Viernes, 26 de abril de 2024

Rock and Roll Hall of Fame 2020: entre el pop y el rock industrial

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

21 Ene 2020 - 0:05

Trent Reznor, el cerebro detrás de Nine Inch Nails, en concierto

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

21 Ene 2020 - 0:05

Trent Reznor, el cerebro detrás de Nine Inch Nails, en concierto - Foto: Nine Inch Nails.com

En la lista de músicos y artistas que ingresarán este año al Rock and Roll Hall of Fame están Whitney Houston, Notorious B.I.G., Depeche Mode, Doobie Brothers, T-Rex y Nine Inch Nails. La ceremonia de inducción será el próximo 2 de mayo, en Cleveland.

La lista final apareció hace una semana. Con la votación de fanáticos y gente de la industria, Whitney Houston, Notorious B.I.G., Depeche Mode, Doobie Brothers, T-Rex y Nine Inch Nails ingresan este año al Rock and Roll hall of fame.

Esto, 25 años después de la salida de su primer disco: el requisito fundamental para ser parte de esta lista selecta.

Que no deja de ser polémica o compleja. Porque es cierto que a este salón le hace falta mujeres. Y también es real que resulta complicado aceptar que haya músicos o bandas que no ingresan a la primera oportunidad. Este año, en la lista preseleccionada estaban y no alcanzaron a entrar Pat Benatar, Rufus featuring Chaka Khan, Dave Mattherws Band, Thin Lizzy, Motörhead y Judas Priest.

Sí, mujeres y algo más de rock quedaron afuera.

El próximo 2 de mayo se realizará la gala, en la que los músicos o sus representantes -en el caso de Houston y Notorious B.I.G- serán oficialmente inducidos y, en el caso que se pueda, interpretarán algunas de sus canciones.

Este resulta ser el momento más alto de la velada, desde que se inauguró a inicios de la década de los 80. Gente que no se veía, ni compartía escenario en mucho tiempo, tiene la oportunidad de tocar de nuevo. Por ejemplo, en 2002 el mundo pudo ver por última vez a Talking Heads en escena, tocando su clásico Psycho Killer.

La sonrisa de Trent Reznor

En 2018, a Trent Reznor -la cabeza, corazón y motor de Nine Inch Nails- le preguntaron sobre la posibilidad de ingresar al Rock and Roll Hall of Fame. Su respuesta no dejaba dudas:

“Me importa una mierda, ¿sabes? (…) Lo peor sería entrar. ¿Y luego qué? ¿Debemos ir a su show y tocar? (…) ¿Qué puede ser lo menos rock and roll que un Rock and Roll Hall of Fame?“.

Un año después, Reznor estaría presentando en ese escenario a The Cure, una de sus bandas preferidas. La situación había cambiado. Ya no lo odiaba, lo aceptaba. Era la banda que más amaba y a la que le daban espacio:

“Recuerdo haberme dicho ¿cómo puedo tomar a este premio con seriedad si le abren la puerta a X, Y y Z y no reconocen a The Cure. Y hace no mucho tiempo recibí una llamada y digamos que nunca he estado tan contento de comerme mis propias palabras".

Nine Inch Nails se inició en 1988 y un año después apareció su primer disco, Pretty Hate Machine. Dice la leyenda que Reznor lo grabó mientras era el conserje de un estudio de grabación en su natal Cleveland.

Con la aparición de su segundo disco, The Downward Spiral, el grupo adquirió niveles de crítica y fanáticos que se continúan maravillando con el trabajo que Reznor y compañía siguen lanzando.

Rock y poder, con sentido gótico, industrial y electrónico. La combinación perfecta.

"Less Than", del Ep 'Add Violence', de 2017

Nota: el grupo siempre ha sido el proyecto de Reznor, el único integrante constante. Otros músicos, como el guitarrista Robin Fink, han colaborado sin ser parte oficial de la banda. Desde 2016, Atticus Ross es el segundo integrante oficial de Nine Inch Nails.

La voz que siempre se extraña

Whitney Houston tenía 48 años cuando falleció, en febrero de 2012. Había pasado por toneladas de problemas y situaciones ligadas con drogas. No fue una buena vida al final. Simplemente se ahogó en una tina de un hotel. Eso fue todo.

