Lunes, 06 de mayo de 2024

Con pocos recursos, Azuay inicia tareas por el fenómeno de El Niño

Autor:

Jackeline Beltrán

Actualizada:

17 Jul 2023 - 5:56

Siete cantones de Azuay pueden sufrir los efectos del Fenómeno de El Niño, pero la mayor preocupación está en Ponce Enríquez, Santa Isabel y una zona costanera de Cuenca.

Una máquina trabaja en el encauzamiento del río Guanache, en Ponce Enríquez.

Autor: Jackeline Beltrán

Actualizada:

17 Jul 2023 - 5:56

Una máquina trabaja en el encauzamiento del río Guanache, en Ponce Enríquez. - Foto: Municipio de Ponce Enríquez.

Siete cantones de Azuay pueden sufrir los efectos del Fenómeno de El Niño, pero la mayor preocupación está en Ponce Enríquez, Santa Isabel y una zona costanera de Cuenca.

Tres tareas son necesarias en Azuay para prevenir eventuales emergencias por el Fenómeno de El Niño: encauzar ríos, reforzar puentes y reparar vías que ya están en peligro de colapsar

Pero los recursos son limitados. En la Prefectura del Azuay apenas hay USD 4,8 millones disponibles para trabajos de vialidad, en general, para lo que resta del 2023.

Además, cuenta con un fondo de contingencia de USD 326.087 para las emergencias que provoque el fenómeno de El Niño. Esos recursos provienen de las utilidades del Banco del Estado del año 2022. 

En los municipios la situación también es complicada. Un ejemplo es lo que ocurre en Ponce Enríquez, el cantón con mayor riesgo de inundaciones, que se declaró en emergencia financiera y busca recursos para ejecutar las acciones de prevención y mitigación. 

El prefecto del Azuay, Juan Cristóbal Lloret, pidió al Gobierno más recursos y facilidades para acceder a las líneas de crédito del Banco del Estado (BEDE).

Milton Benítez, coordinador zonal de la Secretaría de Gestión de Riesgos, aseguró que el BEDE sí está ampliando las líneas de endeudamiento a los gobiernos locales. "Ellos deben presentarnos los proyectos para gestionar los recursos", aseguró.

Por la falta de recursos, la Prefectura del Azuay planteó a los municipios y junta parroquiales un modelo mancomunado. Es decir, juntar la maquinaria que tienen todas las instituciones y distribuirlas según las necesidades.

“Lo importante es trabajar en equipo para hacerle frente a esas contingencias”, añadió el prefecto Lloret.

Bajo este modelo, los trabajos de prevención iniciaron en las zonas de mayor riesgo. Mientras, la Secretaría de Gestión de Riegos empezó los simulacros de inundaciones y la calificación de albergues. 

El cantón con más riesgo

En Azuay hay siete cantones declarados en alerta amarilla por el Fenómeno de El Niño y que están bajo los 1.500 metros sobre el nivel del mar. Estos son Cuenca, Girón, Santa Isabel, Pucará, Camilo Ponce Enríquez, Nabón y Oña.

En la mayoría de esos cantones es necesario encauzar ríos que corren el riesgo de desbordarse, construir puentes o reforzar los ya existentes. Eso evitará que las lluvias intensas dejen incomunicadas a las poblaciones.

La mayor preocupación está en Ponce Enríquez, que está a solo 200 metros sobre el nivel del mar, explica Milton Benítez.

En este cantón costanero el riesgo se incrementa por los efectos de la minería ilegal en los ríos. Las alertas de la Secretaría de Riesgos indican que el río Guanache, tomado por esta actividad, puede sufrir aumentar el caudal y causar inundaciones en el centro cantonal.

El Municipio de Ponce Enríquez empezó los trabajos para encauzar y dragar ese río. El alcalde José Sánchez explicó que el cantón tiene poca maquinaria, por lo que pidió apoyo al Ministerio de Transporte y la Prefectura del Azuay.

El gobierno local también inició la capacitación a la población que se encuentra en los barrios vulnerables a inundaciones.

La vialidad es la principal preocupación

Además del riesgo de inundaciones, en Azuay la principal preocupación es la afección que puede causar el Fenómeno de El Niño en la infraestructura vial, asegura el coordinador de Riegos. 

En los últimos dos años, el invierno ya ha causado estragos y ha dejado incomunicada a la provincia en varias ocasiones. Hay carreteras que no han sido reparadas y tienen tramos que corren el riesgo de colapsar.

Santa Isabel es uno de los cantones más afectados por los problemas viales. El Municipio y la Prefectura empezaron a trabajar en las carreteras internas destrozadas por las últimas lluvias, lo que dejó incomunicadas a diferentes poblaciones

Pero la principal preocupación son los socavones en la vía Cuenca-Girón-Pasaje, que conecta al Azuay con El Oro. Ahí hay varios tramos en riesgo de colapsar por completo.

El Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Municipio de Santa Isabel ya iniciaron los trabajos para rellenar el socavón del kilómetro 66, en la entrada a este cantón.

La otra vía de preocupación es la Cuenca-Molleturo- El Empalme, en donde la caída de material y los cierres son frecuentes en época de lluvias.

Los gremios productivos de Cuenca piden que exista un plan de contingencia para evitar cierres permanentes en esa carretera.

Además, se planifican trabajos en dos puntos más, el kilómetro 117 y el kilómetro 118. También empezó la estabilización de los taludes de esta vía.

Maquinaria de la Prefectura trabaja en el río Blanco, en Molleturo, en el oeste de Cuenca.

Maquinaria de la Prefectura trabaja en el río Blanco, en Molleturo, en el oeste de Cuenca. Cortesía Prefectura del Azuay.

Riesgos en Cuenca

En Cuenca hay una parroquia rural que también está en alerta amarilla. Se trata de Molleturo, que actualmente vive los estragos de las fuertes lluvias.

En esta parroquia hay una alta probabilidad de que los ríos se desborden y afecten carreteras, cultivos y viviendas. Actualmente, hay casas y cultivos destruidos por el exceso de lluvias de las últimas semanas.

Molleturo es una zona de alta productividad, donde las familias siembran productos como cacao, banano y naranjas.

En esta parroquia, la Prefectura del Azuay y el Municipio de Cuenca trabajan en el encauzamiento del río Blanco y la reconstrucción de muros.

En Cuenca, aunque el riesgo es menor, la Empresa Municipal de Agua Potable (ETAPA) empezó la limpieza de sumideros debido a que existen alrededor de 20 puntos susceptibles a inundaciones en toda la ciudad.