Viernes, 19 de abril de 2024

El capital electoral de Pachakutik es insuficiente ante las urnas

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

18 Nov 2019 - 0:05

Después de las manifestaciones de octubre, encabezadas públicamente por la Conaie, los dirigentes del movimiento indígena piensan en llegar al poder. Pero sus resultados electorales previos son mínimos.

Pachakutik, brazo político de la Conaie, presentó en agosto de 2006 a su último candidato presidencial, Luis Macas (dcha.)

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

18 Nov 2019 - 0:05

Pachakutik, brazo político de la Conaie, presentó en agosto de 2006 a su último candidato presidencial, Luis Macas (dcha.) - Foto: EFE

Después de las manifestaciones de octubre, encabezadas públicamente por la Conaie, los dirigentes del movimiento indígena piensan en llegar al poder. Pero sus resultados electorales previos son mínimos.

El movimiento indígena aspira a gobernar el país. La derogación del Decreto 883 y la fuerza de las movilizaciones de la primera quincena de octubre elevaron los ánimos dentro de la dirigencia.

Así lo ha repetido insistentemente el presidente de la Conaie, Jaime Vargas: "cuando lleguemos al poder". Incluso, para agrupar fuerzas con otros sectores, convocaron a un Parlamento Popular, que terminó reuniendo, según sus propios cálculos, a unas 180 organizaciones sociales.

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Ahora es común ver a Vargas y su "ministro de finanzas" Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena Campesino de Cotopaxi (MICC) en recorridos por el país. Y en varios momentos de las protestas octubrinas se podía escuchar a los manifestantes gritando "Vargas presidente", en el Ágora de la Casa de la Cultura.

Sin embargo, el capital electoral del movimiento indígena, reflejado en las votaciones de su brazo político, revela otra realidad. La última vez que Pachakutik presentó un candidato propio a la Presidencia fue en 2006.

El binomio de Luis Macas y César Sacoto obtuvo apenas el 2% de los votos en la primera vuelta. Y al final el movimiento indígena terminó apoyando a Rafael Correa en la segunda vuelta. Ya que con él tenían más afinidad ideológica, en ese entonces, que con Álvaro Noboa.

Pero pese a ese porcentaje de votación, en ese año Pachakutik fue la sexta fuerza política del país. Ahora, 13 años después, el escenario político electoral se ha modificado dramáticamente. Con partidos extintos y reinventados y nuevas agrupaciones sobre el tablero, el movimiento indígena tiene un gran reto por delante para cambiar sus tradicionales resultados.

En 2009, Pachakutik no presentó candidatura presidencial. Y a partir de 2013 apostaron por las alianzas. Ese año tuvieron elecciones primarias entre varias agrupaciones de izquierda y su candidato, Salvador Quishpe, tampoco pudo llevarse la victoria. Por lo que, junto al extinto MPD (actual Unidad Popular) y otras organizaciones sin personería jurídica, impulsaron a Alberto Acosta en la papeleta, alcanzando apenas el 3% de los votos.

Para las últimas presidenciales decidieron ampliar esa alianza a tres aristas con capacidad de presentar candidaturas, así a la UP y Pachakutik se sumó la resucitada Izquierda Democrática. El candidato de la tripleta en 2017 fue Paco Moncayo, que apenas obtuvo el 6,7% de los votos.

Pachakutik, más allá de las presidenciales

En las elecciones de asambleístas nacionales, Pachakutik ha incrementado su votación a lo largo de los últimos 10 años. Aunque la única que vez que consiguieron ganar una curul de esas fue en alianza con la actual Unidad Popular.

En las votaciones de asambleístas provinciales, el movimiento indígena logró cuatro escaños en 2009, cinco en 2013 y cuatro nuevamente en 2017. Y siempre su respaldo mayoritario se concentra en algunas provincias de la Sierra Centro y la Amazonía.

Aunque la dirigencia indígena también ha tenido problemas para mantener la unidad dentro de sus filas. En 2009 y 2013 Pachakutik Chimborazo participó en alianza con el correísmo y la Conaie perdió el control político de la provincia. Otro caso, por ejemplo, se da en las últimas elecciones seccionales.

Tras el cierre del conteo en abril pasado, Pachakutik se llevó cinco prefecturas: Azuay, Morona, Napo, Tungurahua y Cotopaxi, solo la última con alianzas locales. Pero dos de sus exdirigentes locales: Cléver Jiménez y Magali Orellana se llevaron otras dos, en la Amazonia, con otros movimientos políticos.

Tras ese proceso electoral, se ratificaron como fuerzas políticas el Partido Social Cristiano y Fuerza Compromiso Social.

En 2014, el movimiento indígena obtuvo cuatro: Cotopaxi y Zamora con alianzas y Morona y Orellana por su propia cuenta. Y en 2009 fueron cinco prefecturas, Chimborazo y Zamora con alianzas y Orellana y Cotopaxi solos.

Pero pese al moderado crecimiento electoral de Pachakutik, con o sin alianzas, el último reporte del Consejo Nacional Electoral (CNE), del 30 de octubre, para la aprobación del fondo partidario permanente, no es positivo.

Aunque la agrupación política tiene al menos tres legisladores, 8% de alcaldías y concejales en al menos 10% de cantones, no ha alcanzado ni al 4% de votos válidos en las dos últimas elecciones nacionales pluripersonales. Y para llegar a Carondelet se requiere el 51% o al menos 10% de ventaja sobre el segundo candidato más votado.