Sábado, 20 de abril de 2024

Abandonar el acuerdo con el FMI sería irritante hasta para los chinos

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

29 Dic 2020 - 0:04

A menos de dos meses de las elecciones de 2021, algunos candidatos presidenciales se debaten entre mantener, renegociar o abandonar el acuerdo número 20 de Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kristalina Georgieva

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

29 Dic 2020 - 0:04

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, junto al ministro de Economía, Mauricio Pozo, el 29 de octubre de 2020. - Foto: Mauricio Pozo/Twitter

A menos de dos meses de las elecciones de 2021, algunos candidatos presidenciales se debaten entre mantener, renegociar o abandonar el acuerdo número 20 de Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El candidato a la Presidencia de Ecuador por la coalición política Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz, ha hablado en medios internacionales sobre la posibilidad de que Ecuador renegocie, e incluso abandone, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Mediante el acuerdo alcanzado entre el FMI y el actual Gobierno, Ecuador se aseguró el acceso a una línea de crédito por USD 6.500 millones, de los cuales USD 4.000 millones ya han sido desembolsados al país.

El resto del dinero llegará en cuotas hasta 2022.

"No vemos ningún sentido en continuar con el programa actual que el FMI tiene con el Gobierno de (Lenín) Moreno", declaró Arauz en entrevista con el influyente Financial Times.

Según Arauz, lo que el FMI le ha prestado a Ecuador es "muy poco" a cambio de unas condiciones o reformas estructurales que él considera "absolutamente contraproducentes para las necesidades de desarrollo y crecimiento del país".

El candidato deja abierta la puerta para una renegociación. Pero ¿puede Ecuado renegociar su acuerdo número 20 con el FMI? ¿Cómo hacerlo? y ¿cuáles son las consecuencias si hay incumplimientos?

"Una mala negociación con el FMI, un rechazo de la propuesta y una salida del acuerdo sería algo catastrófico".

Lo dice Santiago García, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, quien también hace críticas al acuerdo con el Fondo.

Coincide con él Augusto de la Torre, exdirector para América Latina del Banco Mundial y miembro del Consejo Asesor Económico del Gobierno.

De la Torre agrega que salirse del acuerdo "complicaría hasta las negociaciones con China porque el país no tendría el apoyo de la comunidad internacional y, por supuesto, el del FMI".

Y es que alrededor del acuerdo ente Ecuador y el FMI se han sumado una serie de organismos multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y la CAF, por mencionar a algunos.

Acuerdos flexibles

De todas formas, la posibilidad de que el próximo gobierno renegocie el acuerdo con el FMI no es descabellada, piensa Fidel Jaramillo, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA).

"Los acuerdos con el Fondo están en permanente revisión, todo depende de los resultados y del comportamiento de diferentes variables", sostiene Jaramillo.

En el acuerdo con el FMI "no se establecen medidas fijas, sino que se plantea una serie de opciones para garantizar la sostenibilidad fiscal y de la deuda pública. Por ejemplo, puede proponer aumentar impuestos o reducir gastos, pero es el país quien decide al final".

Para De la Torre es posible renegociar un acuerdo con el FMI, siempre y cuando exista una base común entre las partes.

En cambio, "si el punto de partida es muy distante, como en el caso de la propuesta de Arauz, no hay posibilidad de conversar", agrega.

¿Cuál austeridad?

A diferencia del plan de austeridad acordado con el FMI, el candidato por la alianza UNES dice que quiere incrementar el gasto público hasta en 1,5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en los primeros meses de su eventual gobierno.

Y para ello propone que el Banco Central le compre papeles al Ministerio de Finanzas, lo que está prohibido por ley.

"El Banco Central no podrá invertir en Certificados de Tesorería o en cualquier título valor emitido por el Estado o por las Instituciones que lo componen, incluyendo en esa definición a instrumentos de administración de liquidez".

Eso dice textualmente la Ley Orgánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal, que está vigente desde 2018.

La norma fue aprobada después de que durante el gobierno de Rafael Correa, quien es el padrino político de Arauz, el Ministerio de Finanzas emitiera Certificados de Tesorería (Cetes) para cubrir las obligaciones pendientes del Estado.

La mayoría de esos certificados fueron adquiridos por el Banco Central y, una vez vencidos los plazos de pago, el banco no recibió el dinero que le debía el Estado sino más papeles de instituciones públicas, como la Corporación Financiera Nacional (CFN).

Así, hasta el 18 de diciembre de 2020 el Banco Central registraba casi USD 6.000 millones en su cuenta de crédito interno, es decir, de papeles comprados al Estado para darle liquidez.

En entrevista con PRIMICIAS, la gerente del Banco Central, Verónica Artola, dijo que esta práctica produjo un hueco de al menos USD 2.500 millones en los balances del Banco Central.

Y reconoció que recomponer el balance del Banco Central va a tomar hasta 2026.

Se puede, pero no exageren

"Los bancos centrales compran papeles de los estados, el problema en Ecuador es que se hizo para financiar un crecimiento desbordado del gasto público. Eso incluso significó que el Banco Central incumpliera las normas de prudencia y de manejo financiero", explica García.

"Que el Banco Central le compre papeles al Fisco es igual a imprimir dinero", lo que no puede ocurrir en una economía dolarizada como la de Ecuador", explica De La Torre y agrega que "eso el FMI nunca lo va a aceptar porque es un programa destructivo".

Problemas hasta con China

Según los tres expertos consultados por PRIMICIAS, en caso de que el próximo gobierno no llegue a un consenso con el FMI para renegociar el acuerdo y, por lo tanto, lo incumpla el país deberá afrontar una serie de consecuencias:

  • Los desembolsos pendientes con el FMI, por USD 2.500 millones, se suspenderían.
  • El país dejaría de tener financiamiento de otros multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
  • El riesgo país se elevaría. El 24 de diciembre de 2020 el riesgo país de Ecuador se encontraba en 1.057 puntos, siendo el tercero más alto de Sudamérica.
  • Poca posibilidad de negociar bonos en los mercados internacionales.
  • No habría inversión extranjera, "porque nadie quiere hacer negocios en un país que está entrando en el camino de la desdolarización", afirma De La Torre.
  • La economía se contraería.
  • La pobreza aumentaría.

Pero, el candidato de UNES ha dicho que el incumplimiento del acuerdo no tiene consecuencias para Ecuador y sostuvo que las necesidades de financiamiento las solventará con préstamos de China.

"Ya estamos abriendo diálogos con los bancos de desarrollo de China", con los que asegura tener una buena relación.

En los últimos seis meses el país ha tratado de que China le preste USD 2.400 millones, lo que ha sido imposible porque Beijing ha condicionado el financiamiento a que Ecuador le venda a sus empresas cerca de 154 millones de barriles de petróleo crudo, en contratos de largo plazo.

Una cantidad de petróleo de la que el Ecuador no dispone ni tampoco puede certificar por escrito que tiene.

Y sin el acuerdo con el FMI, ablandar a China será aún más difícil.

"Sin la presión de la comunidad internacional, por el acuerdo con el FMI, China podría condicionar la entrega de recursos a cambio de un respaldo, como ventas petroleras, el manejo de las minas o de las islas Galápagos", concluye Augusto de la Torre.