El dilema de los celulares en las escuelas

La ministra de Educación, Alegría Crespo, anunció que se está analizando la posibilidad de prohibir el uso de celulares en las escuelas y colegios del país.

Según informó, la motivación para tomar la medida es que “la inseguridad también entra por los celulares”. La restricción, en caso de aprobarse, no aplicaría a las tabletas que se usan con fines educativos.

Esta propuesta sitúa a Ecuador en la lista de países que han tomado medidas para prohibir el uso de celulares en centros educativos.

Alemania, Bélgica, Chipre, Italia, Francia, Noruega, Inglaterra, España, Australia, China y Estados Unidos aparecen entre los países que han implementado restricciones para el uso de celulares en las aulas; aunque estas medidas varían internamente a nivel de estados.

En algunos países, las restricciones en el uso de celulares en los centros educativos son una respuesta al llamado de la UNESCO que, en 2023, solicitó a las escuelas de todo el mundo que prohibieran el uso de teléfonos inteligentes en las aulas, argumentando que su uso excesivo incide negativamente en el rendimiento de los estudiantes. Sin embargo, algunos países adoptaron la medida con anterioridad.

El anuncio de la ministra Crespo causó controversia, pues hay múltiples argumentos a favor y en contra del uso de los celulares inteligentes en las aulas. En este artículo, examinaremos los pros y los contras de los teléfonos móviles en la escuela.

Argumentos a favor del uso de celulares en las aulas:

• Los móviles inteligentes ayudan en el aprendizaje, favorecen la investigación y permiten obtener retroalimentación inmediata, a través de diversas aplicaciones de aprendizaje, como laboratorios de ciencias interactivos, vídeos, exámenes, eventos y cuestionarios simulados.
• Un teléfono móvil facilita la comunicación entre padres e hijos, sobre todo en caso de emergencias. Por ejemplo, con la ayuda del GPS, los padres pueden realizar el seguimiento de la ubicación de sus hijos.
• Los celulares posibilitan el aprendizaje social por medio de las redes sociales, puesto que estas no solo tienen fines de entretenimiento, sino que también son un excelente entorno de aprendizaje a través de varias páginas, grupos y foros de discusión.
• Los libros de texto digitales con enlaces integrados a materiales de recursos proporcionan un contenido dinámico.
• La alfabetización digital y el uso responsable de los teléfonos inteligentes son habilidades imprescindibles en el mundo actual.
• Usar celulares en las aulas puede ayudar a reducir el uso de papel y a abaratar los costos de los libros de texto.

Argumentos en contra del uso de los celulares en las aulas:

• Los celulares interfieren con el aprendizaje y afectan el rendimiento académico, debido a que distraen a los usuarios y a sus compañeros con notificaciones, timbres, vibraciones, diversas aplicaciones, juegos y redes sociales.
• Los dispositivos móviles pueden presentar limitaciones asociadas con sus características, como el tamaño de la pantalla que dificulta ver páginas de texto y gráficos durante mucho tiempo, la duración de la batería.
• El uso de la tecnología en las aulas reduce la capacidad de pensamiento cognitivo, provocando períodos de atención más cortos, una menor capacidad para pensar y para resolver problemas sin depender del internet.
• Depender demasiado de la tecnología puede afectar la interacción social y la comunicación verbal.
• Con ayuda de los teléfonos, los estudiantes pueden hacer trampa al ser evaluados.
• La tecnología puede aumentar la brecha entre los estudiantes de altos y bajos recursos económicos.
• El uso de dispositivos electrónicos está asociado con una mala caligrafía, menor retención y comprensión de los contenidos. Cuando los estudiantes toman notas a mano estos aspectos negativos desaparecen.
• El acceso de los estudiantes a los teléfonos inteligentes los expone a contenido inapropiado, acoso cibernético, sexting y piratería informática.
• El uso del teléfono móvil puede generar una adicción; no un hábito.
• Los teléfonos inteligentes emiten diferentes tipos de radiaciones que tienen efectos adversos en la salud, afectando la visión, el sueño regular, la presión arterial y el comportamiento.
• El acceso a un teléfono celular puede exponer a los niños a que se involucren en diferentes tipos de delitos, ya que son fáciles de engañar.
• Los móviles inteligentes desconectan a los estudiantes del mundo real.

Tomar una postura a favor o en contra del uso de los dispositivos en las aulas resulta complejo. No es fácil hacer un simple análisis de los riesgos y los beneficios y ver a cuál lado se inclina la balanza.

Las investigaciones tampoco ofrecen una respuesta clara. Es necesario mencionar que los estudios que han analizado los efectos de las prohibiciones de los celulares en las aulas no son concluyentes, reportan efectos ambiguos y a veces imperceptibles en el rendimiento académico y en la salud mental. Además, las comparaciones no siempre son válidas porque se analizan contextos diferentes.

Ante esto, algunos de los puntos en contra han sido ponderados con un mayor peso y hay defensores absolutos de cero celulares en las aulas.

Por ejemplo, el psicólogo Jonathan Haidt, autor del libro 'La generación ansiosa', propone nada de teléfonos inteligentes antes de los 14 años, nada de redes sociales antes de los 16 y escuelas sin teléfonos.

Después de analizar los pros del uso de teléfonos móviles en la escuela, es posible considerarlos como una herramienta de aprendizaje, hay beneficios indiscutibles. Pero si se analizan los contras, la prohibición de los teléfonos móviles parece más apropiada.

Las autoridades de las instituciones y del Ministerio de Educación deben tomar una decisión a favor o en contra de permitir los teléfonos móviles en el aula, analizando tanto los aspectos positivos como los negativos de la prohibición de estos dispositivos y transparentando la discusión. La motivación no puede centrarse en que las bandas delincuenciales se comunican con los infantes a través de los celulares.

La crisis de inseguridad y violencia que atraviesa el país no se resolverá con la prohibición de usar teléfonos móviles en las escuelas, será como jugar a perder con las mafias, ya que estas no tendrán ningún inconveniente en hacer que los niños ingresen con celulares a las escuelas.

La discusión debe ir más allá y abordar las deficiencias subyacentes del sistema educativo, con el fin de tomar medidas integrales para superarlas y cumplir con el objetivo de que en las escuelas se formen seres humanos con pensamiento crítico y enfocado.