El arranque definitivo de la operación del Metro de Quito fue objeto de pugnas políticas, especialmente en redes sociales. El correísmo se tomó el crédito públicamente, pero el alcalde Pabel Muñoz optó por una posición moderada.
Casi a la misma hora que el Metro de Quito inició sus operaciones, el 1 de diciembre de 2023, el expresidente Rafael Correa adjudicaba el crédito de la obra a la Revolución Ciudadana. Así, el gesto del alcalde Pabel Muñoz era opacado por su propio líder.
El alcalde de Quito había decidido pasar desapercibido durante la inauguración y, en un gesto que le generó reconocimiento desde diversos sectores, permaneció en el centro de control y dejó el protagonismo de "cortar la cinta" a los primeros ciudadanos que llegaran a cada estación.
Pero las intenciones del alcalde fueron opacadas por el mensaje del expresidente Correa y por el comunicado emitido en las redes oficiales de la Revolución Ciudadana, en el mismo tono triunfalista.
Según la RC, ellos idearon, financiaron, iniciaron la construcción e inauguraron el Metro de Quito. Y los acólitos del correísmo no tardaron en replicar el mensaje en todas las redes sociales, iniciando una pugna digital sobre quién merecía el crédito por la obra.
Pero a una facción del correísmo se le olvidó que el Metro de Quito necesitó de cinco alcaldes y 129 meses para arrancar definitivamente con las operaciones.
Si bien el proyecto arrancó en la administración del correísta Augusto Barrera, con el apoyo financiero del gobierno central, más del 90% de la obra se construyó durante la gestión de Mauricio Rodas.
Al mediodía, el Alcalde hizo su primera aparición pública, pero en vídeo, rodeado de los trabajadores de la empresa pública, agradeció a quienes participaron en la construcción de la obra y a quienes harán la operación y el mantenimiento.
Nuevamente, Muñoz insistió en cambiar de lugar el protagonismo y esta vez enfocarlo en los obreros que ejecutaron y mantendrán funcional al Metro de Quito. Pero fue en vano, la discusión en redes se volvió álgida y mientras el Alcalde compartía las publicaciones sin tintes políticos, el expresidente Correa y sus más fieles seguidores hacían lo contrario.
Para el final de la tarde, la contienda en redes seguía enfrascada en si el crédito de la obra debía ir o no al expresidente Correa, incluso por encima del mismo exalcalde Barrera.
Y, sea por el rumbo que tomó la discusión digital o por algún llamado interno, el alcalde Muñoz cerró la tarde apareciendo en un nuevo vídeo difundido por algunos coidearios. Ahí, el Alcalde mantenía una conversación telefónica con "Juan Carlos".
En ese diálogo 'privado', Muñoz arremetió contra el expresidente Guillermo Lasso, ya que comparó el empuje económico que dio Correa en su momento, con USD 700 millones para el Metro de Quito, a las dos promesas incumplidas de Lasso por menos de la mitad de recursos.
Algo similar hizo en la sesión solemne por la fundación de la capital. En un discurso más conciliador, el Alcalde correísta agradeció a todos quienes lo precedieron en el cargo: Augusto Barrea, Mauricio Rodas, Jorge Yunda y Santiago Guarderas. Y también al expresidente Correa.
Pero, a la vez, lanzó un mensaje contundente, dado el contexto de la jornada: "la gente ni vive ni come de las peleas que buscan los políticos mediocres".
El alcalde Muñoz también hizo una breve cuña propia, sobre el esfuerzo que requirió poner el Metro de Quito en marcha, el ahorro para la ciudad y por no haber puesto una placa con su nombre, como lo hicieron los exalcaldes Rodas y Guarderas.
Además, lanzó palabras de apoyo para el presidente Daniel Noboa y le pidió trabajar en conjunto por la ciudad. Esto, sumado a la relación cordial que han mantenido desde el inicio, muestra que Muñoz también marca distancia con el discurso correísta en otros temas.
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