Jueves, 02 de mayo de 2024
La Cocina Imaginada
Dos formas de mirar al mar
Ignacio Medina

Ignacio Medina

Me dedico al periodismo gastronómico desde hace 40 años. He trabajado en diarios, revistas especializadas, emisoras de radio y programas de televisión. La crítica es imprescindible para avanzar en cualquier disciplina; sin ella es difícil hacerse preguntas y recibir estímulos para buscar respuestas. 

Actualizada:

11 Nov 2023 - 5:57

El mar ecuatoriano se hace cada día más grande. Las especies disponibles se multiplican, mostrando una riqueza que nuestras cocinas ignoraban, y amenaza con no tener fin.

El mar ecuatoriano se hace cada día más grande. Las especies disponibles se multiplican, mostrando una riqueza que nuestras cocinas ignoraban, y amenaza con no tener fin.

El equipo de trabajo de Sabores del Mar. Quito, 4 de junio de 2022

El equipo de trabajo de Sabores del Mar. Quito, 4 de junio de 2022 Sabores del Mar

Visito Sabores del Mar, el pequeño restaurante de los hermanos Flores en Quito, que se me desvela como una caja china, con una sorpresa dentro de la siguiente. La principal está en su naturaleza: un comedor popular, una cevichería de las de siempre, en plena zona comercial de Quito.

Lo encuentran en el óvalo que más abajo del hotel Quito, a espaldas del nuevo Café Guayasamín (en la Francisco de Orellana), que es otra referencia a tener en cuenta; empezaron con su tostador de café en la Mitad del Mundo, se prolongaron con un micro café en República de El Salvador y ahora apuestan a ganador con su nuevo espacio.

Sabores del Mar propone una carta cevichera, con una lista larga de alternativas que se refieren a los condimentos que acompañan al marisco o el pescado que prefieras dentro de lo disponible, y algunos platos más.

Son cebiches populares, con el pescado cortado menudo, como al día siguiente me lo prepararán en Zfood (bien el ceviche con maní, más que complicado ese tiradito con emulsión de queso azul que no consigo entender, impecable la fritura de pescado del fish & chips). En ambos casos están preparados en el momento, lo que ya es un cambio. 

Los pido de bocachico, uno condimentado con aguacate y el otro con rocoto, y el pescado está fresquísimo y llega crudo, apenas matizado por un rápido baño en limón. Son cebiches de nuestro tiempo y vuelven a sorprender por el frescor del producto que emplean.

Tercer reclamo: mientras como, veo entrar a dos cocineros quiteños, alguno de ellos de los que marcan referencias, a recoger pescado. 

El corte de luz alarga ligeramente la espera entre plato y plato y aprovecho para seguir a uno de los visitantes hasta un recodo al final del comedor y encuentro una pescadería con todo lo que hoy me gustaría tener en la mesa.

Veo róbalos fresquísimos, ordenados en formación, impecables langostinos blancos, esos camarones de río de color oscuro con una pinza grande y otra chica que aquí llaman langosta de río, almejas… En esas dos vitrinas se muestra lo que a estas alturas del día queda del muestrario de Pesca Sostenible, su distribuidora de pescado. 

El mar ecuatoriano se hace cada día más grande. Las especies disponibles se multiplican, mostrando una riqueza que nuestras cocinas ignoraban, y amenaza con no tener fin. Lo confirmaré después en la vitrina de Zfood que nunca deja de ser un gran espectáculo.

Sabores del Mar no es un gran restaurante; más bien un local de cercanía, humilde, tranquilo y familiar, con una cocina sencilla, gustosa y confortable. Disfruto mis dos ceviches. Más el condimentado con leche de tigre de rocoto, aunque es el rocoto más tenue de picor que he probado desde que llegué al picante andino.

Después, un sudado al que quitaría el puré que le sirve de base, pero a cambio exhibe un frescor y un cuidado en la cocción del pescado que emocionan.

Me gusta este sitio. Pescado de calidad, cocciones impecables y factura controlada.