"Por un plan de celular que no cerré se me cerraron las puertas para tener créditos durante más de 10 años"
La re exclusión de ecuatorianos del sector financiero es un fenómeno que ha aumentado desde 2019, según el informe "La inclusión Financiera en el Ecuador Avances 2024.

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PRIMICIAS.
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En 2014 empecé a acumular la deuda con el IESS, por mi emprendimiento de servicios de contabilidad. No la pude pagar a tiempo porque perdí a mi principal cliente. El IESS no era tan insistente en el cobro, solo enviaba correos a veces y dejé que el tiempo pase.
Además, para 2020 mi situación económica empeoró, porque vino la pandemia de Covid-19 y no tenía trabajo ni clientes para mi negocio de contabilidad.
Esta deuda con el IESS comenzó siendo de USD 4.000 y con el tiempo subió a USD 8.000. La pagué recién en 2021, porque mi esposa pudo ayudarme, ella sí tenía una tarjeta de crédito.
Yo había tratado de pedir créditos en bancos, cooperativas, pedía tarjetas, pero nada. Siempre me decían que tenía una deuda con cartera castigada.
Era frustrante, estresante, me generaba ansiedad no tener cómo pagar lo que debía. Pensé que pagando lo del IESS todo mejoraría, pero seguían negándome créditos.
Por eso decidí comprar un reporte en un buró de crédito para ver mi score y entender qué pasaba. Mi score era de 200 puntos y ahí en el reporte del buró vi que tenía otra deuda que yo no sabía.
Me apareció una supuesta deuda de un plan de celular. Por 2012, yo cerré ese plan, pero esa telefónica no lo registró al parecer. Y sin saberlo, empecé a acumular una deuda por años.
Para ese entonces, otra empresa que compró la cartera vencida para cobrar, me contactó.
Era una deuda USD 300, que no me correspondía pagar, porque yo sí cerré el plan y ya no estaba recibiendo el servicio. Lamentablemente, como habían pasado tantos años, yo ya no tenía documentos ni respaldos. Fue una injusticia, al final, me tocó pagar.
Esta empresa de gestión de cobranza era muy insistente, me llamaban pasando dos días y varias veces durante el día, de números diferentes. No tuve opción.
En 2023 pagué a la telefónica y recién pude intentar mejorar mi puntaje en el buró. Ya habían pasado un par de años de la pandemia y también mi situación laboral había mejorado.
Primero saqué una tarjeta de una casa comercial de venta de ropa, la tuve varios meses y pagué todo a tiempo. Luego saqué un plan de telefonía móvil en otra empresa, también pagué a tiempo por unos seis meses y cerré ese plan.
Para octubre de 2024, me apareció una publicidad de tarjetas de crédito y fui a la entidad bancaria a consultar si podía tener una. Finalmente me dijeron que sí, pero era una tarjeta de crédito con cupo de garantía, que consiste en que uno debe depositar un monto de dinero para poder comprar a crédito.
Me ha ido bien hasta ahora, pago a tiempo todo y mi score está en 750 puntos. Ahora sé que es importante estar pendiente de las deudas, hacer los esfuerzos posibles para pagar y no dejar que pase tanto tiempo, darle prioridad.
La re exclusión aumenta desde 2019
La re exclusión de ecuatorianos del sector financiero es un fenómeno que ha aumentado desde 2019, según el informe "La inclusión Financiera en el Ecuador Avances 2024", presentado el 2 de julio de 2025 por la Red Financiera de Desarrollo (RFD).
¿Qué implica la re exclusión financiera? Ocurre cuando un individuo ya no puede acceder a préstamos o comprar a crédito porque no pagó a tiempo deudas en el pasado. Según RFD, se consideran personas re excluidas quienes tienen créditos vencidos, cartera con demanda judicial, cartera castigada o un 'score' en el buró de crédito menor a 300 puntos.
La abogada especialista en temas financieros, Grace Chiriboga explica en qué consiste cada caso.
1. Créditos vencidos: Quienes tienen una cuota de un crédito o varias, vencidas; es decir, no pagaron lo que correspondía en la fecha de vencimiento que establece la tarjeta de crédito o el contrato del préstamo. Una deuda está vencida al día uno de atraso en adelante, añade Chiriboga.
2. Créditos con demanda judicial: En este grupo están quienes fueron demandados por la entidad financiera ante una corte, por no haber pagado a tiempo la deuda durante un largo tiempo.
Chiriboga explica que las personas con cuotas de créditos vencidos pueden llegar a tener una demanda judicial si la entidad financiera decide adoptar esa estrategia como última instancia luego de haber buscado durante algún tiempo cobrar por otras vías extrajudiciales sin éxito.
3. Cartera castigada: Esto ocurre cuando han transcurrido 1.080 días (tres años) y la persona no ha pagado la deuda.
La entidad financiera cataloga esa deuda como "cartera castigada"; pues considera que ya no se podrá cobrar y la registra como pérdida en sus balances, añade Chiriboga.
