Viernes, 19 de abril de 2024

Yilport interesada en la concesión de la terminal de Monteverde

Autor:

Wilmer Torres

Actualizada:

2 Feb 2021 - 0:04

La empresa turca Yilport Holding es una de las interesadas en la concesión de la problemática terminal marítima de Gas Licuado de Petróleo (GLP), de propiedad de Petroecuador.

Una vista panorámica del muelle de la terminal marítima Monteverde, en 2018.

Autor: Wilmer Torres

Actualizada:

2 Feb 2021 - 0:04

Una vista panorámica del muelle de la terminal marítima Monteverde, en 2018. - Foto: Cortesía Petroecuador

La empresa turca Yilport Holding es una de las interesadas en la concesión de la problemática terminal marítima de Gas Licuado de Petróleo (GLP), de propiedad de Petroecuador.

La terminal marítima para la importación de Gas Licuado de Petróleo (GLP) Monteverde, construida por la estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) y operada por Petroecuador, está en la mira de la empresa turca Yilport.

El Ministerio de Energía busca concesionar la terminal para inyectar unos USD 600 millones de liquidez al Presupuesto General del Estado (PGE).

Según un informe al que accedió PRIMICIAS, el Ministerio de Energía busca que Monteverde se convierta "en un centro de almacenamiento de combustibles", además de GLP.

Por ahora Yilport Holding es la única interesada en hacerse cargo de la operación de Monteverde durante 50 años, por USD 600 millones.

Yilport es una subsidiaria del Grupo de Empresas Yildirim, especializado en minería, operaciones portuarias, logística, almacenaje de graneles líquidos y transporte marítimo de químicos.

Según la propuesta formal enviada al Ministerio de Energía, el Grupo Yildirim tiene más de USD 8.000 millones en activos bajo su gestión.

En mayo de 2016 la empresa obtuvo la concesión para la ampliación y modernización de la terminal marítima de Puerto Bolívar en la provincia de El Oro, por USD 750 millones. La concesión es por 50 años.

Cinco soluciones

Según el Ministerio de Energía, la concesión de Monteverde busca cinco objetivos:

  • Mejoramiento de la infraestructura, como la protección catódica de los 436 pilotes de la terminal marítima, para detener la corrosión que sufren.
  • Inversión en las instalaciones para el almacenamiento de combustibles y la construcción un poliducto entre Monteverde y la planta de envase de GLP de Pascuales (Guayaquil).
  • Ampliar la infraestructura para la recepción y distribución de gas natural.
  • Concretar un proyecto de generación eléctrica de ciclo combinado.
  • Construcción de una planta de amoníaco y de úrea, con una capacidad de producción de fertilizantes de 1.500 toneladas métricas diarias.

Según la carta de interés de Yilport Holding, a la que PRIMICIAS tuvo acceso, la concesión busca que Monteverde se convierta en un "hub de recepción, almacenamiento y aditivación de los combustibles importados a Ecuador".

Entre ellos gas natural, alcohol, diésel y gasolinas.

Caro y subutilizado

El complejo, que fue inaugurado en junio de 2014, está ubicado en la provincia de Santa Elena y originalmente implicaba una inversión de USD 91 millones.

Pero terminó costando cuatro veces más, es decir, USD 377 millones, según una consultoría avalada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La obra comprende un muelle de 1.380 metros y el gasoducto Monteverde-Chorrillo de 124 kilómetros de largo.

El ministerio justificó la concesión de Monteverde debido a que está subutilizada y tiene deficiencias estructurales.

Monteverde abastece el 80% de la demanda nacional de Gas Licuado de Petróleo. Petroecuador procesa en la terminal 3.000 toneladas de GLP diarias, que son envasadas en cilindros para el consumo doméstico e industrial.

Pero, en realidad, la terminal tiene una capacidad de procesamiento de 5.000 toneladas de GLP al día, según el Ministerio de Energía.

También hay una subutilización en el muelle de la terminal: el frente norte solo se utiliza nueve días al mes en promedio, mientras que el frente sur no se usa.

Monteverde tiene deficiencias estructurales que no son nuevas.

Según un examen de la Contraloría en 2020, la terminal presentaba daños en los tanques que almacenan gas y los pilotes que sostienen la plataforma marítima, que no cuentan con la protección catódica contra la corrosión, lo que reduce su vida útil.

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