Las ciudades chinas de Beijing, Cantón, Shenzhen y Chongqing continúan relajando algunas de sus restricciones anticovid, después de que el Gobierno declarase que "se dan las condiciones para ajustar medidas".
Cantón es una de las ciudades chinas, donde pese a lidiar desde hace semanas con un rebrote de Covid-19, prosigue una reapertura relativa que comenzó en diciembre.
"En mi distrito ya no es necesario mostrar un resultado negativo de PCR para entrar a establecimientos", explicó a Efe una residente de la ciudad.
Esta ciudad, al igual que otras de China, registró choques de manifestantes en barrios confinados con fuerzas de seguridad. Desde la semana, miles de personas protestan en contra de las políticas de confinamiento del Gobierno.
El rebrote de Cantón arroja cifras de contagios que en el pasado habrían desembocado inevitablemente en un confinamiento general como el que padecieron las ciudades de Wuhan (centro), Shanghái (este) o Xian (centro), entre otras.
Mientras que Shenzhen anunció este sábado que ya no será necesario mostrar un resultado negativo de PCR para usar el transporte público o entrar a parques y atracciones turísticas.
Por su parte, la ciudad de Chongqing, con más de 30 millones de habitantes, indicó recientemente que permitirá que algunos contactos cercanos de contagiados hagan cuarentena en casa. Esto supone un giro considerable con respecto a la política vigente durante estos años.
Pero el Gobierno chino negó rumores de una "reapertura total" y apuntó que la epidemia en la capital todavía se encuentra en "un nivel alto" y, por tanto, no se puede "tomar a la ligera".
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