Viernes, 26 de abril de 2024

Asesora de Biscayne Capital fue clave para la millonaria estafa en Ecuador

Autor:

Redacción Primicias

Actualizada:

9 Feb 2022 - 0:05

Edith Hinojosa, una asesora financiera de alto perfil en Ecuador, trabajó para contactar a al menos 60 clientes que perdieron más de USD 30 millones en la fraudulenta red de inversiones.

Autor: Redacción Primicias

Actualizada:

9 Feb 2022 - 0:05

Edith Hinojosa, una asesora financiera de alto perfil en Ecuador, trabajó para contactar a al menos 60 clientes que perdieron más de USD 30 millones en la fraudulenta red de inversiones.

El esquema de masiva estafa de Biscayne Capital operó en Estados Unidos y en varios paraísos fiscales durante por lo menos una década como un motor bien aceitado, gracias a la contratación de asesores financieros de alto nivel.

Y en Ecuador la red de inversiones fraudulentas creció gracias a la figura de Edith Hinojosa, una aparentemente exitosa ejecutiva encargada de captar inversionistas.

Biscayne Capital ofrecía inversiones para clientes adinerados. El discurso era que estaban en capacidad de darles rendimientos buenos y seguros a su dinero, que supuestamente se invertiría en la construcción de proyectos inmobiliarios en un exclusivo sector del sur de Florida.

La red, creada por los ecuatorianos ahora conocidos como los "Miami Boys", Roberto Cortés y Ernesto Weisson, comenzó usando sus propios contactos con las familias adineradas en Ecuador.

Como lo publicó PRIMICIAS, el éxito que obtuvieron hizo que contrataran asesores financieros en el país para ampliar el "negocio".

Para 2007 contrataron a Edith Hinojosa, su misión era vender en Ecuador certificados de depósito a plazo fijo a nombre de Sentinel Investment Fund.

Sentinel es una de las empresas de la red de Biscayne Capital, ubicada en las Islas Caimán.

Hinojosa ofrecía a los clientes ecuatorianos inversiones seguras en Estados Unidos, respaldadas por la Reserva Federal y por aseguradoras privadas.

¿Quién es Hinojosa?

Según investigaciones de las decenas de empresas que han interpuesto demandas por la masiva estafa, Hinojosa comenzó a trabajar para la red de Biscayne Capital a finales de 2007.

En enero de ese año, conoció a Frank Chatburn, sobrino de Roberto Cortés.

Para esa fecha Chatburn ya trabajaba como asesor financiero y captaba clientes en Ecuador gracias a sus conexiones. Actualmente, Chatburn cumple una pena de 42 meses de prisión por lavado de activos.

Hinojosa tenía el perfil que Biscayne necesitaba: había trabajado como asesora de inversiones para dos instituciones financieras estadounidenses en Ecuador, por lo que tenía su propia cartera de clientes.

Además, Hinojosa sabía manejar el miedo que causó en ciertos sectores de la sociedad ecuatoriana la victoria del socialista Rafael Correa, quien en 2007 se posesionó como Presidente de la República con un discurso anti-oligarquía.

El ascenso del Socialismo del Siglo XXI en Ecuador hizo más fácil el trabajo de Hinojosa: convencer a sus clientes de que era más seguro tener el dinero invertido en Estados Unidos.

Hinojosa comenzó a vender certificados de Sentinel Investment, que eran emitidos por el varias veces sancionado y multado banco Raymond James.

La mujer del maletín

Una de las primeras víctimas a las que Hinojosa se acercó fue el médico Iván Valencia, quien había sido su cliente en las dos instituciones financieras estadounidenses para las que Hinojosa había trabajado.

Confiaba en ella, así que comenzó a invertir su dinero en papeles de Sentinel Investment.

Según lo narró a PRIMICIAS, Valencia ya conocía a Hinojosa desde hacía varios años, así que confiaba en las oportunidades de inversión que ella le presentaba. El médico tenía bastante éxito con una clínica dedicada a tratar la infertilidad de las parejas.

En un inicio, Hinojosa tenía una oficina en un edificio ubicado en la avenida Eloy Alfaro y Portugal, en el centro norte de Quito. Allí sostenía las reuniones con sus clientes.

Valencia narra que estableció una amistad con Hinojosa, por lo que incluso llegó a hacerle préstamos en efectivo, que ella le pagó.

Durante los años que tuvo relación con la asesora financiera, pudo observar el crecimiento de sus negocios. Por ejemplo, se trasladó a una oficina mucho más grande, en la Avenida De los Shyris y Naciones Unidas, donde la asesora ocupaba un piso completo.

Allí funcionaban las oficinas de la empresa BSCE Asesoría, cuyas siglas coinciden con las de Biscayne Capital, y cuyas accionistas son las hijas de Hinojosa.

