Jueves, 02 de mayo de 2024

FMI y Ecuador: ¿Cuál es el futuro de la relación en un gobierno de transición?

Autor:

Evelyn Tapia

Actualizada:

26 Sep 2023 - 5:45

El FMI revisará las cifras económicas del país en los primeros meses de 2024. Ni Luisa González ni Daniel Noboa han anticipado si pedirán crédito al ente.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, junto al ministro de Economía, Pablo Arosemena (d), en septiembre de 2022.

Autor: Evelyn Tapia

Actualizada:

26 Sep 2023 - 5:45

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, junto al ministro de Economía, Pablo Arosemena (d), en septiembre de 2022. - Foto: Twitter Ministerio de Finanzas.

El FMI revisará las cifras económicas del país en los primeros meses de 2024. Ni Luisa González ni Daniel Noboa han anticipado si pedirán crédito al ente.

Aunque el último programa de crédito firmado por Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) terminó en diciembre de 2022, los lazos con el organismo han seguido en 2023 a través de asistencias técnicas.

¿Pero qué tan estrechos podrán permanecer en 2024, cuando asuma un nuevo Gobierno que apenas estará en el poder un año y medio?

La deuda de Ecuador con el FMI ascendía a USD 8.108,5 millones a junio de 2023, según el Ministerio de Finanzas, lo que lo convierte en el quinto mayor deudor del organismo en el mundo.

Y, en América Latina, Ecuador es el segundo país que más dinero le debe al FMI, después de Argentina.

¿La puerta del FMI sigue abierta?

A menos de un mes de las elecciones presidenciales de segunda vuelta solo una cosa está clara.

Una vez que asuma la Presidencia el nuevo mandatario, en los primeros meses de 2024, está previsto que el FMI realice la consulta del Artículo IV en Ecuador. Lo confirma a PRIMICIAS el organismo multilateral.

La consulta del artículo IV es un proceso anual en el que un equipo del FMI visita el país y recaba información económica y financiera, para elaborar un informe.

El proceso es importante porque permite que los países mantengan la puerta abierta a nuevos créditos del FMI, dice Francisco Rivadeneira, exrepresentante de Ecuador ante el FMI.

Pero también es un insumo para el resto de multilaterales e incluso para otros inversionistas internacionales, para que conozcan la situación económica del país y la visión del FMI sobre sus desafíos y necesidades.

"Es como cuando una persona quiere un préstamo de su banco, debe tener una buena nota en el buró de crédito, o al menos, el banco debe saber cuál es la situación financiera del cliente", explica Juan Javier, director de Investigaciones de la consultora Inteligencia Empresarial.

¿Hablar del FMI resta popularidad?

El futuro de la relación entre el FMI y Ecuador es clave, porque desde 2024, el nuevo Gobierno necesitará más dinero para sostener un elevado gasto estatal por el Fenómeno de El Niño y la crisis de seguridad, dice Rivadeneira.

Pero también se requerirá más dinero para pagar las deudas adquiridas en años pasados, incluso con el mismo FMI.

Sin embargo, las opciones son pocas. Emitir bonos en el mercado internacional sería muy costoso; y China, que en el pasado fue un entusiasta financista de gobiernos latinoamericanos de izquierda, hoy enfrenta problemas económicos.

"China difícilmente querrá seguir abriendo la llave para prestar dinero", agrega Rivadeneira.

Con este escenario, ni la candidata presidencial Luisa González, del movimiento de izquierda de la Revolución Ciudadana, y ni Daniel Noboa, de centroderecha por la Alianza ADN, han hablado sobre cómo será su relación con el FMI.

Cuando se les ha consultado sobre cómo cubrirán las necesidades de recursos, los dos han mencionado que "usarán las reservas internacionales" que custodia el Banco Central y que están compuestas, en parte, por dinero de los depositantes de la banca.

Es probable que los candidatos eviten mencionar al FMI porque hacerlo puede restar popularidad. "La ciudadanía percibe que un programa con el FMI puede ser un grillete, por las condiciones que se deben cumplir", dice Jarrín.

Pero el FMI no ha descartado mantener reuniones con los dos candidatos.

"En todos los países miembros, el FMI se relaciona habitualmente con diversos referentes económicos y políticos para intercambiar opiniones, y este también es el caso de Ecuador", dice el FMI a PRIMICIAS.

¿Qué opciones hay con el FMI?

El FMI se volvió uno de los principales prestamistas de Ecuador a partir de 2019. Esto, luego de que el Gobierno de Lenín Moreno firmara una nueva carta de intención, la número 19, con el Fondo.

Ahora, la deuda de Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) asciende a USD 8.108,5 millones hasta junio de 2023; esto es casi 7% del Producto Interno Bruto.

Rivadeneira cree que es poco probable que el Gobierno que llegue al poder en 2024 pueda firmar un acuerdo de mediano plazo con el FMI, para conseguir los recursos suficientes para sortear el déficit presupuestario.

Hay poco tiempo y un programa de crédito más profundo con el FMI requieren metas que no se cumplen en corto plazo.

Lo más probable es que Ecuador pueda acceder a un préstamo para atender situaciones de emergencia, que no implican metas de recorte de gasto, como cuando se concretó el desembolso de USD 364 millones por el terremoto de 2016, añade.

Por su parte, el FMI no descarta volver a los diálogos para dar crédito a Ecuador. "Estamos comprometidos a continuar apoyando a Ecuador, brindándole asesoramiento sobre políticas económicas, desarrollo de capacidades institucionales y opciones de préstamos", dijo el organismo.

La puerta sigue abierta

Que el FMI confirme que su equipo de técnicos visitará Ecuador en 2024 deja ver que la puerta puede seguir abierta, independientemente de quién gane la Presidencia.

Durante siete años el acceso a crédito del multilateral estuvo cerrado. Sucedió en el Gobierno de Rafael Correa, cuando, en 2007, tras pagar el último saldo de una deuda que mantenía Ecuador con el organismo, el expresidente dijo "no queremos saber más del Fondo Monetario".

Tras esa decisión, el FMI dejó de realizar la revisión del artículo IV de Ecuador. Estas visitas técnicas del Fondo recién se retomaron en 2014, cuando el Gobierno de Correa tuvo que acercarse nuevamente al multilateral.

Pero esas revisiones de 2014 fueron virtuales, los técnicos no visitaron el país, como usualmente se hace, recuerda Rivadeneira.

En 2014 los precios del petróleo estaban a la baja y el país necesitaba dinero. El plan de Correa era emitir bonos de deuda externa, pero, sin una revisión del artículo IV por parte del FMI, no habría podido hacerlo.