El Ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, se refirió a la crisis carcelaria del país como un problema de violencia entre mafias y grupos antisociales. Dijo que las Fuerzas Armadas son solo un apoyo en el control que ejerce la Policía en los centros penitenciarios.
El Estado de Excepción, decretado para afrontar la emergencia carcelaria, cumplió un mes de vigencia. El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, aseguró este martes 18 de junio que un mes no es suficiente "para poner orden a un problema que se ha construido por años".
Jarrín, en entrevista con el programa Los Desayunos de 24 Horas, indicó que las recientes riñas carcelarias ocurren por las conductas antisociales de los internos, quienes no han tenido una debida rehabilitación en el pasado.
"La violencia no es solo una cuestión de armas, sino de comportamientos irracionales", expresó.
La última riña ocasionó la muerte de dos internos en el Centro de Privación de Libertad Zonal 8, de Guayaquil. Los dos hermanos asesinados fueron atacados por un grupo de reos en el pabellón de mediana seguridad.
Una de las medidas tomadas en la emergencia carcelaria es el control de las Fuerzas Armadas en el perímetro exterior de los centros penitenciarios.
Sobre este control, Jarrín aclaró que los militares son solo un apoyo para la vigilancia de las cárceles, a cargo de la Policía y los guías penitenciarios.
El Ministro de Defensa también se refirió a las dos reuniones del Gabinete de Seguridad realizadas para afrontar la crisis carcelaria. "En ambos casos se ha mencionado la necesidad de dar seguridad física al personal administrativo y la reclasificación de los internos".
El Gobierno anunció que los privados de libertad serán reclasificados según la peligrosidad y delitos cometidos. Luego se los reubicará en pabellones de máxima o mínima peligrosidad.
"Esta reclasificación tomará tiempo", admitió Jarrín.
Desde enero hasta junio del 2019 se reportan 15 internos fallecidos, 13 de ellos en el complejo carcelario de Guayaquil: la cárcel regional y la Penitenciaría del Litoral.
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