El personal trabajando para ella también creció. Poco a poco, las trabajadoras de Hinojosa eran más y más, y se encargaban de captar a más clientes.

Además, adquirió una lujosa casa en el sector de Nayón, y se movilizaba en autos de alta gama. Remodeló la casa de sus padres en San Pablo del Lago, a donde invitaba a sus clientes.

Hacía constantes viajes internacionales para reunirse con otros clientes, y participaba en reuniones, fiestas y almuerzos de alta sociedad.

Incluso construyó un lujoso hotel también en San Pablo del Lago, provincia de Imbabura.

Y mientras Hinojosa se daba la gran vida, Valencia así como otros clientes hacía inversiones periódicas, de menos de USD 500.000, pues ella le había asegurado que hasta ese monto estaban aseguradas por la Reserva Federal de Estados Unidos.

A cambio de su dinero, Valencia recibía certificados de cartulina con el nombre de Sentinel Investment, que Hinojosa decía que venían directamente de Miami o de las Islas Caimán.

El inicio de los problemas

La situación de Biscayne Capital era ya complicada desde 2007. Pero empeoró en 2016, tras la publicación de una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

Según la información de las demandas contra de esta red, los certificados emitidos por las distintas empresas de los "Miami Boys" comenzaron a entrar en default (cesación de pagos) en el verano de 2017.

Justo para inicios de ese año, Valencia había pedido a Hinojosa que liquidaran sus certificados y le reintegraran el capital y los intereses de sus inversiones.

La respuesta que obtuvo fue que no podían entregarle el dinero de inmediato y que debería esperar al vencimiento de los papeles.

Cuando llegó la fecha de vencimiento de los certificados, Valencia tampoco recibió los recursos que había invertido.

Las investigaciones de Valencia lo llevaron a descubrir que varios cheques en blanco que le había entregado a Hinojosa para que hiciera las inversiones fueron utilizados para pagar a otros inversionistas de Biscayne Capital.

También se usaron para pagar a una ferretería en Otavalo, en la que presuntamente Hinojosa habría adquirido el material para la construcción de su hotel. Los cheques sirvieron hasta para la compra de un vehículo Lexus.

Los tres cheques sumaban USD 152.000, y por esa cantidad, Hinojosa le entregó a Valencia un certificado de Sentinel Investment.

El médico cree que, incluso, su dinero puede no haber salido nunca del país hacia las arcas de Biscayne Capital, sino que fue utilizado por Hinojosa para su propio beneficio desde algún punto.

Más víctimas

Al menos 20 denuncias contra Edith Hinojosa, sus hijas y sus trabajadoras constan en la página de la Fiscalía General del Estado.

Ninguna, sin embargo, ha avanzado. La mayoría ha terminado con el archivo de la indagación previa.

La única que prosperó, por el delito de abuso de confianza denunciado por Valencia, terminó en el sobreseimiento definitivo de Hinojosa en 2018. En este caso por el uso de los cheques en blanco y la compra del Lexus.

Otras personas también han denunciado a Hinojosa sin éxito. Entre ellas está una mujer que le entregó USD 520.000 para que sacara una póliza a nombre de su hija, pero nunca volvió a ver su dinero.

Un grupo de personas extranjeras en Ecuador también invirtió con Hinojosa USD 7,1 millones en varios certificados de SG Strategic, GMS Global Market e IA Capital, otras empresas emisoras de papeles, pertenecientes a la red de Biscayne Capital.

Mientras que otro grupo de perjudicados ecuatorianos interpuso un arbitraje ante la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA) contra el banco Raymond James e Insight Securities, el broker que manejaba las cuentas de los inversionistas.

A raíz de esto, Insight Securities demandó a Hinojosa en Estados Unidos. En su queja, asegura que unos 60 ecuatorianos habían sido perjudicados por más de USD 30 millones.

La demanda señala que Hinojosa recomendó a sus clientes que, frente al impago de sus inversiones, acusaran al banco y a Insight.

Ella se declaró en bancarrota en junio de 2019 y su paradero actual es desconocido.

Para la elaboración de esta nota, PRIMICIAS contactó por correo electrónico al abogado Juan Fernando Almeida, quien aparece como apoderado de Hinojosa en múltiples demandas. Sin embargo, aseguró que aunque es abogado en unas causas de la señora Hinojosa, "no soy ni su vocero ni su representante para poder dar una versión".

Nota de la redacción: En la versión original de este texto, se publicó que las propiedades de Edith Hinojosa están en Ibarra, cuando en realidad estas se ubican en San Pablo del Lago. La nota también fue actualizada con la respuesta del abogado apoderado Hinojosa.

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