Los tributos y aranceles que pagan los vehículos elevan su precio en niveles que, en algunos casos, superan el 100% del valor con el que llega a puerto. El proceso de encarecimiento inicia el momento en que la empresa concesionaria hace la orden de compra al exterior cuando tiene que pagar el Impuesto a la Salida de Divisas.
La alta carga tributaria y arancelaria que pagan los vehículos en Ecuador encarece su precio en niveles que, en algunos casos, puede duplicar el valor con el que llega a puerto, sobre todo, en los vehículos de gama alta. Eso, los coloca entre los más caros de Latinoamérica, dice Genaro Baldeón, presidente de la Asociación de Industrias Automotrices del Ecuador (AEADE).
Las cifras son decidoras: un vehículo que entra a puerto a un costo de USD 20.000 se vende al público entre USD 40.000 y USD 45.000. El 91% de este valor corresponde a impuestos y aranceles y el 9% a costos y margen de operación de las casas comerciales, allí se incluyen los costos de transporte y seguro.
Otro ejemplo: un vehículo que entra a Ecuador a un costo de USD 40.000 se comercializa en alrededor de USD 100.000. Y este valor puede subir, dependiendo del equipamiento y tecnología.
Estos son los impuestos
-
Impuesto a la salida de divisas
El proceso que encarece el costo del vehículo comienza desde el momento en que la concesionaria realiza la orden al exterior: tiene que pagar el Impuesto a la Salida de Divisas.
-
Nacionalización
En aduana hay que nacionalizar el vehículo, para lo cual se debe pagar tributos al comercio exterior (aranceles) y otros impuestos pequeños por concepto de importación, entre ellos, el monto destinado al Fondo de Desarrollo para la Infancia (Fodinfa).
-
Tributos Internos
En este campo se incluyen el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
