Domingo, 28 de abril de 2024

Exención de la visa Schengen, el sueño ecuatoriano que se derrumba

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

21 Jul 2023 - 5:59

Los ciudadanos de Ecuador y Bolivia son los únicos sudamericanos que necesitan tramitar una visa Schengen. Como está el escenario internacional, esto no cambiará pronto.

El gobierno ecuatoriano firmó un memorando de entendimiento con la Unión Europea, el 17 de julio de 2023, en Bruselas.

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

21 Jul 2023 - 5:59

El gobierno ecuatoriano firmó un memorando de entendimiento con la Unión Europea, el 17 de julio de 2023, en Bruselas. - Foto: Presidencia

Los ciudadanos de Ecuador y Bolivia son los únicos sudamericanos que necesitan tramitar una visa Schengen. Como está el escenario internacional, esto no cambiará pronto.

Las esperanzas de los ecuatorianos de poder viajar libremente a la Unión Europea, sin requerir una visa Schengen, desaparecen. Los presidentes Lenín Moreno y Guillermo Lasso ofrecieron conseguir lo que Rafael Correa truncó en 2009, pero no ha sido posible.

Aunque el presidente Lasso estuvo muy cerca de lograrlo, ahora la exención de la visa Schengen se limita a una "posibilidad", rodeada de buenas intenciones, pero sin compromisos específicos ni plazos.

El último intento

El Primer Mandatario agotó sus últimos cartuchos en su reciente viaje a Bruselas, donde el 17 de julio de 2023 firmó un memorando de entendimiento que busca afianzar las relaciones bilaterales entre la Unión Europea y Ecuador.

El documento se había trabajado durante casi un año, mucho antes de que se anticipara el juicio político contra Lasso y las elecciones extraordinarias. Y tiene por objetivo institucionalizar la cooperación entre ambas partes.

La intención, como lo refleja el mismo contenido, es proteger las líneas de trabajo mutuo de los vaivenes políticos, regionales e internacionales. En Europa, por ejemplo, el giro a la derecha y en Latinoamérica, a la izquierda.

Es un acuerdo que no está hecho a medida de ningún gobierno, sino para que la cooperación entre la UE y el Ecuador se mantenga, según contaron algunos embajadores europeos. El memorando busca afianzar "una cooperación más fuerte y estrecha".

Ahí se destaca que ambas partes "comparten la intención (...) para trabajar en el desarrollo (...) de un posible acuerdo de exención de visados para estancias de corta duración". Pero al final se advierte que el documento no crea ni derechos ni obligaciones para los involucrados.

Además, la exención tampoco entra en las "prioridades esenciales" del memorando que contiene ocho temas: medioambiental, económico y social, científico y educativo, desarrollo, seguridad, migración venezolana, inversiones y cooperación multilateral.

Pero sí consta en la lista de 14 áreas de cooperación por intensificar y ampliar, al atender las prioridades. Esto, pese al reciente optimismo del canciller Gustavo Manrique, opaca las esperanzas de que la exención de la visa Schengen se vuelva una realidad a corto o mediano plazo.

A esto se suma el hecho de que los ecuatorianos han roto récords de presentación de documentos falsos o de dudosa procedencia en sus solicitudes de visado. El 2022 cerró con una tasa de 22% de rechazo de solicitudes.

Ecuador no es prioridad

Además, las prioridades de Europa son otras, por lo que, quienes conocen de la materia no creen que la exención para Ecuador vuelva a retomarse en el Parlamento Europeo.

El viejo continente lucha no solo con los efectos colaterales de la invasión rusa a Ucrania, como la crisis energética y migratoria, sino también con las olas de migrantes de Oriente Medio y el norte de África que siguen arribando por mar y tierra. Así como con las consecuencias del cambio climático.

Ecuador quedó fuera de la exención que recibieron Colombia y Perú por decisión del entonces gobierno de Rafael Correa, en junio de 2009. El exmandatario prefirió trabajar en un acuerdo comercial individual. Mientras que los vecinos países, que firmaron el acuerdo multipartes, recibieron el beneficio en junio de 2015.

Eso convirtió a Ecuador, junto a Bolivia, en el segundo país de habla española en Suramérica cuyos ciudadanos necesitan solicitar un visado para viajar a Europa.