Posesión presidencial: El presidente Daniel Noboa delineó la cancha política para su segundo periodo
En su primer discurso después de asumir el poder, el Primer Mandatario anunció su "forma de gobernar" el 'nuevo' Ecuador.

El presidente Daniel Noboa preparándose para asumir el poder, en la Asamblea Nacional, el 24 de mayo de 2025.
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En su primer discurso presidencial del periodo 2025-2029, este 24 de mayo de 2025, Daniel Noboa lanzó una serie de lineamientos y advertencias, pero también hizo alrededor de 20 anuncios sobre su futura gestión, aunque la mayoría sin detalles.
Es la primera vez que el Mandatario toma la palabra durante tanto tiempo en un evento público. Esta intervención duró casi el triple que la de 2023: con poco más de 20 minutos en podio de la Asamblea Nacional.
Después de 18 meses de gestión, con múltiples crisis golpeando al país, una victoria electoral holgada y una mayoría inicial en el Legislativo, el presidente Noboa asumió el poder con un discurso más confiado y enérgico.
Aunque aceptó que en varios momentos de su gobierno estuvo a "punto de perder la Patria", sin decir ante quién, a sus ojos, en su primera gestión ya rescató al Ecuador "de las mafias, de la catástrofe económica, de la guerra y de los que se lucran de la guerra".
Pero, pese a tratarse a la par del cierre de su gestión anterior, el presidente Noboa no hizo alusión alguna a una rendición de cuentas. No hubo cifras de su primer periodo, ni mención a los logros que presumía en la campaña electoral.
Esto aunque ya se cumplió un año de su último informe a la Nación y a que la Constitución manda que los presidentes presenten "anualmente el informe sobre el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo y los objetivos que el gobierno se propone alcanzar durante el año siguiente".
Lo que sí hizo fue plantear una teoría inesperada: se declaró a sí mismo y a su vicepresidenta, María José Pinto, como perseguidos políticos, como anticipando las desubicadas declaraciones que haría su homólogo colombiano, Gustavo Petro, después del evento.
Acto seguido, Noboa explicó las características de ese 'nuevo' Ecuador que anuncia desde su primera posesión presidencial. Ahora dijo que se trata de una forma de gobernar: “Firme contra el crimen, justo con su gente, visible con sus obras e indescifrable para la vieja política”.
En esa misma línea, el Jefe de Estado hizo anuncios de lucha: "contra los criminales que se han creído dueños del país durante años", junto a los militares y policías "en el campo de batalla" y contra la corrupción enquistada en todos los niveles de gobierno".
También se refirió al inicio de esta administración como un nuevo momento en su plan político: "estamos ante las puertas de cuatro años de progreso". Es decir, después de la 'guerra', llegó el momento de trabajar en las oportunidades.
Y para ello, el Mandatario espera poder contar con la Asamblea Nacional. A su exministro y excandidato oficialista, Niels Olsen, que ahora preside esa función del Estado, le recordó “tu profundo amor por este país y tu ciega confianza en mí”. Le advirtió que espera que legislen “como nadie lo hubiera hecho antes” y den paso a los cambios que, según sus planes, el país necesita.
El presidente Noboa repitió varias de sus consignas de 2023, que quedaron sin cumplirse: reducir la violencia, incrementar el empleo y dejar atrás los viejos esquemas políticos. Por ejemplo, dijo que esta vez "la reducción progresiva de homicidios será una meta innegociable", sin dar cifras, ni mencionar el trillado, cuestionado y secreto plan Fénix.
Entre los ofrecimientos generales que hizo el Mandatario para este periodo están: enfocarse en la inversión pública para generar empleo; crear "espacios integrales familiares como refugios de esperanza" en las zonas más violentas; repotenciar, renovar o modernizar puentes, carreteras, casas de salud, empresas públicas, refinerías.
En cuanto a obras concretas, habló del esperado Quinto Puente en Guayaquil, del Museo Nacional en Quito, del corredor E25 entre Buena Fé y Jujan, de la Torre Oncológica del Hospital Eugenio Espejo, de 200.000 soluciones habitacionales y de contratos privados para generar 300 megavatios de energías renovables.
Hubo promesas para todos. A los inversionistas y gobiernos extranjeros les ofreció "puertas abiertas y condiciones claras". Y al sector conservador del país le ofreció más bonos de los 1.000 días (para mujeres embarazadas y niños menores de dos años) como "una muestra concreta de cuidado desde el inicio de la vida".
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