que debería tener la empresa.

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