Sábado, 27 de abril de 2024

Infraestructura vial, petrolera y eléctrica, en riesgo por erosión del río Coca

Autor:

Wilmer Torres

Actualizada:

18 May 2020 - 0:05

En el sector de San Luis, a la altura del río Montana, la erosión del río está a 40 metros de la vía Quito-Lago Agrio, según la Alcaldía de El Chaco.

Autor: Wilmer Torres

Actualizada:

18 May 2020 - 0:05

En el sector de San Luis, a la altura del río Montana, la erosión del río está a 40 metros de la vía Quito-Lago Agrio hasta el 13 de mayo, según la Alcaldía de El Chaco. - Foto: OCP

Un grupo de geólogos de Estados Unidos apoya a Ecuador en el estudio técnico para determinar las causas de la acelerada erosión en río Coca. Un fenómeno que ha provocado el colapso de la cascada San Rafael y la rotura de dos oleoductos y un poliducto.

La erosión regresiva en las márgenes del río Coca, en la provincia de Napo, avanza rápidamente. Hasta ahora, no hay evidencia científica que establezca cuándo se detendrá y qué se debe hacer para evitar la destrucción de la infraestructura que está localizada en la zona.

La erosión, en el sector de San Rafael, ya provocó la rotura del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) el 7 de abril de 2020. También se rompió el poliducto Shushufindi-Quito.

Pero, no es la única infraestructura que está en riesgo por el proceso de erosión del río.

El viceministro de Electricidad, Luis Camilo Vintimilla, dijo a PRIMICIAS que otras obras físicas y hasta asentamientos humanos están en riesgo:

  • La ruta Quito-Lago Agrio (vía E-45).
  • La obra de captación de agua para la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS) de 1.500 megavatios de potencia.
  • Poblaciones de la parroquia Gonzalo Díaz de Pineda, en el cantón El Chaco (Napo).

Un equipo de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) realizará un estudio sobre hidrología, sedimentología, vulcanología, geología y topografía en la zona que permita tomar decisiones para prevenir daños materiales y pérdidas humanas.

Los estudios se realizarán en el tramo El Salado-Cascada San Rafael, en una extensión de 19 kilómetros. El presupuesto referencial para la ejecución de los estudios es de USD 480.000.

Vintimilla dice que las investigaciones contarán con apoyo de expertos del Servicio Geológico de Estados Unidos o USGS, a quienes el Gobierno está enviando toda la información de campo disponible.

Lo primero que buscan los estudios es determinar cuánto tiempo tomará que el proceso de erosión llegue hasta las obras de captación de agua de la hidroeléctrica Coca Codo-Sinclair (CCS).

"Estimamos que un primer diagnóstico, más las recomendaciones de obras de remediación y mitigación necesarias, estén listos en 60 días".

Luis Camilo Vintimilla, viceministro de Electricidad.

Erosión se come 2,5 kilómetros 

Las obras de mitigación son clave para detener el proceso de erosión regresiva, que significa que mientras que el agua del río Coca corre en dirección norte, la erosión va en dirección sur.

Según Celec, hasta el 13 de mayo, la erosión había avanzado 2,5 kilómetros, produciendo derrumbes de tierra en las márgenes del río.

El técnico de Gestión de Riesgos del Municipio de El Chaco, Édgar Medina, dijo a PRIMICIAS que en el sector de San Luis, a la altura del río Montana, la erosión está cerca a la vía Quito-Lago Agrio.

Según el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), la distancia -en el punto en que el socavón está más cerca de la vía- es de apenas 32 metros.

El Ministerio informó que inició la evaluación para la construcción de una variante en el sector de San Rafael, que tendría 2 kilómetros de longitud.

Pero, advierte que, en caso de que la erosión continúe y se acerque a la vía, será necesario restringir el tránsito vehicular.

En el sector de San Luis, la erosión del río está a 40 metros de la vía Quito-Lago Agrio hasta el 13 de mayo, según la Alcaldía de El Chaco.

En el sector de San Luis, la erosión del río está a 40 metros de la vía Quito-Lago Agrio hasta el 13 de mayo, según la Alcaldía de El Chaco. OCP

Al municipio también le preocupa la comunidad San Luis, que está ubicada a 4,5 kilómetros desde el sector de la extinta cascada de San Rafael aguas arriba. Desde el centro poblado hasta la orilla del río Coca existe una distancia de tan sólo un kilómetro.

En la comunidad viven 40 familias (120 personas), que se dedican a la agricultura y a la ganadería. Hay otro grupo de pobladores que trabaja en las petroleras y los oleoductos y en la hidroeléctrica Coca Codo-Sinclair.

Trabajos de mitigación

Estas son las obras que están en marcha para mitigar los riesgos en esa zona:

  • Infraestructura petrolera

La estatal Petroecuador construirá una nueva variante del SOTE de 370 metros de longitud para salvaguardar el ducto del proceso de erosión del río Quijos (también llamado río Coca).

La variante estará alejada 170 metros del cauce del río y, según Petroecuador, garantizará la integridad de las tuberías del SOTE y del poliducto Shushufindi-Quito, ambos de propiedad de la empresa.

Petroecuador informó el 15 de mayo de 2020 que construirá una nueva variante de 370 metros de longitud en el SOTE.

