En las dos ocasiones que el gran artista Fernando Botero pintó a Pablo Escobar, siempre mostró al narcotraficante sobre el tejado de una casa, tal cual como murió.
Es innumerable el legado de Fernando Botero, el artista más universal que ha tenido Colombia, y que falleció este 15 de septiembre a los 91 años.
Famoso en todo el mundo por sus figuras rotundas y voluminosas, para Botero no valía el calificativo de 'gordo' a sus inspiraciones y retratos.
Si bien a lo largo de su carrera, Botero tuvo numerosas escalas, con pinturas de colores voluminosos y esculturas de bronce gigantes, hay dos obras del colombiano que se recuerdan este viernes, a propósito de su fallecimiento.
Se trata de dos pinturas donde retrata al narcotraficante colombiano Pablo Escobar, a quien en vida Botero dijo que aborrecía por todo el daño hecho a su país.
En una entrevista con el portal británico BBC, el hijo de Botero, Juan Carlos Botero, habló sobre la historia de estas obras: "La muerte de Pablo Escobar" (1999) y "Pablo Escobar muerto" (2006)
En ambos, Botero recrea los minutos finales del criminal colombiano y lo muestra encima de los tejados de una vivienda, tal cual murió en la vida real.
Según Juan Carlos Botero, quien habló con la BBC en 2018, el primer cuadro de su padre expone a Escobar como parte de la violencia en Colombia, el conflicto armado, las masacres y atentados.
Y en el segundo cuadro, Botero retrata a un Escobar muerto y gigante, debido a la magnitud de la destrucción que ocasionó.
Fernando Botero, el artista colombiano más universal, famoso en todo el mundo por sus figuras rotundas y voluminosas, ha fallecido a los 91 años. El célebre pintor, escultor y dibujante, murió en su casa en el principado de Mónaco, donde se recuperaba después de haber sufrido… pic.twitter.com/nOGZcJIxQ0
— El Club del Arte 🎨📷📚🖼🕍🎼 (@Arteymas_) September 15, 2023
"Mi papá no los hizo para cambiar la realidad, pero sí para mantener estos episodios y que nunca se lleguen a olvidar. La intención era relatar la brutal realidad colombiana", contó el hijo de Botero.
No fue la única ocasión en que las obras de Botero cruzan el umbral de los atentados y matanzas.
En 1995 una bomba en el centro de Medellín mató a 23 personas y destruyó parcialmente una de sus esculturas, El Pájaro, cuyos restos permanecen en el lugar.
“El pájaro” y “El pájaro herido”, testigos de la violencia vivída en los 90s en Medellín. Fernando Botero ❤️🇨🇴 pic.twitter.com/7l8J9vjhLF
— Jorge Villa Bluesky:@jurgenvilla.bsky.social (@Jurgenvilla) September 15, 2023
El legado de Botero incluye más de 3.000 pinturas y 300 esculturas. En los últimos años, en una carrera febril, trabajaba 10 horas diarias. La sola idea de dejar los pinceles "me aterra más que la muerte", decía.