Martes, 23 de abril de 2024

Los obstáculos y peripecias para destruir 103 toneladas de drogas

Autor:

Carolina Mella

Actualizada:

20 Oct 2022 - 5:28

La Embajada de Estados Unidos presta un camión y paga los viáticos del personal que traslada las drogas ilegales para su destrucción en Quito.

Durante el operativo "Sábado Santo" ejecutado por las unidades UIPA, CRAC y GEMA de la Policía Nacional, se decomisó 2.4 toneladas de droga. Guayaquil, 17 de abril del 2022.

Autor: Carolina Mella

Actualizada:

20 Oct 2022 - 5:28

Durante el operativo 'Sábado Santo' ejecutado por las unidades UIPA, CRAC y GEMA de la Policía Nacional, se decomisaron 2,4 toneladas de droga. Guayaquil, 17 de abril de 2022. - Foto: API/Policía Nacional

La Embajada de Estados Unidos presta un camión y paga los viáticos del personal que traslada las drogas ilegales para su destrucción en Quito.

En lo que va de 2022 se han incautado más de 156 toneladas de drogas ilícitas, una cifra que cambiará en cuestión de horas porque todos los días las autoridades capturan pequeñas o grandes cantidades de estupefacientes en Ecuador.

Las autoridades antinarcóticos han incautado un 11% más de drogas ilícitas en los primeros nueve meses de este año, frente a igual periodo de 2021.

El problema es que las capturas son más rápidas que el proceso de destrucción de estas sustancias, para que no regresen a las calles o caigan en manos de las mafias.

Hasta el momento, 92,7 toneladas de drogas han sido destruidas por la Policía Nacional, con fondos del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), "a través de un proyecto de la Policía para minimizar los riesgos en los centros de acopio", según Pablo Ramírez, director Nacional Antidrogas.

Pero todavía hay 103,3 toneladas de drogas en 31 centros de acopio en todo el país.

Las bodegas están colapsadas y representan un riesgo para la seguridad de los custodios por los intentos de robo de las drogas por parte de las bandas criminales.

Con camión prestado

La mayor cantidad de estupefacientes se incauta en los puertos de Guayas, una provincia donde las bodegas están al límite, con alrededor de 75 toneladas de cocaína, marihuana, pasta base y heroína.

Sin embargo, Guayas no cuenta con la infraestructura y los permisos para destruir esas drogas incautadas o lo que se conoce como 'gestor ambiental'.

"Como no tenemos un gestor ambiental en Guayaquil, el juez debe trasladarse a Quito, y no solo basta que el juez señale el día y hora de la destrucción, porque debe estar coordinada toda una logística de traslado", explica Fabiola Gallardo, presidenta de la Corte de Justicia de Guayas.

Algo que no se puede hacer de un día para otro, porque hace falta que por lo menos tres instituciones se pongan de acuerdo: la función Judicial, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional.

El depositario tiene que hacer un acta y verificar la droga que se va a destruir, después debe coordinar con el gestor ambiental en Pichincha para que esté todo listo, incluyendo el camión para trasladar la droga bajo custodia policial.

"Esto no es solo del juez. Se ha logrado coordinar con la Embajada de Estados Unidos que nos ayuda con el camión para el traslado de la droga", explica Gallardo. 

Además, la embajada estadounidense cubre los viáticos del traslado del personal judicial que debe estar presente en todo el proceso.

Dos métodos de destrucción

El único método para destruir las drogas era la incineración, que consiste en colocar las sustancias ilícitas en hornos, pero el proceso de destrucción de 10 toneladas bajo este método tarda entre dos y tres semanas.

Desde 2022, las autoridades también usan el método de encapsulación, que consiste en triturar la droga, mezclarla con agua y otros aditivos. 

La mezcla que resulta del proceso es arrojada en un vertedero de seguridad. Lo que queda es como "una losa dura, que garantiza la destrucción total de la sustancia, y su confinamiento definitivo bajo toneladas de hormigón", explica la Dirección Antidrogas.

"De tal forma que se neutralizan las sustancias y no pueden ser sustraídas de ninguna forma", añade Gallardo. Con este método se tarda máximo ocho horas en destruir los estupefacientes.

En los próximos días serán destruidas nueve toneladas de drogas, pero para lograrlo han hecho falta dos semanas para la coordinación entre instituciones.