Jueves, 02 de mayo de 2024

Lo bueno y lo malo de la devaluación del peso para Ecuador

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

27 Oct 2022 - 5:28

Ecuador siente la devaluación del peso colombiano a través en tres frentes, entre ellos el comercio exterior y el flujo de turistas hacia Colombia.

Imagen referencial de un billete de 100.000 pesos colombianos.

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

27 Oct 2022 - 5:28

Imagen referencial de un billete de 100.000 pesos colombianos. - Foto: EFE

Ecuador siente la devaluación del peso colombiano a través en tres frentes, entre ellos el comercio exterior y el flujo de turistas hacia Colombia.

El peso colombiano ha caído a su nivel más bajo frente al dólar desde 1991, al cotizarse a 5.000 pesos por USD 1, en octubre de 2022. Así lo sostienen los registros del Banco Central de Colombia.

El peso es ya una de las monedas más devaluadas en Latinoamérica, pues en lo que va del año ha bajado 24%.

La economía ecuatoriana siente el efecto de la depreciación del peso en tres frentes: comercio exterior, Inversión Extranjera Directa (IED) y turismo.

La caída del peso se debe a una serie de choques externos e internos, entre ellos la incertidumbre sobre la política económica tras la elección del izquierdista Gustavo Petro como presidente de Colombia.

Déficit comercial

La depreciación del peso frente al dólar influye en la dinámica comercial de Ecuador y Colombia.

Con la reactivación económica, tras la pandemia de Covid-19, las exportaciones y las importaciones entre las dos economías entraron en proceso de recuperación.

Pero, en términos reales, las importaciones de Ecuador desde Colombia registran un mayor crecimiento en valor.

Eso porque la depreciación del peso hace que los empresarios ecuatorianos tengan mayor poder adquisitivo, es decir, puedan comprar más medicinas, vehículos livianos y vehículos pesados, destinados a la industria, dice el Ministerio de Producción.

Entre enero y agosto de 2022, las importaciones que hizo Ecuador desde Colombia sumaron USD 1.372 millones, según el Banco Central.

Eso equivale a USD 216 millones más frente a los ocho primeros meses de 2021.

En tanto que las exportaciones ecuatorianas hacia Colombia sumaron USD 642 millones en enero-agosto de 2022: un aumento de USD 126 millones en comparación con el mismo período de 2021.

Los productos que Ecuador exporta más a Colombia son enlatados de pescado, maderas y manufacturas de metal.

Pero la pérdida de valor del peso ahonda el déficit de la balanza comercial de Ecuador con Colombia, lo que significa que las importaciones superan a las exportaciones.

Menos inversión

Otro impacto de la depreciación del peso es la caída de la Inversión Extranjera Directa (IED) que Colombia destina a Ecuador.

Colombia ha inyectado USD 6 millones a Ecuador en el primer semestre de 2022. Es una baja de 43% frente al mismo período de 2021, cuando llegaron USD 10 millones por concepto de IED.

Las actividades económicas que recibieron menos IED colombiana son explotación de minas y canteras, construcción y manufactura.

Más viajes a Colombia

Por último, la devaluación del peso ha impulsado el turismo de ecuatorianos hacia Colombia.

Más de 136.000 viajes de turismo de ecuatorianos hacia el vecino país se han registrado entre enero y septiembre de 2022, según la Subsecretaría de Migración.

Es un aumento de 663% en comparación con los nueve primeros meses de 2021.

¿A qué responde el incremento? A que la depreciación del peso hace que Colombia se convierta en un destino atractivo para los turistas de países dolarizados, que van de compras.

En Colombia, quienes tienen dólares pueden comprar más bienes y servicios con la misma cantidad de dinero.

Por ejemplo, un combo de hamburguesa, con papas fritas y bebida, de una cadena internacional, cuesta 21.900 pesos, lo que equivale a USD 4,40.

El precio del mismo combo de la misma cadena de alimentos en Ecuador está en USD 8,44, es decir, casi el doble frente al precio de Colombia.

Lo mismo ocurre con artículos tecnológicos, ropa y calzado.

Representantes del sector comercial de Ecuador dicen que las compras hechas en Colombia para consumo personal son marginales, por lo que no impactan directamente al sector.

Sin embargo, consideran que existe una amenaza cuando las compras son masivas e ingresan como contrabando, evadiendo impuestos y regulaciones.