Entró por la puerta grande al escenario político ecuatoriano y, aunque negaba tener aspiraciones electorales, es una de las cartas del gobierno para las votaciones de 2021.
El vicepresidente Otto Sonnenholzner confirmó, en entrevista con La Posta, lo que era 'vox populi': su nombre se perfila como un posible candidato presidencial para las elecciones 2021.
Dijo que el presidente Lenín Moreno le pidió estar en la papeleta electoral, pero él no se decide. Al menos, eso dijo, aunque su agenda y el tono de su discurso en los últimos meses ya han tomado un aire de candidato.
PRIMICIAS revisó algunas cifras personales y como funcionario público para poner en contexto la figura de este posible aspirante al Palacio de Carondelet.
Uno de sus retos será superar la carga que implica ser parte de un Gobierno con poca credibilidad. Según las últimas encuestas de la firma Click Report, el 63,78% de los encuestados tiene una imagen negativa de él.
Sus asesores saben que la juventud del vicepresidente es un gancho para atraer a posibles votantes. “Creemos que Otto es un buen producto porque se conecta de manera natural con los jóvenes de entre 16 y 40 años”, dijo a PRIMICIAS, uno de sus asesores, que pidió omitir su nombre.
A pesar de su juventud, el actual segundo mandatario tiene una cómoda situación económica:
Las redes sociales también se han convertido en un importante espacio de difusión para las actividades del vicepresidente, especialmente su cuenta en la red social Twitter.
Su gestión al frente de la vicepresidencia también ha provocado algunos cambios en la institución. Al cumplirse un año de su gestión, PRIMICIAS contó cómo bajo su administración, la institución fue reestructurada, disminuyeron el personal, los vehículos y las oficinas
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