Jueves, 25 de abril de 2024

El paro aplazará la reactivación y el empleo, advierten industriales cuencanos

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

1 Jul 2022 - 0:04

Los empresarios cuencanos reconocen los pedidos del sector indígena, pero cuestionan las formas. Los 18 días de bloqueos aplazarán la reactivación y deteriorarán el mercado laboral, dicen.

Una vía cerrada en Azuay, el 17 de junio de 2022.

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

1 Jul 2022 - 0:04

Una vía cerrada en Azuay, el 17 de junio de 2022. - Foto: Gobernación de Azuay/Twitter

Los empresarios cuencanos reconocen los pedidos del sector indígena, pero cuestionan las formas. Los 18 días de bloqueos aplazarán la reactivación y deteriorarán el mercado laboral, dicen.

Los 18 días de manifestaciones, lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), llevaron a la paralización de la industria cuencana, una actividad que representa el 21% de la economía de esa ciudad.

La suspensión de actividades del sector productivo ocurrió de manera forzosa a causa del cierre de las de tres de las principales vías que conectan a Cuenca con la Costa, con las otras provincias australes y con el resto de la Sierra.

Así lo explica Rodrigo Cordero, presidente de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca (Cipem).

Estas fueron las rutas que se bloquearon durante casi tres semanas:

  • Cuenca-Azogues-Zhud-Tambo-Durán. La más utilizada por el transporte pesado en la región y por donde se mueven los camiones con productos, materia prima y combustibles provenientes de Guayas y el resto de la Costa. Esta vía atraviesa Cañar, por lo que es también la principal conexión de Azuay con Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi y las otras provincias de la Sierra.
  • Cuenca-Molleturo-Puerto Inca. Principal vía de conexión de pasajeros, turismo y algunos productos provenientes de Guayas y la zona norte de El Oro.
  • Cuenca-Girón-Pasaje. Esta vía es la principal ruta de conexión de Azuay con El Oro. Pero los cierres se registraron desde antes de la 'Y de Cumbe', que es donde se dividen las vías hacia la Costa y la Sierra, lo que impidió también la conexión con Loja.
  • Las vías que conectan a Azuay con Morona Santiago también sufrieron cierres temporales y la circulación fue irregular.

La suma de esos cierres puso a la capital azuaya en una situación de sitio, haciendo imposible la salida de personas y mercadería de la provincia.

Entre las industrias que paralizaron sus actividades figuran aquellas que se dedican a la producción de cerámica, línea blanca, alimentos procesados y muebles. Así como textiles, papel y cartón, lácteos, neumáticos y cemento.

Los bloqueos viales también impidieron el paso de alimentos, oxígeno y otros insumos médicos. Desde el 13 de junio todo lo que logró ingresar a Cuenca por vía terrestre llegó a través de los denominados 'corredores humanitarios' que habilitaron a voluntad de los manifestantes.

En ese contexto, el Gobierno decretó el estado de excepción para las provincias de Azuay, Imbabura, Sucumbíos y Orellana, el 29 de junio.

Esa declaratoria no logró hacer mucho, pues la tarde del 30 de junio el Gobierno firmó un acuerdo con los movimientos indígenas y las vías de todo el país fueron despejadas.

Insumos y combustibles

Aunque el paro finalizó, tras el diálogo entre Gobierno y Conaie, a la industria cuencana le tomará un tiempo retomar sus operaciones.

Eso porque insumos y combustibles industriales deben llegar a la ciudad, por vía terrestre, para que las empresas puedan producir de nuevo y eso no es inmediato, pues hay envíos atrasados hacia todo el país.

Los combustibles industriales son el fueloil, el búnker y el gas natural licuado de petróleo, este último proviene de la Planta de Licuefacción de Bajo Alto, en El Oro.

Entre las empresas que no podrán operar inmediatamente están las que se dedican a la producción de cerámica, porque las plantas deben prepararse y encender los hornos, dice Cordero.

Menos comercio exterior

Por los cierres, las empresas de Cuenca no pudieron comercializar sus productos en otras ciudades o exportarlos, durante casi tres semanas, pues las vías hacia los principales puertos por donde salen los productos azuayos -Posorja, en Guayas, y Puerto Bolívar, en El Oro- estuvieron cerradas.

A pesar de no haber enviado cargamento, las empresas han tenido que pagar por los cupos que habían reservado en las navieras, lo que significa sobrecostos y pérdidas.

Los exportadores, además, deben asumir las sanciones en el extranjero por el incumplimiento de las entregas.

En promedio, el costo del flete marítimo de un contenedor de 40 pies, hacia Estados Unidos, llega a USD 5.000, explica la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

En total, el sector exportador del país registra pérdidas por más de USD 85 millones debido al paro.

Recuperación aplazada

La paralización de la industria cuencana aplazará la recuperación que ya registraba el sector productivo, tras el golpe de la pandemia de Covid-19, afirma Cordero.

Entre enero y mayo de 2022, las ventas y exportaciones de Cuenca llegaron a USD 3.512 millones, según el Servicio de Rentas Internas (SRI). Eso equivale a un crecimiento de 1% frente a niveles previos a la pandemia, es decir, enero-mayo de 2019.

El sector productivo teme que en los próximos meses esa tendencia se revierta, como consecuencia de las tres semanas de paro nacional, lo que derivará en el deterioro del empleo.

Seis de cada 10 personas en edad de trabajar tuvieron un empleo adecuado en Cuenca, entre enero y marzo de 2022, según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu).

En el último año, Cuenca ha sido la ciudad que ha generado más trabajo en el país.