4. Un 'score' en el buró de crédito de menos de 300 puntos es una calificación baja que refleja una mala referencia en el mundo crediticio.
Los burós de crédito son empresas privadas que elaboran los puntajes o score, con los datos del historial de créditos que ha tenido una persona. En Ecuador hay dos: Equifax y Aval.
Con los datos del historial crediticio, los burós aplican fórmulas estadísticas para generar un puntaje que va en la escala de 1 a 999.
Mientras más alto el puntaje, hay más probabilidades de que la persona acceda a un crédito, y al contrario, con un score bajo, es menos probable que le concedan préstamos.
¿Qué deudas pueden llevar a la re exclusión?
Danny, un contador de 39 años, asado, con dos hijos, fue parte de la población re excluida del sistema financiero.
Este contador relata que acumuló durante años dos deudas. Una deuda como patrono en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y otra deuda en una empresa de telefonía celular.
Danny dice que estas dos deudas impagas por años lo llevaron a tener un puntaje de menos de 200 puntos en el buró de crédito, con lo que vivió un estresante período en el que ninguna entidad financiera le concedía créditos.
No obstante, Javier Velasco, gerente del buró de crédito Aval, aclara que las deudas patronales con el IESS no se reportan a los burós de crédito para elaborar el score de los clientes.
Los burós de crédito solo reciben información del Banco del IESS (Biess) por créditos hipotecarios y quirografarios, añade Velasco.
Por eso lo más probable es que el problema de re exclusión de Danny se haya originado por la deuda con la empresa de telefonía, añade Velasco.
"Lo que muestra el retraso constante en el pago de deudas es que la persona tiene un alto riesgo crediticio, refleja un mal comportamiento de pago. En este caso no importa si el monto es bajo, USD 5 por ejemplo, lo que deteriora la calificación es haber dejado que pasen años sin pagar la deuda", aclara Velasco.
Una deuda pequeña de telefonía se convirtió en una bola de nieve
Este es el testimonio de Danny:
En 2014 empecé a acumular la deuda con el IESS, por mi emprendimiento de servicios de contabilidad. No la pude pagar a tiempo porque perdí a mi principal cliente. El IESS no era tan insistente en el cobro, solo enviaba correos a veces y dejé que el tiempo pase.
Además, para 2020 mi situación económica empeoró, porque vino la pandemia de Covid-19 y no tenía trabajo ni clientes para mi negocio de contabilidad.
Esta deuda con el IESS comenzó siendo de USD 4.000 y con el tiempo subió a USD 8.000. La pagué recién en 2021, porque mi esposa pudo ayudarme, ella sí tenía una tarjeta de crédito.
Yo había tratado de pedir créditos en bancos, cooperativas, pedía tarjetas, pero nada. Siempre me decían que tenía una deuda con cartera castigada.
Era frustrante, estresante, me generaba ansiedad no tener cómo pagar lo que debía. Pensé que pagando lo del IESS todo mejoraría, pero seguían negándome créditos.
Por eso decidí comprar un reporte en un buró de crédito para ver mi score y entender qué pasaba. Mi score era de 200 puntos y ahí en el reporte del buró vi que tenía otra deuda que yo no sabía.
Me apareció una supuesta deuda de un plan de celular. Por 2012, yo cerré ese plan, pero esa telefónica no lo registró al parecer. Y sin saberlo, empecé a acumular una deuda por años.
Para ese entonces, otra empresa que compró la cartera vencida para cobrar, me contactó.
Era una deuda USD 300, que no me correspondía pagar, porque yo sí cerré el plan y ya no estaba recibiendo el servicio. Lamentablemente, como habían pasado tantos años, yo ya no tenía documentos ni respaldos. Fue una injusticia, al final, me tocó pagar.
Esta empresa de gestión de cobranza era muy insistente, me llamaban pasando dos días y varias veces durante el día, de números diferentes. No tuve opción.
En 2023 pagué a la telefónica y recién pude intentar mejorar mi puntaje en el buró. Ya habían pasado un par de años de la pandemia y también mi situación laboral había mejorado.
Primero saqué una tarjeta de una casa comercial de venta de ropa, la tuve varios meses y pagué todo a tiempo. Luego saqué un plan de telefonía móvil en otra empresa, también pagué a tiempo por unos seis meses y cerré ese plan.
Para octubre de 2024, me apareció una publicidad de tarjetas de crédito y fui a la entidad bancaria a consultar si podía tener una. Finalmente me dijeron que sí, pero era una tarjeta de crédito con cupo de garantía, que consiste en que uno debe depositar un monto de dinero para poder comprar a crédito.
Me ha ido bien hasta ahora, pago a tiempo todo y mi score está en 750 puntos. Ahora sé que es importante estar pendiente de las deudas, hacer los esfuerzos posibles para pagar y no dejar que pase tanto tiempo, darle prioridad.
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