Viernes, 29 de marzo de 2024

Agosto fue el mes más violento en los últimos seis años

Autor:

Mario Alexis González

Actualizada:

24 Oct 2020 - 0:05

Imagen referencial del equipo de medicina legal de la Policía Nacional tomando el procedimiento de un asesinato.

Autor: Mario Alexis González

Actualizada:

24 Oct 2020 - 0:05

Imagen referencial del equipo de medicina legal de la Policía Nacional tomando el procedimiento de un asesinato. - Foto: Flickr / Ministerio de Gobierno

El desconfinamiento, la disputa entre bandas criminales y el narcotráfico serían las principales razones para el alza en los índices de violencia en Ecuador.

Luego de una reducción entre marzo y mayo de 2020, las cifras de muertes violentas en Ecuador volvieron a subir hasta llegar a su punto máximo, de los últimos seis años, en agosto de 2020.

La reducción inicial se debió, sobre todo, a que en esos meses Ecuador vivió las restricciones más drásticas de movilidad por la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, el paso del confinamiento al distanciamiento social supuso también la reactivación de las actividades criminales violentas en el país.

Incluso, las 120 muertes violentas registradas en agosto de 2020 son la cifra más alta que ha tenido el país, en este indicador, desde abril de 2014. Es decir, ese mes fue el más violento de los últimos 76.

En Ecuador, estas cifras son recopiladas y publicadas mensualmente por el Ministerio de Gobierno.

Tasa también sube

Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc), la tasa de muertes violentas por cada 100.000 habitantes es el principal indicador de violencia e inseguridad de un país.

Y pese a que hubo tres meses con cifras bajas como efecto de la pandemia, 2020 también tiene cifras globales en aumento.

Entre enero y septiembre, en el país hubo 914 muertes violentas. Según la población proyectada para este año, en Ecuador han ocurrido 5,22 muertes por cada 100.000 habitantes.

Esta es la tasa más alta de los últimos seis años, comparando el mismo período de enero a septiembre en años pasados. En 2015, por ejemplo la tasa en este lapso fue de 4,93 muertes por cada 100.000 habitantes.

Y si, en el último trimestre del año, las medidas no se endurecen, todo indica que la tasa anual será la más alta desde 2014. Siguiendo la tónica de incremento de muertes que empezó en 2018.

¿Qué pasa?

En pleno pico de muertes violentas, en agosto de 2020, Christian Rueda, vocero de la Policía Nacional, explicaba que el incremento debe ser entendido en medio del contexto de la pandemia. Es decir, con una nueva normalidad.

Fernando Carrión, especialista en temas de seguridad, concuerda en parte con esta tesis. Dice que luego de que los delincuentes, al igual que el resto de personas, estuvieron confinados buscaron reactivar su modo de vivir.

"Una vez que se abre la sociedad, nuevamente, los delitos estructurales tienden a expresarse y, en este caso, con mayor virulencia por el desempleo abierto y los conflictos que existen en el espacio público", dijo.

Añade que la violencia, reflejada en las muertes, no es el único tipo de delito que se está incrementando, sino también los crímenes contra la propiedad. Es decir, los robos de autos, a personas, a domicilios, entre otros.

Carrión también encuentra otra explicación: las disputas entre bandas criminales por hacerse de territorios y de negocios exclusivos. Esta conflictividad, dice, no solo se refleja en las estadísticas de crímenes en las calles, sino también al interior de las cárceles, donde también operan esas bandas.

Justamente, agosto que es el mes con más muertes, fue en el que se desató una nueva ola de violencia carcelaria que devino en varias muertes y en la declaratoria de emergencia, que está vigente hasta ahora.

Mario Pazmiño, coordinador del Observatorio Ciudadano de la Política de Seguridad (OCSI), agrega otro fenómeno que está influyendo en la creciente de violencia.

Recuerda que si bien durante el confinamiento se detuvieron los delitos comunes, las bandas transnacionales de narcotráfico siguieron operando y produciendo estupefacientes.

Y, ahora, con el desconfinamiento están empezando a transportar su mercadería a través de las dos vías que ofrece Ecuador: el corredor del Pacífico y el corredor Amazonía.

Esa actividad supone, explica el exmilitar, un aumento en los índices de delincuencia y, por ende, de violencia.

La misma Policía Nacional, a través de su Dirección Antinarcóticos reveló que el narcotráfico en Ecuador se disparó tras la pandemia.


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