Ecuador modifica su posición histórica sobre Palestina y se acerca a la de Israel y Estados Unidos
De la tradición histórica de Ecuador de defender y respaldar la causa palestina, especialmente para rechazar la apropiación de territorios, quedan solo recuerdos.

El presidente Daniel Noboa y la canciller Gabriela Sommerfeld, junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una declaración conjunta, el 5 de mayo de 2025.
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La Asamblea General de la ONU adoptó el 12 de septiembre de 2025 una resolución respaldando la Declaración de Nueva York, que busca "la solución de dos Estados": Palestina e Israel, y el desarme de Hamás. Ecuador se abstuvo.
El documento elaborado por Francia y Arabia Saudí, fue denominado como "un camino irreversible hacia la paz". Pide el alto el fuego inmediato en Gaza, la liberación de todos los rehenes, además del desarme de Hamás y su exclusión política en favor de la Autoridad Palestina.
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El 74% de los 193 países miembro de la ONU votó a favor. Palestina afirmó que esta es la oportunidad de "poner fin a la tragedia en Medio Oriente y salvar la vida de los niños". Sin embargo, Israel, Estados Unidos, Argentina y otros siete países votaron en contra.
Ecuador se ubicó nuevamente en el grupo de los que prefirieron mirar a un lado. Entre la docena de abstenciones, además de Ecuador, estuvieron países como Albania, Camerún y Etiopía.
Mientras tanto, a la misma hora, en Quito, el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Játiva, se reunía con la Encargada de Negocios de Palestina, Safaa Mhalwes, para hablar de "la posición histórica del Ecuador frente al conflicto palestino - israelí".
Una posición cambiante
Los horizontes políticos de los gobiernos de turno en Ecuador dictan la política exterior del país. No obstante, hay tradiciones que se habían mantenido por décadas. Por ejemplo, la condena de la apropiación de territorios ha sido un puntal del Estado ecuatoriano, es especial por la controversia territorial con Perú.
También está la defensa histórica de los derechos humanos, de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y de las figuras de asilo y refugio, como postura humanitaria. Pero estos principios han sufrido desgaste en los últimos años.
Tradicionalmente, Ecuador ha reconocido y apoyado la causa palestina, desde 1947, y el principal foro donde lo ha hecho han sido las Naciones Unidas. En 1967 votó por la retirada israelí de los territorios ocupados. En 2010 el país lo reconoció como Estado y en 2012 votó a favor de que sea un Estado observador de la ONU. En 2013 ambos países abrieron sus sedes diplomáticas recíprocas.
La embajada ecuatoriana está en la ciudad de Ramallah, la capital administrativa de Palestina. Aunque la última vez que se nombró un embajador fue a finales de 2021. La sede está a cargo de un consejero. En gobiernos anteriores, Ecuador incluso organizó envíos de ayuda humanitaria para la población palestina.
Ahora la historia es diferente. El gobierno del presidente Daniel Noboa ha tomado posturas moderadas en la Asamblea General de la ONU, como la abstención en la última votación o en la del 12 de junio de 2025, cuando España pidió un alto el fuego, liberar a los rehenes y que Israel rinda cuentas.
Esto pese a que cuando Ecuador formaba el Consejo de Seguridad de la ONU, en abril de 2024, votó a favor de que Palestina ingrese como miembro pleno de la organización, dejando solo a Estados Unidos que vetó la medida respaldada por 12 de 15 votos.
Pero Israel presentó su reclamo formal a Ecuador por esa votación. Coincidentemente, cinco meses después, el Estado empezó a abstenerse en los temas sobre Palestina.
La resolución de septiembre de 2024 exigía la retirada de las fuerzas israelíes de los territorios palestinos, la paralización de nuevos asentamientos, la devolución de las tierras y propiedades confiscadas y la posibilidad de retorno de los palestinos desplazados.
El Gobierno se inclina por Israel y, su principal aliado, Estados Unidos
Por ejemplo, el presidente Daniel Noboa, en medio de la creciente crisis de inseguridad, ha continuado con la línea de acercamiento a Israel y a Estados Unidos, iniciadas con Guillermo Lasso.
Mientras Washington veta todas las decisiones del Consejo de Seguridad y se opone a las resoluciones de la ONU, el Mandatario ecuatoriano busca ventanas de coincidencia con ambos. Su Gobierno se ha concentrado en condenar las acciones contra Israel y guardar silencio frente a la destrucción de la Franja de Gaza y los excesos israelíes.
Por ejemplo, en la reciente visita a Quito del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, la canciller Gabriela Sommerfeld se limitó a explicar la posición del país: "de rechazo a los actos terroristas causados el 7 de octubre (de 2024) en Israel" y de apoyar a Israel para recuperar a los rehenes capturados por el grupo armado Hamás.
No hubo ninguna mención a la población palestina que muere de hambre o por ataques armados en Gaza, por el asedio militar israelí.
El 9 de septiembre de 2025, Ecuador tampoco dijo nada sobre el bombardeo israelí a una edificación en Doha (Catar), donde se alojaba la delegación negociadora de Hamás, puesto que en ese país se lleva a cabo una mediación con Israel.
Dos días después, siguiendo los pasos de Washington, el presidente Noboa rechazó y condenó la influencia e incidencia de Hamás y Hezbolá, en una supuesta vinculación con actos terroristas o ataques que puedan cometer en territorio ecuatoriano.
Pero esta posición se consolidó en mayo de 2025, cuando el Presidente ecuatoriano viajó a Jerusalén para buscar cooperación y negocios, pese a que en noviembre de 2024, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí.
Al premier se le acusa de ser responsable de crímenes de guerra y lesa humanidad en la Franja de Gaza, como utilizar la hambruna como método de guerra. En el último año, la destrucción de la ciudad ha conllevado la muerte de miles de víctimas civiles, la destrucción de hospitales, el asesinato de decenas de periodistas y el anuncio de Tel Aviv de tomar ese territorio.
Pese a las insistentes condenas de la comunidad internacional, al anuncio de medidas por parte de varios países, a las intenciones de abrir canales humanitarios para romper el asedio a Gaza y la hambruna declarada por la ONU, el Primer Mandatario se reunió con Netanyahu y le afirmó que Ecuador e Israel tienen enemigos en común.
El primer ministro israelí incluso dijo que espera poder visitar pronto Ecuador, lo cual no sería legalmente posible, porque el Estado ecuatoriano reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, bajo el Estatuto de Roma, y, legalmente, debería arrestarlo y entregarlo si es que llegase a suceder.
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