Viernes, 19 de abril de 2024

Rodríguez: Ecuador no tiene que hacer méritos para un crédito internacional

Autor:

Estefanía Celi

Actualizada:

12 Dic 2020 - 0:05

Autor: Estefanía Celi

Actualizada:

12 Dic 2020 - 0:05

La lista de asambleístas nacionales de Unión Ecuatoriana está encabezada por César Rodríguez. Fue asambleísta constituyente y legislador entre 2009 y 2013 por Alianza PAIS, aunque se separó de la tendencia en 2011.

La lista planteada por Unión Ecuatoriana para asambleístas nacionales está encabezada por César Rodríguez, quien fue una de las principales figuras del correísmo en sus primeros años. Fue asambleísta constituyente, y en esa institución dirigió la Comisión de Legislación y Fiscalización. Fue vicepresidente de la Constituyente entre junio y octubre de 2008.

Rodríguez fue también asambleísta entre 2009 y 2013, pero decidió separarse de Alianza PAIS en 2011. Desde entonces, se identificó como uno de los líderes opositores a Rafael Correa desde el Legislativo.

En entrevista con PRIMICIAS, el exlegislador cuenta cuáles son los principales aspectos que propone la lista 19 para su trabajo en el Legislativo, en caso de que obtengan curules el próximo 7 de febrero.

¿Cuáles son las tres principales propuestas legislativas de Unión Ecuatoriana?

La posibilidad de volver a la Asamblea se da en un escenario complicado y difícil, en el que la política ha profundizado su desprestigio social. La política es mala palabra y el político es sinónimo de todo lo negativo: delincuente, ladrón, sinvergüenza. Convirtieron a la Asamblea en un lugar para repartir prebendas y hospitales, coimar, diezmar.

En la Asamblea hay que hacer un ejercicio de valoración de la legislación existente, una limpieza de la basura legislativa. Se han aprobado leyes que crean una tramitología infernal; hay que hacer una decantación y entrar a reformas fundamentales.

La principal es modernizar el Código del Trabajo, que no puede seguir anclado en una visión del siglo anterior respecto a formas de contratación. Estas deben ser más abiertas, sin precarizar el trabajo, pero tenemos que facilitar que sea más flexible.

Hay que crear también una nueva ley de seguridad social, para garantizar que las personas que aportan tengan una jubilación.

¿Cómo ven las reformas pendientes, como la tributaria?

La Asamblea que viene en 2021 tiene que apostar a las reformas que garanticen que Ecuador sea viable en el concierto mundial, tiene que abrirse a la inversión extranjera con responsabilidad. Ecuador no puede seguir siendo un ghetto al que la inversión extranjera no llega porque no hay seguridad jurídica, porque estamos haciendo reformas tributarias cada seis meses.

En este momento, Ecuador no tiene que pensar en qué méritos hace para anclarse a un crédito internacional, qué reformas hace para merecer ese crédito. Debe pensar qué reformas hace para que la economía sea viable, para que el país sea un emporio de inversión.

Se avecina un boom minero en Ecuador, hay que hacer las reformas que permitan aprovechar esa riqueza sin destruir nuestra naturaleza, sin que esos recursos solo alimenten a los grandes empresarios.

La fiscalización no ha sido eficiente ni oportuna ¿qué propuestas tienen?

Yo puedo demostrar con ejemplos que, en los peores escenarios, se puede fiscalizar.

He advertido siempre, y me opuse en la Constituyente, que para censurar un ministro se necesita la mayoría calificada (3/4 partes de la Asamblea) mientras que para funcionarios de otras funciones del Estado se necesita la mayoría simple. En ese tema tenemos que trabajar.

Hay que incorporar en la norma una especie de candado de verificación de la correcta aplicación de la ley: voy a pelear para que exista este chequeo y contrachequeo. Podemos llegar a acuerdos para que, cada cinco años, las leyes se revisen para ver si están funcionando.

¿Cómo recuperarán la imagen debilitada del Legislativo?

Con absoluta sindéresis en la actuación legislativa, con coherencia entre decir y hacer, generando acuerdos sobre la mesa, transparentes, de cara a la opinión pública y con todos los actores sociales. Con esto, ningún asambleísta volverá a sentirse tentado a que puede, por debajo de la mesa en acuerdos de trastienda, vender o tarifar su voto y hacer intercambios por prebendas.

Esto que ha pasado es doble vía, es el Gobierno y la Asamblea que entran en una cadena de corrupción que se va agudizando. Eso puede parar si tenemos asambleístas que no entran a ese juego.

Si Unión Ecuatoriana consigue una bancada ¿brindarán 100 días de ‘cortesía’ al Gobierno que gane?

Yo he sido, soy y seré partidario de que cuando se inaugura un nuevo gobierno se debe facilitarle todo el espacio para que pueda arrancar en su proceso. 100 días es un tiempo suficiente para medir la línea estratégica del nuevo gobierno y evaluar la dirección que está tomando.

Es imperativo que las fuerzas políticas entiendan que en la Asamblea no se está para hacer oposición por oposición, ni para asumir una posición de tarifar sus votos.

Las encuestas nos muestran que tenemos oportunidad de tener representación en la próxima Asamblea, así que estamos trabajando para construir grandes líneas de un ejercicio parlamentario transparente.

¿Apoyarían una reforma constitucional?

Yo suscribo una reforma fundamental de la Carta Constitucional. Siempre dije que la Constitución no estaba escrita en piedra y, como producto humano, debe adaptarse a las demandas de la sociedad y no al revés.

El candado para la censura, con el que nunca estuve de acuerdo, hay que romperlo. Acepté haberme equivocado al apoyar a ese Consejo de Participación Ciudadana, que terminó siendo un mamotreto. Hay que acabar con las cosas que no sirven, eso es basura constituyente.

Pero, aquellos sectores que creen que cada cierto tiempo hay que borrar y comenzar de nuevo no son responsables con Ecuador. Reforma sí, a una nueva Asamblea Constituyente yo querría expresarle mi temor. El país no está preparado, no hay un acuerdo nacional como para emprender una tarea de esa dimensión.

¿El movimiento está capacitando a sus candidatos sobre procedimiento legislativo y las funciones del parlamento?

Indudablemente. Ahí hay un desafío de hacer una sinergia entre la experiencia y la juventud de un proceso asambleario, que genera tantos sueños en los legisladores nóveles y que a veces los enfrenta con el muro de la realidad. Una golondrina no hace verano en la Asamblea.

La apertura para los acuerdos es lo fundamental, para que Ecuador no sea atrapado por una polarización ideologizante, que paralice el Parlamento y el Gobierno.

Finalmente, dada su oposición a su propio candidato presidencial, ¿se convirtió Unión Ecuatoriana en una plataforma que cualquier político usa?

Estamos enfrentando un momento duro porque estamos asumiendo el costo político de un error, una equivocación en el procesamiento de la nominación del reemplazo a Washington Pesántez. El 29 de noviembre nos enteramos que nuestro candidato presidencial había copiado el 62% del plan de gobierno.

Eso podría pasar por la sombrita, pero esto no puede ser. Se discutió y se investigó, y encontramos que el señor Geovanni Andrade nos había mentido, y no tiene ningún título en Administración de Empresas. Es una impostura, es una persona que no tiene la probidad notoria que debe tener un candidato presidencial.

Frente a esto, tenemos dos caminos: callamos por vergüenza o reaccionamos. Escogimos el de no callar. Ecuador está harto de la corrupción y esto es corrupción. Por eso retiramos el respaldo al candidato presidencial y no le entregaremos el dinero para promoción electoral.

Mire la entrevista completa aquí:

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