Lunes, 29 de abril de 2024

318 grandes empresas y una con más de 200 socios optaron por ser SAS

Autor:

Patricia González

Actualizada:

12 Oct 2023 - 5:58

Del total de Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), 318 son grandes. Expertos societarios analizan por qué una firma grande decide ser SAS.

Edificio de la Superintendencia de Compañías, en Quito.

Autor: Patricia González

Actualizada:

12 Oct 2023 - 5:58

Edificio de la Superintendencia de Compañías, en Quito. - Foto: Cortesía Superintendencia de Compañías.

Del total de Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), 318 son grandes. Expertos societarios analizan por qué una firma grande decide ser SAS.

Las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), empresas que se crean hasta con USD 1, fueron diseñadas para impulsar la formalización de los emprendedores, pero en Ecuador hay empresas grandes con cientos de accionistas que también utilizan esta figura.

En Ecuador existen 44.488 SAS, según datos de la Superintendencia de Compañías, con corte al 21 de septiembre de 2023.

La gran mayoría de las SAS son microempresas o pequeñas empresas. Pero también, hay 318 empresas grandes y 660 medianas que son SAS. Una compañía grande en Ecuador factura más de USD 5 millones al año y tiene más de 200 empleados.

De hecho, existen 530 SAS con más de cinco accionistas, de las cuales hay dos SAS con más de 50 accionistas y una que supera los 200 socios.

Esto responde a que empresas de gran tamaño, que estaban constituidas mediante otra figura, se están transforman en una o varias SAS por diferentes razones.

Para el superintendente de Compañías, Marco López, una de las motivaciones es "eludir controles", como el pago de tributos.

"Traje a la medida"

No obstante, para el abogado corporativo, Esteban Ortiz, no hay una relación directa entre el tamaño de una empresa y el uso de esta u otra figura corporativa, que están a disposición de empresarios o inversionista para diversos fines.

"Las SAS no son solo para emprendedores, sirve para todos", recalca Ortiz, socio del estudio jurídico Pérez Bustamante & Ponce.

Una de las ventajas de las SAS, para Ortiz, es que permiten "hacer un traje a la medida" con relación a las necesidades que tenga una empresa, facilitando el diseño de un gobierno corporativo.

Por ejemplo, añade Ortiz, una compañía familiar puede reestructurarse utilizando esta herramienta para proteger la inversión en procesos de sucesión.

También, se podrían establecer mecanismos propios para la toma de decisiones, distribución de utilidades o creación de directorios. "Las compañías anónimas y limitadas carecen de esta moldeabilidad en los estatutos que permiten proteger las inversiones", dice Ortiz.

Según Ortiz, grandes compañías están usando esta herramienta para ser más eficientes en el manejo interno, pensando en la sostenibilidad de la empresa en el largo plazo.

¿Evasión de pagos a acreedores?

El profesor en Derecho de la Competencia y Negocios Fiduciarios de la Universidad Andina Simón Bolívar, Patricio Pozo, coincide en que las SAS son un mecanismo innovador que ofrece facilidades para la toma de decisiones y permite mejorar los procesos de gestión.

De cara a los inversionistas, las SAS ofrecen otra ventaja, comenta Pozo. Los dividendos que se perciben de parte de otras compañías están exentos del pago del Impuesto a la Renta. Esto ocurre, por ejemplo, en un grupo societario con varias empresas.

Sin embargo, advierte que algunas compañías grandes (sociedades anónimas o compañías limitadas) también están recurriendo a esta herramienta con otras finalidades.

Estas empresas, por ejemplo, se pueden dividir en varias SAS, que pueden ser cinco o más, y traspasar ciertos activos productivos, como una fábrica, a una SAS.

Mientras que en otros activos menos productivos y pasivos considerados problemáticos, incluso de carácter laboral, se dejan en otra SAS.

"Si la SAS problemática quiebra, dejas a salvo la SAS que sí es productiva. Esto podría darse para no cumplir o complicar el pago de obligaciones con ciertos acreedores"

De hecho, considera que por la flexibilidad de las SAS, sí existe un riesgo latente de que se utilice esta figure para eludir controles, incluso para el lavado de activos.

Para el profesor universitario, una solución para evitar estos temas podría ser una reforma legal para que compañías que superen cierto número de socios o volumen de operaciones no puedan transformarse en SAS.