Viernes, 03 de mayo de 2024

S&P cambia la calificación crediticia de Ecuador tras conflicto armado interno

Autor:

Evelyn Tapia

Actualizada:

11 Ene 2024 - 17:17

Tras la declaratoria de conflicto armado interno, S&P Global Ratings bajó la perspectiva de la calificación de Ecuador de estable a negativa.

Operativo militar en la vía a Daule, 10 de enero de 2024.

Autor: Evelyn Tapia

Actualizada:

11 Ene 2024 - 17:17

Operativo militar en la vía a Daule, 10 de enero de 2024. - Foto: API.

Tras la declaratoria de conflicto armado interno, S&P Global Ratings bajó la perspectiva de la calificación de Ecuador de estable a negativa.

La calificadora de riesgos estadounidense S&P Global Ratings mantuvo en B- la calificación crediticia de Ecuador, pero bajó la perspectiva de la calificación desde estable a negativa.

El cambio de perspectiva ocurre el 11 de enero de 2024, a dos días de que el presidente Daniel Noboa emitió un decreto para declarar en conflicto armado interno a Ecuador.

El cambio, según la calificadora, se debe a que el desempeño fiscal de Ecuador se ha deteriorado y la capacidad del Gobierno para implementar políticas correctivas probablemente se verá limitada por su corto mandato y por la necesidad de hacer frente a la crisis económica y a la creciente violencia

Entre los riesgos que menciona la calificadora para Ecuador están una amortización de deuda más sustancial por pagar entre 2025 y 2026, así como la incertidumbre sobre el acceso de Ecuador a los mercados de deuda de bonos internacionales, esto en un contexto de deterioro de la confianza de los inversores.

El 15 agosto de 2023, a pocos días de las elecciones presidenciales de primera vuelta, S&P Global Ratings anunció que había decidido mantener la perspectiva estable en la calificación de Ecuador.

Eso significaba que no preveía cambios en la calificación de riesgo de la deuda externa ecuatoriana.

Aunque la calificación para Ecuador sigue siendo B-, S&P podría rebajar la calificación en los próximos 12 meses, si hay un debilitamiento de la capacidad del Gobierno para evitar que crezcan más los desequilibrios fiscales, por encima de las expectativas, o si el apoyo de los acreedores multilaterales y bilaterales es más limitado de lo esperado.

El reporte de la calificadora menciona que existe al menos una posibilidad entre tres de que se produzca una rebaja de la calificación en los próximos 12 a 18 meses si el Gobierno no logra mejorar la situación y restablecer la confianza de los inversores.