Jueves, 25 de abril de 2024

Viejos conocidos de la política apuntalan la campaña de tres candidatos

Autor:

Juan Manuel Yépez

Actualizada:

14 Ene 2021 - 0:05

Autor: Juan Manuel Yépez

Actualizada:

14 Ene 2021 - 0:05

Los candidatos de CREO-PSC, Guillermo Lasso; de UNES, Andrés Arauz; y de Fuerza Ecuador, Carlos Sagnay, acuden a líderes como Nebot, Correa y Bucaram para conseguir respaldo popular.

Los candidatos presidenciales buscan alternativas para seducir a los votantes ante la prohibición de realizar concentraciones políticas masivas en todo el país, para evitar focos de contagio del coronavirus.

Los mítines dejaron los barrios para instalarse en las redes sociales, donde los candidatos, no solo se contorsionan en las plataformas digitales, sino que muestran su influencia junto a figuras políticas de mayor trayectoria.

El postulante de Creo-PSC, Guillermo Lasso, se apuntala en el capital político de Jaime Nebot; Andrés Arauz, de Unión por la Esperanza, no se desmarca del holograma de Rafael Correa; y Carlos Sagnay, de Fuerza Ecuador, se sube a la camioneta con Abdalá Bucaram.

El objetivo: usar ese capital político para captar votos en bastiones tradicionales socialcristianos, correístas y exroldosistas.

¿Esta estrategia tendrá impacto en la figura de los candidatos?

Guillermo Lasso-Jaime Nebot

El candidato presidencial Guillermo Lasso aprovecha la alianza de su movimiento Creo con el Partido Social Cristiano (PSC) para exponer su cercanía con el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.

En la página de Facebook de Nebot, la noche del martes, se publicó un video en el que el líder socialcristiano conversa con Lasso sobre la propuesta de la alianza para salir de la crisis, en la Terminal Terrestre de Guayaquil.

Pero, esta alianza coyuntural es netamente presidencial y responde a una estrategia definida: captar los votos socialcristianos en los sectores populares de Guayaquil y sus zonas de influencia en Guayas, El Oro y Los Ríos.

La estructura política del PSC en esos bastiones jugará un papel importante en la campaña de Lasso, opina la politóloga Rebeca Morla.

Andrés Arauz-Rafael Correa

Andrés Arauz, de Unión por la Esperanza (UNES), se resiste a marcar distancias con el expresidente de la República, Rafael Correa, en su campaña para asegurar el voto duro del correísmo, pese a la prohibición del Consejo Nacional Electoral de usar su imagen.

La figura de Correa, que aparece como un holograma en los spots de UNES, es fundamental para apuntalar la imagen de Arauz, porque "arrastra con fuerza a toda la clientela electoral", sostiene el analista Felipe Burbano.

Se refiere a Pichincha, Guayas y Manabí, que concentran el 50% del electorado, donde el correísmo ha ganado las cuatro últimas elecciones.

Pero, al mismo tiempo "tiene un efecto contradictorio, destruye a Arauz porque queda claro que quien va a gobernar será Rafael Correa", dice Burbano.

Carlos Sagnay-Abdalá Bucaram

Por su parte, Carlos Sagnay, postulante de Fuerza Ecuador, usa la figura de Abdalá Bucaram, aspirante a la Asamblea, para seducir a los sectores populares guayaquileños en los que el exlíder roldosista tenía influencia en los 80 y 90.

Sin embargo, los escándalos de corrupción que involucran a la familia Bucaram por la supuesta venta irregular de medicamentos e insumos médicos en hospitales públicos de Guayaquil han perjudicado su imagen política.

El consultor político Oswaldo Moreno plantea que, pese a todos sus problemas legales, la figura de Bucaram está vigente. "El problema es saber cuál será el efecto final en la gobernabilidad del país".

Los 20 años de exilio de Bucaram en Panamá también tuvieron consecuencias en su influencia en la política ecuatoriana, especialmente en el electorado, que ni sus círculo íntimo pudo mantener en vigencia.