Cómo enfrentan los ecuatorianos el salario básico: más que un reto financiero
Sobrevivir con el salario básico en Ecuador es posible solo con austeridad. Las familias necesitan más ingresos; los solteros, priorizar lo esencial.

Aunque el ingreso familiar promedio cubre la canasta básica, más del 60% de ecuatorianos gana menos de USD 470 al mes.
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Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la Canasta Familiar Básica (CFB) del mes de abril de 2025 se ubicó en USD 802,58. Mientras tanto, el ingreso familiar mensual de un hogar tipo (cuatro miembros con 1,6 perceptores de ingresos) fue de USD 877,33, lo que representa el 109,31% de cobertura de dicha canasta. Sin embargo, esta estadística contrasta con la realidad del mercado laboral: solo el 38,73% de la población económicamente activa (PAE) tiene un empleo pleno. Es decir, más del 60% gana menos del salario básico de USD 470.
Esta desconexión entre ingresos y costo de vida plantea una pregunta urgente: ¿es viable sobrevivir con ese monto?
El salario básico frente al costo de vida
El salario básico en Ecuador se ubica en 2025 en USD 470, una cifra insuficiente para cubrir la canasta familiar básica. De hecho, representa apenas 58% del costo total de la CFB.
Para la economista María Herrera, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), esta diferencia refleja la fragilidad de muchas familias ecuatorianas. “Una familia no podría vivir con el salario básico, pero sí podría hacerlo con ingresos equivalentes al valor de la canasta básica”, afirma. Eso implica que al menos dos miembros del hogar trabajen, idealmente, con empleos estables.
Sin embargo, hay quienes consideran que sobrevivir con ese salario es difícil, pero no imposible. Un ciudadano entrevistado por GESTIÓN, que prefirió reservar su identidad, lo resumió así: “Yo creo que en Ecuador con un sueldo básico de USD 470 sí se puede sobrevivir, en situación precaria, pero sí se puede. No es lo ideal, pero les alcanzaría para comida y un techo. También dependería de su ritmo de vida y de la cantidad de integrantes que tenga su familia”. Esta visión coincide con lo que plantea Herrera: el contexto familiar y la capacidad de adaptación son factores clave.
Una de las ventajas que señala Herrera es que Ecuador, al tener una economía dolarizada, no sufre inflación descontrolada. “No tenemos el fantasma de la inflación ni de la especulación. Los precios tienden a mantenerse a lo largo del año”, explica. Esto ofrece cierta previsibilidad para quienes planifican sus finanzas.
No obstante, advierte que la economía ecuatoriana está muy orientada al consumo. La oferta de bienes y servicios es amplia y variada, lo que genera presión para consumir más de lo que se puede pagar. “La clase media-baja puede enfrentarse a muchas limitaciones, ya que no podrá acceder a todo lo que desea”, añade. A esto se suma que, culturalmente, los ecuatorianos no tenemos una fuerte cultura del ahorro.
En ese contexto, otro ciudadano opinó: “No se puede vivir con el salario básico si uno tiene responsabilidades o cargas familiares, pero en caso de que viva solo, sí”. Esta afirmación refleja que el salario básico es insuficiente para hogares con hijos o personas a cargo, pero puede ser funcional para un adulto sin dependientes que administre bien sus gastos.
¿Qué se puede hacer con el salario básico?
Herrera considera que una persona soltera puede sobrevivir con el salario básico, siempre que adopte un estilo de vida austero y organizado. Para lograrlo, es clave establecer prioridades claras:
Vivienda:
- Lo ideal es que el gasto en arriendo o hipoteca no supere el 30% del ingreso mensual. Compartir vivienda o arrendar una habitación puede ser una opción viable. “La vivienda es fundamental para el bienestar de las personas”, subraya Herrera.
Alimentación:
- Planificar menús, cocinar en casa y aprovechar productos locales ayuda a reducir costos sin sacrificar la nutrición.
Salud:
- Aunque el sistema público es gratuito, es importante tener un fondo para emergencias. La salud debe verse como una inversión y no como un gasto.
Educación:
- En hogares con hijos, los costos de útiles, transporte y alimentación deben contemplarse en el presupuesto, incluso en instituciones públicas.
Servicios básicos:
- Luz, agua, internet y gas son indispensables. Reducir el consumo innecesario y optar por planes económicos es fundamental.
Solo una vez cubiertos estos puntos puede considerarse el entretenimiento o esparcimiento. “Por ningún concepto alguien debe usar dinero de estos rubros para ocio si aún no ha cubierto lo esencial”, enfatiza la economista.
Estrategias para optimizar el salario básico
Una mujer consultada fue contundente: “No, no alcanza porque la canasta básica supera el monto del sueldo que nosotros actualmente percibimos”. Su testimonio refleja el sentir de miles de familias que, mes a mes, deben priorizar entre comer, pagar servicios o comprar medicinas.
Este tipo de situaciones lleva a muchos ecuatorianos a endeudarse, recurrir al crédito informal o recortar gastos esenciales. Para quienes viven solos, las decisiones financieras son más sencillas, pero también requieren autodisciplina. Herrera enfatiza: “La clave es saber administrar y no excederse en los gastos”.
Aunque parezca difícil, hay formas de sobrellevar la situación. Aquí algunos consejos prácticos para quienes viven con el salario básico:
- Llevar un registro mensual de ingresos y egresos.
- Evitar deudas innecesarias o tarjetas de crédito.
- Usar transporte público o compartir viajes.
- Comprar en mercados y aprovechar ferias o descuentos.
- Ahorrar, aunque sea una pequeña cantidad mensual.
- Generar ingresos adicionales con oficios o ventas.
Estos hábitos pueden marcar la diferencia entre mantenerse a flote o caer en una espiral de endeudamiento.
Sobrevivir con USD 470 al mes en Ecuador es posible solo para personas solteras que mantengan un estilo de vida austero, con prioridades claras y un manejo eficiente de sus recursos. Sin embargo, para una familia, este ingreso resulta insuficiente frente al costo de la Canasta Familiar Básica, que supera los USD 800. Aunque el ingreso promedio familiar alcanza para cubrir esa canasta, la mayoría de ecuatorianos no accede a empleos con salario básico o superior, lo que refleja una profunda desigualdad laboral.
La clave no está únicamente en cuánto se gana, sino en cómo se administra y cuán sostenible es el modelo económico. La estabilidad de precios derivada de la dolarización es una ventaja, pero no compensa la precariedad laboral ni la falta de educación financiera. En este contexto, mejorar la calidad del empleo y promover una cultura de planificación son pasos urgentes para que más ecuatorianos puedan vivir dignamente.
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