Viernes, 26 de abril de 2024

Seis aspectos que se agravan con el aumento del desempleo en el país

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

12 Ago 2020 - 0:03

Mayor desempleo y pobreza, por la crisis por la pandemia de Covid-19, se traducirán en una serie de problemáticas económicas y sociales en Ecuador.

pobreza cuenca américa latina

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

12 Ago 2020 - 0:03

Una mujer y un menor de edad piden una ayuda económica en Cuenca, el 26 de junio de 2020. - Foto: API.

Mayor desempleo y pobreza, por la crisis por la pandemia de Covid-19, se traducirán en una serie de problemáticas económicas y sociales en Ecuador.

"El aumento del desempleo genera mayor tensión social", dice Roberto Castillo, exdirector del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y experto en estadísticas laborales y pobreza, al referirse a la situación laboral de Ecuador.

En junio de 2020, más de un millón de personas estaban sin trabajo, según información publicada por el INEC el 8 de agosto de 2020. Es decir que en un año 643.420 personas se quedaron sin empleo en Ecuador.

El aumento en la destrucción de plazas de empleo y por lo tanto el deterioro del mercado laboral en el país, según dos analistas consultados por PRIMICIAS, se traducen en mayor pobreza y desigualdad, aunque el INEC no haya presentado los datos sobre esos temas.

Según la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), en América Latina habrá un aumento de la pobreza, la pobreza extrema y la desigualdad a causa de la pandemia.

En el caso de Ecuador, la pobreza pasaría del 25,7% al 31,9% en un escenario grave. Mientras que la pobreza extrema pasaría de 7,6% a 11,6%.

Mayor desempleo y pobreza se traducen en una serie de problemáticas económicas y sociales, entre las que se encuentran el hambre y la inseguridad. Consecuencias que serán más notorias en los próximos meses, según David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ).

  • La consecuencia inmediata de la crisis en el mercado laboral es el aumento del empleo inadecuado, afirma López. 

    En términos interanuales, el número de personas que no tenían un empleo adecuado pasó de 4,2 millones en junio de 2019, a 5,1 millones, en el mismo mes de 2020. En un año 837.492 personas más pasaron a tener un empleo inadecuado. 

    Según el INEC, las personas tienen un empleo inadecuado cuando tienen un empleo que no satisfacen las condiciones mínimas de horas o ingresos, que perciben ingresos laborales menores al salario mínimo o trabajan menos de 40 horas a la semana, pero estar disponibles para trabajar más.

    En esta categoría entran el subempleo, el empleo no remunerado y otro empleo no pleno.

    Si bien el INEC no publicó datos sobre la informalidad, el deterioro del mercado laboral en el país es un indicador del aumento de esta, según Roberto Castillo, exdirector del INEC, pues "quienes se queden en el desempleo y no encuentren una nueva oportunidad decidirán emprender por subsistencia".

    Y, más informalidad significa:

    • Falta de acceso a la seguridad social.
    • Contracción en la recaudación tributaria.
    • Menos desarrollo y por lo tanto más pobreza. 

  • La pérdida de empleo significa menos ingresos -en algunos casos nada de ingresos- por lo que los presupuestos familiares se ajustan y desembocan en problemas de nutrición. 

    Los hogares con menores ingresos tienen más probabilidades de tener una dieta menos saludable e, incluso, de padecer hambre, efectos que podrían ser causados por cambios en los presupuestos familiares”, sostiene el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

    La pandemia del Covid-19 hará que en América Latina 67 millones de personas sufra de hambre en 2020, lo que significaría un aumento de 20 millones de personas frente a 2019, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    Roberto Castillo explica que los niños empezarán a experimentar desnutrición crónica "lo que significa que los cerebros de estos menores no desarrollarán capacidades cognitivas necesarias para el futuro".

    En Ecuador, el 7,1% de la población ya experimentaba hambre en 2018. 

  • Menos educación y más trabajo infantil

    Antes de la emergencia sanitaria por Covid-19, Ecuador tenía 375.342 menores en situación de trabajo infantil, cifra que se incrementará por la pandemia, según la organización Aldeas Infantiles SOS. 

    "Si una familia no tiene ni para comer, peor tendrá para costear la educación de sus hijos", dice David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ).

    Ante esta realidad los menores de edad de hogares vulnerables dejarán las escuelas y colegios y empezarán a acompañar a sus padres, lo que significa trabajo infantil. 

    Para Castillo la educación y la salud son derechos en los que se debe trabajar inmediatamente, caso contrario a largo plazo la inacción le va a pasar factura al país.

  • El efecto colateral del desempleo y la pobreza es el aumento de la inseguridad. "Si la gente no tiene trabajo y no tiene qué comer empezará a delinquir", sostiene Castillo.

    En eso coincide el experto en seguridad y profesor universitario, Lautaro Ojeda, quien en una entrevista con PRIMICIAS dijo que "la delincuencia aumentará en el último año de gobierno de Lenín Moreno por las condiciones de desempleo e inequidad".

    Por eso, entre enero y mayo de 2020, el país registra las cifras más altas de violencia en los últimos cinco años.

    Roberto Castillo agrega que no sólo la inseguridad por delincuencia aumentará, sino aquella relacionada a la tensión social, como pasó en octubre de 2019 cuando el país experimentó 11 días de violentas manifestaciones.

  • Crece la brecha de género

    La destrucción de plazas de empleo no golpea a todos por igual. Si se analiza por género, las mujeres son quienes han sentido más el impacto en el país.

    La tasa de desempleo se ubicó en 15,7% para ese segmento de la población, mientras que en el caso de los hombres fue de 11,6%.

    Además, según el INEC, las dos terceras partes de quienes tienen un empleo pleno en Ecuador son hombres. 

    Esto se debe a que las mujeres tienden a desenvolverse en los sectores de servicios, como el turismo y la floricultura, que han sido los más golpeados por las medidas de distanciamiento y suspensión de la jornada laboral, a causa de la emergencia sanitaria, explica David López. 

  • Problemas para la seguridad social

    En los últimos tres meses, 270.000 personas dejaron de aportar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), por el aumento de desempleo. 

    "Las desafiliaciones significan un reto para el IESS, que contaba con esos recursos para solventar las pensiones por jubilación e invertir en salud", dice Roberto Castillo. 

    En ese contexto, las autoridades estudian acciones para solventar la falta de liquidez de la Seguridad Social, entre las que se encuentran desinversiones del BIESS y mayores aportes de quienes aún son afiliados. 

¿Qué hacer?

La solución es compleja dice David López, porque la recuperación del empleo depende de la recuperación económica. Lo que no será fácil para Ecuador, "mayor desempleo significa una contracción en el consumo y por lo tanto menos ventas y movimiento en el sector productivo", sostiene López

En eso coincide Roberto Castillo, quien afirma que es necesaria una reforma laboral, "pero resguardando los derechos que establece la Constitución".

Algunas de las acciones que proponen los expertos son:

  • Aumento de las fuentes de liquidez.
  • Incentivar el acceso de recursos a los sectores estratégicos.
  • Proyectos de infraestructura con inversión privada.
  • Fomentar la apertura de mercados para aumentar las exportaciones.
  • Reformas estructurales.

"Hay personas que dicen que el Gobierno está de salida y que ya no puede hacer mucho. Pero, la verdad es que tienen que asumir sus responsabilidades y en 10 meses se puede hacer bastante", concluye Castillo.