Tras la destitución de la asambleísta Yeseña Guamaní, las bancadas comienzan las negociaciones para escoger a los dos nuevos vicepresidentes.
La salida de la segunda vicepresidenta de la Asamblea dejó dos vacantes muy preciadas. Y las negociaciones entre bancadas toman fuerza, pues ahora hay dos puestos para llenar y más facilidad para llegar a acuerdos.
La primera vicepresidencia está vacante desde hace más de un mes. Tras el ascenso de Virgilio Saquicela (independiente) a la presidencia de la Asamblea, ese cargo quedó vacío y las negociaciones para llenarlo han sido largas.
Tanto los llamados rebeldes de Pachakutik como el Partido Social Cristiano aspiran a ocupar las vicepresidencias. Pero la definición de un nombre para ocupar la primera vicepresidencia ha resultado complicada, por lo que los diálogos quedaron en el limbo.
Y el paro nacional, que estalló el 13 de junio y se extendió durante 18 días, hizo que las conversaciones quedaran suspendidas temporalmente.
El acuerdo tácito fue, entonces, retomarlas una vez que el Pleno de la Asamblea decidiera el futuro de su segunda vicepresidenta, Yeseña Guamaní, de la Izquierda Democrática (ID).
Ahora, una vez removida del cargo, hay dos vacantes por repartir y los asambleístas esperan poder llegar a consensos más fácilmente.
La expectativa es que los titulares de ambos cargos se definan ya la próxima semana. Mientras tanto, solamente Saquicela está a la cabeza de la Asamblea, en caso de ausencia puede ser reemplazado por los vocales del Consejo de la Administración Legislativa (CAL).
La clave está en la 'mayoría'
La definición de las dos nuevas vicepresidencias dependerá casi totalmente de la mayoría conformada para la remoción de la expresidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, que suma más de los 70 votos necesarios para designar autoridades.
Esta mayoría, integrada por UNES, el PSC, los rebeldes de Pachakutik y los rebeldes de la ID, se volvió a activar para la remoción de Guamaní.
Incluso lograron el apoyo de una parte de los independientes y de Pachakutik (PK), a pesar de que el jefe de bancada de PK, Salvador Quishpe, anunció que votarían en contra.
Y también dentro de esta mayoría se deberán definir los nombres para las dos vicepresidencias.
Por un lado, la definición está en el ala rebelde de PK, integrada por seis asambleístas, pero que logró más apoyos en los últimos días. El nombre que más ha sonado es el de Mireya Pazmiño, actual presidenta de la Comisión de Régimen Económico.
Sin embargo, su designación en una de las vicepresidencias haría que PK pierda el control de esa comisión, una de las más importantes de la Asamblea.
Otro nombre que ha salido es el de Peter Calo, uno de los asambleístas más cercanos al presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, Leonidas Iza.
Mientras que del lado del PSC aún no hay nombres. Aunque según la recientemente destituida Guamaní, quien estaría detrás del cargo es Luis Almeida.
El asambleísta Jorge Abedrabbo aseguró que el PSC debería obtener una de las dos vacantes, pues ellos no tienen una vocalía en el CAL. Y sostuvo que desde el viernes 15 de julio comenzarán las negociaciones para definir los nombres.
UNES no optará por este espacio. Jahaira Urresta aseguró que su prioridad está en otros temas, pero sí participarán en las conversaciones, pues sus votos son clave como parte de la mayoría.
Reconfiguración de fuerzas
Los cambios en las bancadas y los movimientos de las autoridades de la Asamblea han causado una reconfiguración en el CAL que, de momento, dejó sin espacio al 'ala blanda' de Pachakutik y a la ID.
Pachakutik perdió su espacio con la remoción de Llori y con la unión de Darwin Pereira al 'ala rebelde' de esta bancada. Mientras que la ID perdió el espacio de Guamaní y el de Johanna Moreira, quien fue expulsada de esa bancada.
Es decir que, de momento, la única asambleísta que queda en el CAL que no pertenece a la 'mayoría' es la oficialista Nathalie Arias.
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