Es la artista de The Bodyguard. La mujer que sostuvo esa nota interminable, al final de I will always love you. La que sabía qué hacer y cómo manejar sus cuerdas vocales y su boca.

Pero, siempre tuvo esa voz genial y un éxito brutal, como lo demostró en el último de los siete discos que grabó, I look to you.

Sí, sensibilidad pop ochentera, que pudo madurar y sonar siempre bien.

Armonías vocales con casi cinco décadas de trayectoria

Piense un género musical que se cante en inglés. ¿Lo tiene en su cabeza? Pues salvo hip-hop y rap, The Doobie Brothers lo han hecho todo. Sí, todo.

Dos eras definidas con dos cantantes distintos entre sí: Tom Johnston y Michael McDonald -que ahora cantan juntos en el grupo-. Una banda que ha tenido tantas vidas como producciones.

Rock, soul, R&B, country, folk. Todo en uno, en una carrera de 15 discos de estudio y otras decenas más en vivo. Con una venta escandalosa de 40 millones de unidades. The Doobie Brothers son parte de la historia de la música, aunque nadie sepa quienes son.

Eso a pesar de que Los Simpson hayan hecho una broma sobre ellos que sigue siendo increíble.

24 años fueron suficientes para Christopher George

Es sencillo. Hip-hop de los dioses. 16 días después de su asesinato, salía su segundo disco. Una historia de dos álbumes. Nada más. Suficiente para entender el poder de Christopher George Latore Wallace, conocido como Notorious B.I.G., o Biggie Smalls, o como la mano derecha de Sean 'Puffy' Combs.

24 años y listo. Ese personaje de mafioso gigante, en onda Kingpin, el clásico villano de Daredevil. Siempre con cara de malo en los videos.

En 1997 Biggie Smalls moría asesinado -su muerte, junto a la de Tupac Shakur, son los dos momentos más violentos del enfrentamiento entres los lados Este y Oeste de Estados Unidos. Esas dos comunidades fuertes de hip-hop-. Nacía una leyenda, que golpeó con fuerza e influyó a muchos de sus colegas.

Y que continúa siendo importante, en varias de las listas de los mejores raperos de toda la historia.

El 'guitar hero' que el glam rock necesitaba

Marc Bolan cambió todo. Estaba a punto de cumplir 30 años, cuando murió en un accidente de tránsito, en su Londres natal. Era 1977.

A esa altura ya había hecho lo que debía hacer con su banda T-Rex. Rock y glam, canciones que funcionan todavía como himnos, revolución con los ingleses de los 70, casi como había pasado con The Beatles, en la década anterior.

Bolan -su apellido real era Feld- se inició como un músico folk, en un dúo con Steve Peregrin Took, quien se dedicaba a las percusiones. El proyecto se llamaba Tyrannosaurus Rex y publicó varios discos. Pero, como le pasó a Dylan, las guitarras eléctricas lo llamaron y el grupo mutó a T-Rex. La cadencia que necesitaba el mundo.

En los 70, Bolan era el rey del mundo. Y en su música se notaba.

Dejad que los sintetizadores vengan a mí

Es cuestión de cruzar los dedos. Porque es probable que el próximo 2 de mayo, en el escenario del Rock and Roll Hall of Fame se suban y toquen Dave Gahan, Martin L.Gore, Andy Fletcher, Alan Wilder -que se fue de la banda en 1995- y hasta Vince Clarke -quien grabó con ellos el primer disco y luego se retiró para formar su propio proyecto, Erasure-.

Es decir, el sueño absoluto.

Depeche Mode como un proyecto new wave y electrónico, con una relación directa con los sintetizadores y las cajas de ritmos. Un contacto que con los años ha ido mutando y que ha tenido en Gore a su principal compositor. En algún momento decidió dejar el teclado y usar una guitarra. Desde ahí no la soltó.

Con una carrera de casi 40 años, Depeche Mode es un grupo que sigue en funciones. En 2017 lanzaron su disco número 14, Spirit. Y no hay nada que pueda alterar lo que el cantante Dave Gahan consigue con su voz. Nada.