Embalse de Mazar llegará a diciembre rozando nivel crítico, mientras el Gobierno promete bajar cortes de luz
El Gobierno ofrece reducir de ocho a seis horas los cortes de luz en Ecuador desde el 25 de noviembre, pero el mayor complejo hidroeléctrico del país está operando a niveles mínimos.
El río Tomebamba, en Cuenca, se encuentra en estado de estiaje, 24 de noviembre de 2024.
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El agua en el embalse de Mazar sigue rozando los niveles críticos, con lo que la operación del mayor complejo hidroeléctrico del país: Paute Integral, se mantiene vulnerable, y de hecho, ha operado al 15% de su capacidad instalada entre el 1 y el 25 de noviembre de 2024.
Este complejo hidroeléctrico, ubicado entre Cañar y Azuay, está compuesto por tres centrales ubicadas en forma de cascada en el mismo río Paute: Primero está Mazar, que tiene un embalse que lleva el mismo nombre; aguas abajo está Paute, con un embalse más pequeño llamado Amaluza; y, al final, está Sopladora, que no tiene embalse.
Juntas, las tres pueden generar hasta 1.756 megavatios de potencia; esto es casi el 38% de la demanda nacional. Sin embargo, en lo que va de noviembre solo han aportado 270 megavatios de potencia.
Y es que la fuerte sequía que soporta Ecuador llevó a que desde septiembre de 2024, el agua del embalse de Mazar —que garantiza la operación del complejo— se desplome al nivel crítico operativo, que es de 2.110 metros sobre el nivel del mar (msnm). En los dos meses que lleva de cortes de luz, el embalse ha tocado ese nivel o ha estado muy cerca de alcanzarlo.
Hasta las 14:00 de este 25 de noviembre de 2024, el nivel estaba en 2.111,8 msnm.
El propio Operador Nacional de Energía Cenace ha advertido que el mínimo requerido para que la central hidroeléctrica Mazar pueda operar es 2.110 msnm, pues cuando cae bajo ese límite, ya no pueden funcionar las dos turbinas de la central, sino solo una.
Esto ocurre en medio de un nuevo ofrecimiento del Gobierno de Daniel Noboa de reducir de ocho a seis horas los cortes de luz desde el 25 de noviembre.
Para cumplir con este ofrecimiento, al Gobierno no le bastará con la oferta de electricidad que está vendiendo Colombia, dice el especialista energético Ricardo Buitrón.
Con la venta de energía de Colombia, el Gobierno pudo reducir los racionamientos de luz que eran de 12 horas, a ocho horas. Ese país ha vendido a Ecuador en promedio 416 megavatios de potencia desde el 17 de noviembre, casi el máximo que permiten las líneas de transmisión, que es de 450 megavatios.
¿Pero de dónde obtendrá el Gobierno más energía para, en una semana, reducir de nuevo los horarios de los cortes, tomando en cuenta que el déficit diario de energía hoy es de entre 900 y 1.000 megavatios, tomando en cuenta la electricidad de Colombia?, cuestiona Buitrón.
Y es que en esta semana no se prevé que entren en operación la nueva generación que el Gobierno contrató, y tampoco se esperan lluvias significativas que hagan pensar que el nivel de agua en Mazar se recupere y aumente la producción en Paute Integral.
"Esta semana se espera sobre todo una alta radiación en la región andina (en donde está ubicada Paute Integral, ndr), sí habrá algo de precipitaciones, pero serán aisladas y de baja intensidad, podrían darse entre el jueves y el sábado", explicó Madelyn Enríquez, analista de pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
Enríquez añadió que es de esperar que en diciembre se registren lluvias normales, pero, en un año en el que el clima ha variado tanto, prefiere no dar pronósticos hasta ese mes.
