Lunes, 29 de abril de 2024

143 cantones deben tomar medidas para evitar los efectos de El Niño

Autor:

Jackeline Beltrán

Actualizada:

6 Jun 2023 - 17:17

Los municipios que están en alerta amarilla por el fenómeno de El Niño deben cumplir una serie de lineamientos para enfrentar las eventuales emergencias. Las acciones se cumplen a contrarreloj y en muchos casos con bajo presupuesto.

Efectos del invierno en varias ciudades de Ecuador inundaciones deslaves

Autor: Jackeline Beltrán

Actualizada:

6 Jun 2023 - 17:17

Efectos del invierno en varias ciudades de Ecuador. 27 de abril de 2023 - Foto: ECU-911

Los municipios que están en alerta amarilla por el fenómeno de El Niño deben cumplir una serie de lineamientos para enfrentar las eventuales emergencias. Las acciones se cumplen a contrarreloj y en muchos casos con bajo presupuesto.

Un total de 143 cantones, en 17 provincias de Ecuador, están en alerta amarilla por la inminente llegada del fenómeno de El Niño, prevista para la segunda mitad de 2023.

Para estos municipios, entre los que constan Guayaquil, Durán, Manta o Babahoyo como los que más expuestos, la Secretaría de Gestión de Riesgos elaboró y remitió unos lineamientos, con acciones que deberían tomar para reducir los riesgos y prepararse.

La idea es que estos gobiernos locales ejecuten acciones que permitan minimizar riesgos y prepararse para emergencias, planificar las acciones durante el evento y trabajar en la recuperación posterior.

En cada provincia, los técnicos y subsecretarios de Riesgos hacen un seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones y dan asistencia a los municipios que requieren más trabajo.

Activar COE cantonales

Aunque el fenómeno del Niño todavía no llega, la Secretaría de Gestión de Riesgos pide activar los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonales y mantenerse en estado de alerta.

Las ciudades de la Costa fueron las primeras en activar sus COE cantonales, por ser las de mayor riesgo. Estos organismos ya se han reunido en cantones como Babahoyo (Los Ríos), Guayaquil, Durán (Guayas), y Manta (Manabí).

Pero el fenómeno del Niño también amenaza a territorios de la Sierra. Por lo que la Secretaría de Riesgos recomienda a todos los municipios que están en alerta amarilla empezar a trabajar cuanto antes.

César Jaramillo, técnico de la Secretaría de Riesgos, dice que un primer paso es reforzar las unidades Gestión de Riegos en los municipios.

Paúl Muñoz, investigador del Departamento de Recursos Hídricos y Ciencias Ambientales de la Universidad de Cuenca, explica que lo ideal es que cada municipio cuente con al menos un hidrólogo.

Pero no todos los cantones tienen esa posibilidad, por lo que el investigador sugiere a los municipios empezar a trabajar con las universidades y otras instituciones que conocen el tema.

Crear escenarios de impacto

Una de las tareas de los municipios será generar los escenarios del impacto o de las consecuencias que puede causar el fenómeno del Niño en sus territorios.

Para ello, la Secretaría de Gestión de Riesgos entregó los mapas de susceptibilidad a movimientos de masa e inundaciones. También los mapas de los eventos lluviosos ocurridos entre  2012 y 2017.

Los municipios deben cuantificar la población que sería potencialmente afectada por eventos como inundaciones y movimientos de masa o deslizamientos.

También deben mapear las infraestructuras (puentes, vías, viviendas, casas de salud, colegios, servicios básicos) que podrían resultar afectadas.

El objetivo es que los municipios y las instituciones tengan una previsión de los efectos que puede dejar el fenómeno del Niño en sus territorios, para preparar los planes de respuesta.

Eso permitirá conocer a detalle las zonas de riesgo, las pérdidas que se esperan, las intervenciones y los recursos que se necesitan.

Asignar recursos para emergencias

En los lineamientos entregados a los gobiernos locales, la Secretaría de Riesgos dispone incluir recursos para la llegada de El Niño.

Deberían asignar un presupuesto para la adquisición y logística de bienes de asistencia humanitaria, así como para la adecuación, equipamiento y gestión de alojamientos temporales.

En junio de 2023, la mayoría de municipios trabaja en la actualización de su presupuesto anual, que está prorrogado desde el año anterior. César Jaramillo, técnico de la Secretaría de Gestión de Riesgos, sugiere considerar al fenómeno del Niño en su planificación.

La previsión de recursos debe ser hasta 2024, debido a que las predicciones indican que este fenómeno podría extenderse hasta inicios del próximo año.

Medidas de prevención

Paúl Muñoz explica que ante las consecuencias que se esperan por el fenómeno del Niño, es indispensable que las autoridades "dejen de tomar medidas reactivas y trabajen en la prevención".

Los lineamientos de la Secretaría de Riesgos establecen las siguientes medidas que algunos municipios ya han empezado a aplicar:

  • Limpieza de sumideros y alcantarillas.
  • Limpieza de ríos, canales de drenaje y quebradas.
  • Protección de riberas para el control de erosión.
  • Obras de encauzamiento, apertura de canales de drenaje.

A los gobiernos provinciales se recomienda aplicar las mismas medidas en las zonas de su competencia. Además, las Prefecturas son las responsables de proteger la infraestructura de fomento productivo.

Respuesta ante emergencias

Cuando ocurre una emergencia, los gobiernos locales deben ser los primeros en actuar y dar una respuesta efectiva, explica César Jaramillo.

La Secretaría de Gestión de Riesgos recomienda las siguientes medidas para que los municipios estén preparados ante las eventuales emergencias:

  • Tener un plan para garantizar la provisión de agua segura y saneamiento. 
  • Controlar vectores y llevar a cabo la vigilancia epidemiológica.
  • Implementar centros de acopio y albergues.
  • Desarrollar simulacros y capacitar a la población.  
  • Trabajar con el Ministerio de Vivienda para la reubicación de casas que estén en zonas de riesgo no mitigable.

Los expertos recomiendan anticiparse a las emergencias y ubicar desde ya los espacios en donde se deberían instalar los albergues y centros de acopio.