El llamado Fenómeno de El Niño o FEN arribaría a las costas del país entre noviembre y diciembre de 2023, pero el pico máximo de lluvias sería entre febrero y marzo de 2024.
El fenómeno de Niño, que se caracteriza por el calentamiento de la superficie del océano Pacífico ecuatorial, ha puesto en alerta a científicos, autoridades y ciudadanos.
Se lo conoce como el rey de los eventos climáticos y se produce cada dos a siete años en promedio.
Al momento El Niño ya se ha gestado en el Pacífico, aseguró la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), a inicios de junio de 2023.
El anuncio llega luego de meses de informes meteorológicos, que señalaban que el fenómeno estaba en etapa neutral.
Tras la advertencia de la NOAA, expertos de la Escuela Politécnica del Litorl (ESPOL), como el oceanógrafo Franklin Ormaza, confirman a PRIMICIAS que el evento climático arribaría a Ecuador entre noviembre y diciembre de 2023.
Además, según un reciente informe de la ESPOL, los picos más altos de precipitaciones serían entre febrero y marzo de 2024.
Mientras que todo el sistema climático se sentiría en el país y en el mundo en general hasta junio del próximo año.
Pero Ormaza adelanta que si bien no hay duda del arribo de El Niño, su intensidad y efectos aún son desconocidos.
Un fenómeno complejo
El Niño, que espera el país, en realidad forma parte de un sistema más amplio denominado "El Niño Oscilación del Sur o ENOS.
Y el mundo entero no ha visto un Niño intenso y catastrófico desde 2016.
Pese a que son ‘hermanos’ o eventos cercanos, El Niño y La Niña son totalmente opuestos.
¿Cómo actúa El Niño?
El Niño es un evento meteorológico más potente, y sus efectos se extienden por todo el planeta.
Pese a que el calentamiento de las aguas ocurre en el Pacífico, es capaz de cambiar los patrones climáticos desde Dakar, Nueva Delhi, hasta Boston, en Estados Unidos.
Ecuador ya vivió un Niño devastador en 1982 y en 1997. En los 80, ocasionó daños por USD 650 millones para el sector productivo.
Solo en Guayaquil, el Inamhi estimó en la época que la precipitación acumula excedió los 4.000 milímetros cúbicos de agua.
Luego, en 1997, torrenciales lluvias cayeron sobre Santa Rosa, en El Oro. El río del cantón se desbordó, dejando muertos y evacuados.
Según el experto del Ciifen, Juan José Nieto, El Niño que se espera en la mayoría de Sudamérica sería de intensidad moderada.
"Los impactos de El Niño dependerán de cada país y de cada zona".
Juan José Nieto, director del Ciifen.
Debido a la alerta que ha generado un posible evento de El Niño, hasta los servicios de Perú han emitido sus predicciones.
¿Cómo es La Niña?
Durante La Niña, los mares del Pacífico Tropical, en el lado de Ecuador, se enfrían, y el calor y las lluvias se trasladan hacia otras zonas como Australia o el sureste de Asia.
Es por ello, que en esta época Australia sigue de cerca la temporada porque la Gran Barrera de Coral se calienta. Los corales no soportan bien ni el calor o el frío extremo, y languidecen o mueren en las aguas tibias.
En Asia se producen violentos monzones que inundan países enteros como Pakistán.
¿Qué pasa con la Niña en Ecuador?
“La Niña es generalmente menos lluvia en la Costa de Ecuador”, señala el director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), Juan José Nieto.
Según Nieto, las lluvias intensas presentadas en marzo de 2023 en el país son alteraciones en la distribución del agua.
Es decir, el invierno actual representa un acumulado de lluvia de cuatro a cinco meses de diciembre a mayo. Y esto ya ocurrió también en 2022.
El sector de las Orquídeas, en el norte de Guayaquil, amaneció inundado por las lluvias el 23 de marzo de 2023. Alexander García
Varias incógnitas
Los científicos aún no logran un consenso sobre el efecto directo del cambio climático en El Niño o la Niña, pero creen que intensifica el calentamiento de los mares.
Tampoco está claro si el ciclo de ambos eventos ha aumentado desde que los humanos emiten más CO₂ en la atmósfera.
Además, si bien la ciencia puede detectar señales de que un Niño se está ‘gestando’ en los mares, aún no saben qué lo produce exactamente.
Conocen que en un año ‘anormal’, los vientos que traen agua fría a la superficie se aplacan, y el agua caliente acumulada comienza a revolverse, ocasionando las lluvias.
*Noticia publicada originalmente el 3 de abril y actualizada el 23 de junio, con información de la ESPOL.
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