Viernes, 26 de abril de 2024
La Cocina Imaginada
No me digan extranjero
Ignacio Medina

Ignacio Medina

Me dedico al periodismo gastronómico desde hace 40 años. He trabajado en diarios, revistas especializadas, emisoras de radio y programas de televisión. La crítica es imprescindible para avanzar en cualquier disciplina; sin ella es difícil hacerse preguntas y recibir estímulos para buscar respuestas. 

Actualizada:

29 Oct 2022 - 5:28

Mi relación con Ecuador empezó hace ocho años. Un par de conferencias en Quito y Guayaquil, agachaditos, mercados y la misma pregunta repitiéndose: ¿dónde hay un comedor ecuatoriano? 

Un día me llevaron a un local de la Foch: fotos de platos, turistas nórdicos ocupándolo y una cantante de tangos entreteniéndolos. Salí corriendo. 

Mi puesto, como consultor de una chocolatera, impulsó mi relación con el país y multiplicó las visitas, que se normalizaron gracias al trabajo con Diners Club Ecuador.

Con el programa Orígenes, recorrí la Sierra y parte de la Costa, rodando catorce capítulos de Cocinando en los Orígenes, y las dos temporadas de Secretos de Familia: treinta y dos programas más.

Recorrí gran parte del Ecuador. Esmeraldas, Zaruma, Saraguro, Ahuano, Píllaro, Pelileo, Puerto López, Salinas, Patate, Otavalo, Cuenca, Ambato, El Juncal, Manta…

Visité a productores por Naranjal, Vinces, Babas, Archidona, Tena, Coca, San Vicente, Chone, Salinas de Guaranda…

Recorrí sus chacras, los acompañé con el ganado, entendí la recolección en el bosque amazónico, conocí a productores de café y a pequeños cacaoteros.

Conocí más Ecuador que muchos ecuatorianos.

Abrieron la puerta de sus casas, me contaron sus historias y compartieron sus mesas con generosidad.

Conocí un Ecuador íntimo y recogido, cargado de emociones. Hace tiempo que está muy dentro mío.

Una comida abundante y deliciosa.

Una comida abundante y deliciosa. Ignacio Medina.

Escribo sobre Ecuador y sus cocinas. Unas veces a gusto de muchos, otras a disgusto de algunos. Mi compromiso es provocar el debate: sin él no hay avance. Me gusta pensar que ayudo a conseguirlo.

Utilizo mis relaciones para promover la presencia de cocineros ecuatorianos en los grandes congresos internacionales.

Juan Sebastián Pérez estará, el 3 de diciembre en Bogotá Madrid Fusión. Alejandro Chamorro participará en la próxima edición de Madrid Fusión, en enero de 2023.

Los elegí personalmente -el congreso es una empresa privada con capacidad para elegir a quien prefiera- porque conozco el nivel de calidad que exige la participación en los certámenes gastronómicos de referencia, y por ahora no tenemos más profesionales de primera línea que mostrar.

Hay cocineros disconformes; piensan que deberían ser los elegidos. Algunos lo expresan públicamente, aunque a veces se les va la mano, como le ha sucedido a Rodrigo Pacheco.

No le preocupa lo que hago, sino que lo haga un español: "Molesta que un crítico español, quien desconoce los orígenes de nuestra cultura y de nuestra cocina seleccione, compare y minimice el potencial culinario del Ecuador", escribía en Twitter.

Estoy acostumbrado al disparate.

Me han llamado extranjero en siete países y dos continentes, incluidos los que me dieron pasaporte: España y Perú, pero nunca consiguieron que me sienta como tal.

No me duele la xenofobia, aunque sorprende en pleno siglo XXI. Es más que corriente en nuestros días; la traen la incultura y el desprecio de quien se siente superior a los demás.

Me duele el engreimiento y el desafío de un cocinero que debería estar más preocupado por aprender y mejorar su trabajo, que por aparentar lo que todavía no es.

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