Así, en este escenario de pocas lluvias, la oferta de energía hidroeléctrica en Ecuador sigue cayendo en noviembre, como muestra el gráfico:
Mazar ha estado en niveles críticos durante dos meses
Uno de los problemas que mantiene al país en crisis eléctrica es que el Gobierno de Daniel Noboa ha seguido utilizando el agua del embalse de Mazar, pese a que está en niveles críticos desde septiembre, con lo que el complejo Paute Integral ha estado generando energía con intermitencias y en niveles mínimos.
El pasado 31 de octubre, el viceministro de Electricidad, Fabián Calero, dijo que el Gobierno intentaría preservar el agua en el embalse hasta que llegue a 2.125 msnm, que ese era el nivel más "seguro y óptimo" para operar. Pero no cumplió esa promesa y ha venido usando de manera intermitente las hidroeléctricas Mazar, Paute y Sopladora.
El nivel máximo de agua que puede almacenar el embalse de Mazar es 2.153 msnm. Lo ideal hubiera sido que el agua en este reservorio esté en ese nivel desde octubre, que es cuando comienza normalmente la época más seca en Ecuador, para así garantizar algo de estabilidad en la generación del complejo hasta diciembre, cuando todavía hay sequía. Pero eso no ha ocurrido.
Para el 21 de septiembre de 2024, el agua en el embalse ya estaba en 2.117 msnm, muy cerca de los 2.110 msnm. Por eso, desde el 23 de septiembre, Ecuador comenzó a tener cortes de luz programados diariamente.
Y en estos dos meses, pese a los racionamientos de luz, con los que el Gobierno ha reducido forzosamente la demanda de energía en Ecuador, el embalse no se ha recuperado y ha rozado la mayor parte del tiempo el nivel crítico.
Solo en dos ocasiones el nivel de agua estuvo por encima de los 2.115 metros sobre el nivel del mar: el 3 de octubre, cuando llegó a 2.119,9 y el 4 de noviembre, a 2.115,9.
Esto ocurrió debido a que el 3 de octubre, la hidroeléctrica Mazar estuvo apagada todo el día y el 4 de noviembre, también estuvo fuera de operación varias horas, además, fue feriado y hubo menos demanda.
Los embalses son mecanismos de regulación en las centrales hidroeléctricas, que mientras estén en niveles óptimos de agua, permiten garantizar la generación de energía con más estabilidad cuando no hay lluvias, dice Buitrón.
Pero con el agua de Mazar cerca de rozar el nivel mínimo de 2.110, y con los caudales más bajos históricos desde 1964, el complejo ya no tiene un mecanismo de reserva.
"Si el embalse tuviera unos 2.125 msnm, podría garantizar un poco más de estabilidad, se podrían programar menos cortes con más seguridad, pero con el nivel mínimo, casi se ha vuelto una central de pasada, lo que llega de agua se usa", agrega Buitrón.
¿Coca Codo ayudará a cumplir la promesa?
De ahí que, para ofrecer reducción de cortes de luz a seis horas diarias, el Gobierno podría estar dependiendo de que la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, ubicada en Napo, genere a una mayor capacidad, de entre 500 y 700 megavatios, dice Buitrón.
Pero es demasiado inestable la generación de Coca Codo, los caudales varían mucho, hay días que ha generado 300, otros 400 y otros días 700, "es muy incierto como para sostener el ofrecimiento de menores cortes en la generación de esta central", agrega.
Coca Codo ha generado 467 megavatios en promedio entre el 1 y el 22 de noviembre de 2024; esto es el 31% de los 1.500 megavatios de potencia para los que fue construida, según el gobierno del entonces presidente Rafael Correa.
No obstante, que Coca Codo llegue a una generación máxima será difícil en diciembre, un mes en el que históricamente, los caudales de los ríos de esa zona son más bajos en la cuenca oriental en donde está la central.
Para generar 1.500 megavatios de potencia máxima, Coca Codo debería poder captar 275 m3/s, pero su diseño solo le permite captar hasta 225 metros cúbicos por segundo (m3/s).
Por eso, la central nunca ha podido entregar los 1.500 megavatios de potencia, sino entre 800 y 900 en promedio.
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