Petroecuador informó el 15 de mayo de 2020 que construirá una nueva variante de 370 metros de longitud en el SOTE. Petroecuador

Además, Petroecuador colocará dos obturadores en los extremos de la variante de la línea principal que permitirán el bloqueo del bombeo de crudo en el SOTE en caso de presentarse una nueva rotura.

La empresa OCP Ecuador, en cambio, instala tres válvulas que permitirán drenar el oleoducto para que, en caso de que la erosión alcance el terreno donde está el ducto, no haya derrames.

También construye una variante temporal en la zona, en el caso que la línea principal se vea afectada una vez más.

En cambio, según el viceministro de Electricidad, Luis Camilo Vintimilla, la estación de Bombeo 'El Salado', también de Petroecuador, está a 16 kilómetros de la cascada San Rafael y no corre peligro.

  • Infraestructura eléctrica

Cerca del lugar donde se presenta la erosión del río Coca hay una línea eléctrica auxiliar que sirve para alimentar a los equipos de la obra de captación de agua de la central Coca Codo-Sinclair. Según Vintimilla, la Corporación Eléctrica de Ecuador (CELEC) está construyendo una línea alternativa.

Es decir, una variante para tomar energía de una línea perteneciente a la Empresa Eléctrica Quito (EEQ).

Pero, la falta de electricidad, dice el funcionario, no paralizaría la captación de agua de Coca Codo-Sinclair. En el sitio hay generadores que funcionan a diésel y que sirven como respaldo.

Vintimilla también informó que la línea de extra alta tensión de 500 kilovoltios (kV), que conecta a Coca Codo-Sinclair con Quito y Guayaquil, está fuera de la zona de influencia del río.

¿Es culpa de Coca Codo Sinclair?

De manera paralela a los estudios que realiza CELEC, existe una indagación en sitio por parte de un equipo de investigadores académicos.

El equipo está integrado por expertos de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), de la Universidad Central del Ecuador, de la Universidad San Francisco de Quito y de la Universidad Católica de Bélgica.

Carolina Bernal, una de las investigadoras del equipo y PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología, dijo a PRIMICIAS que es necesario que el Estado les entregue más información para conocer por qué se produjo una erosión regresiva de tal magnitud.

El río tiene un equilibrio dinámico, es decir, responde a cualquier alteración causada por la misma naturaleza o por el ser humano, dice Bernal, quien se refirió al posible impacto generado en la zona por la construcción de la central hidroeléctrica Coca Codo-Sinclair, una obra que costó USD 2.000 millones.

Según su experiencia, las hidroeléctricas se construyen en zonas geológicamente estables, pero Coca Codo-Sinclair fue levantada en una zona geológica inestable. Y detalló las razones:

  • Está ubicada en una parte de la cuenca amazónica influenciada por tres volcanes: Cayambe, Antisana y Reventador.
  • La zona es proclive a sismos de variada magnitud, como el ocurrido en 1987, que provocó el rompimiento del SOTE.
  • También es proclive a deslizamientos de tierra porque existen muchas pendientes.
  • El sector de El Reventador es una de las zonas más húmedas de la cuenca amazónica.

Con estos antecedentes naturales, la potencia erosiva del río es "gigantesca" porque genera muchos sedimentos (tierra), dice Bernal.

Señala, además, que la hidroeléctrica provocó un desequilibrio en el transporte de sedimentos y agua por el caudal del río.

Y eso se demuestra, de acuerdo con Bernal, en las obras de captación y en las obras de restitución del agua -usada en la generación eléctrica- al río sin sedimentos.

"Si usted hace algún cambio a un río, el río, para volver a equilibrase, va a erosionar y sedimentar en otro sitio".

Carolina Bernal, PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología.

La investigación que realiza el equipo académico busca profundizar los motivos que provocaron la erosión del río Coca.

Pero, Vintimilla afirma que la carga mecánica de agua del río Coca para alimentar al proyecto disminuyó el caudal y eso evitó, según él, que haya crecientes de agua.

"La erosión hubiese ocurrido con o sin central hidroeléctrica. Con Coca Codo-Sinclair se retrasó la erosión porque quitamos agua y evitamos el efecto de la crecida por las lluvias", dice Vintimilla.

El viceministro considera que un aumento del caudal en el río y las características geológicas de la zona provocaron la erosión de la Cascada San Rafael y de las márgenes del río.

Según las investigaciones de los expertos del Gobierno, el incremento del caudal hizo que se carcomiera la capa de lava volcánica que estuvo asentada en el río por miles de años.

CELEC, una holding estatal que es dueña de Coca Codo-Sinclair, alega que aún es una hipótesis no comprobada que las obras de captación y restitución del agua afectaron al río.

Vintimilla puntualiza que el diseño para la construcción de la hidroeléctrica tomó en cuenta los posibles efectos de las erupciones del volcán El Reventador. La planta está ubicada en un sitio donde no está amenazada "por posibles lahares o lava volcánica o sismos", dice.

Y afirma que factores como el nivel de humedad, así como de las lluvias, fueron tomados en cuenta para la construcción de la hidroeléctrica más cara y con mayor potencia del país.


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