Jueves, 25 de abril de 2024

Balanza comercial cierra con superávit por caída de las importaciones

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

19 Feb 2021 - 0:04

La balanza comercial petrolera registró un saldo favorable de USD 2.599 millones en 2020, lo que equivale a una caída 42,5% en comparación con el saldo positivo de 2019.

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Autor: Gabriela Coba

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19 Feb 2021 - 0:04

Imagen aérea del Puerto Libertador Simón Bolívar de Guayaquil el 9 de febrero de 2021. - Foto: Contecon GuayaquilSA/Twitter

La balanza comercial petrolera registró un saldo favorable de USD 2.599 millones en 2020, lo que equivale a una caída 42,5% en comparación con el saldo positivo de 2019.

La balanza comercial de Ecuador cerró 2020 con un saldo favorable de USD 3.240 millones. Eso equivale a USD 2.420 millones más en comparación con la balanza comercial de 2019, que cerró con un superávit de USD 820 millones.

Que la balanza comercial del país sea superavitaria en más de USD 3.000 millones se debe al saldo favorable de USD 2.599 en la balanza de exportaciones petroleras y al superávit comercial de USD 641 en la balanza no petrolera.

Por primera vez en dos décadas la balanza comercial no petrolera fue superavitaria, según el Banco Central.

Mal año petrolero

La balanza comercial petrolera registró un saldo favorable de USD 2.599 millones en 2020, lo que equivale a una contracción del superávit de 42,5% obtenido en 2019.

Que el superávit de la balanza comercial petrolera haya sido menor en 2020 se debe a la caída de 39,5% en el valor de las exportaciones petroleras, constituidas básicamente por petróleo crudo y fuel oil.

A esto se suma la reducción de 36,3% en la importación de productos petroleros, como combustibles por las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de coronavirus en 2020.

Las exportaciones de petróleo, que contemplan los crudos de calidad Oriente y Napo, además del fuel oil, cayeron de USD 8.680 millones en 2019 a USD 5.250 millones en 2020.

La fuerte reducción en las exportaciones petroleras se debe a la baja demanda mundial y a la caída de los precios del crudo.

En 2020 el precio promedio del barril exportado de petróleo fue de USD 35,6.

"El precio promedio mensual del barril de petróleo crudo presentó una variación interanual de -20,2%, al pasar de USD 54 en diciembre de 2019 a USD 43,1 en junio de 2020", sostiene el Banco Central.

La caída de las exportaciones de petróleo también se deben a la rotura en abril del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), debido a un fenómeno de agresiva erosión en las márgenes del río Coca.

El SOTE tiene una capacidad para transportar 360.000 barriles por día desde Lago Agrio, en la provincia de Sucumbíos, hasta Esmeraldas. El OCP tiene capacidad para transportar 450.000 barriles diarios de crudo más o menos en el mismo trayecto.

Canasta no petrolera al alza

En contraste durante 2020 la balanza comercial no petrolera fue superavitaria en USD 641 millones, mejorando su saldo en USD 4.341 millones frente al déficit de USD 3.070 millones que registró en 2019.

El saldo positivo en la balanza comercial no petrolera responde a un crecimiento de las exportaciones y a una caída generalizada de las importaciones.

Las exportaciones no petroleras se elevaron 9,7% en 2020, principalmente por un mejor desempeño de 13 productos, entre ellos banano, cacao, madera y productos mineros.

"En 2020 las exportaciones no petroleras alcanzaron un récord histórico de USD 14.976 millones por el esfuerzo de más de 3.200 empresas que posicionaron la oferta exportable en cerca de 150 países", sostiene la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

Menos inversión

Por otro lado, la importación de bienes de consumo cayó 16,2%, al pasar de USD 4.911 millones en 2020 a USD 4.116 millones en 2019.

Esa contracción se debió a una baja en el consumo de los hogares que, según el Banco Central, hasta el tercer trimestre de 2020 cayó 8,9%.

Las familias están gastando menos por la pérdida de fuentes de ingresos, lo que se debe a la caída en las ventas, la reducción de la jornada laboral y el aumento de los despidos.

La baja en el consumo hace que la industria no invierta porque las empresas no prevén una expansión de su infraestructura o de su capacidad de producción.

Que no haya inversión deriva en menos importaciones de materias primas y bienes de capital, que en 2020 presentan una reducción de 13,7% y 22,7%, respectivamente.