Viernes, 29 de marzo de 2024

El Impuesto a la Salida de Divisas limita la inversión extranjera en Ecuador

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

3 Sep 2019 - 0:05

El impuesto a la salida de divisas (ISD), recaudado desde hace 11 años, es uno de los impuestos más criticados. El mismo gobierno lo ha denominado “distorsionante” en la carta de intención que contiene los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), firmada en marzo de 2019.

Edificio SRI

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

3 Sep 2019 - 0:05

Fachada de uno de los edificios del Servicio de Rentas Internas, en Quito. - Foto: Cortesía

El impuesto a la salida de divisas (ISD), recaudado desde hace 11 años, es uno de los impuestos más criticados. El mismo gobierno lo ha denominado “distorsionante” en la carta de intención que contiene los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), firmada en marzo de 2019.

En diciembre de 2007, la Ley Reformatoria para la Equidad Tributaria del Ecuador creó el ISD para evitar la salida de capitales de la economía local. En un inicio su aplicación fue de 0,5%, hasta que en 2012 se fijó en un 5%.

Este impuesto fue pensado como regulador, esto quiere decir que su principal objetivo es controlar la salida de divisas desde Ecuador hacia el exterior.

“El ISD cumple un rol macroeconómico, al penalizar la salida de capitales “golondrina” y posibilitando que las divisas provenientes de la actividad económica se inviertan en territorio nacional”, se lee en el documento titulado Una Nueva Política Fiscal para el Buen Vivir, publicado por el Servicio de Rentas internas (SRI) en 2012.

Poca recaudación 

Aunque el ISD es el tercer impuesto que más recauda, sus montos anuales no representan mucho si se los compara con el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto a la renta (IR).

En 2018 por concepto del ISD se obtuvo USD 1.206 millones, esto fue el 7,9% del total de la recaudación tributaria de ese año, que llegó a USD 15.145 millones (ver gráfico). Mientras que, ese año el IVA fue de USD 6.737, lo que representa el 44,5% del total.

En 2012 cuando el ISD se fijo en 5% su recaudación se duplicó. Ese año alcanzó los USD 1.159 millones, mientras que en 2011 fue de USD 491 millones.

"Como fue subiendo la tasa fue creciendo la importancia de este impuesto en la recaudación total del SRI", dice José Hidalgo, dice el director de la Corporación Estudios para el Desarrollo (Cordes).

Un impuesto que ahuyenta las inversiones

Las restricciones y prohibiciones, como el ISD, hacen que Ecuador sea un país poco atractivo para los mercados internacionales.

Con la implementación de este impuesto la inversión extranjera directa se redujo. "Hasta 2006 la inversión extranjera directa representaba el 2% del PIB, pero en los últimos años ha llegado incluso por debajo del 1%", explica José Hidalgo.

"El ISD es un desincentivador para la entrada de divisas”, opina Vicente Albornoz, decano de la facultad de Economía de la Universidad de las Américas (UDLA).

Hay personas extranjeras interesadas en traer dinero para ponerlo en el sistema financiero local, lo que genera liquidez -dice- pero no lo hacen porque al retirar los capitales tendrán que pagar el 5%.

En el mercado de valores la situación se repite. “El cobro del 5% del ISD ahuyenta la llegada de inversiones”, dice Paul McEvoy, gerente general de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ).

Aunque, recuerda que cuando el dinero se invierte en la bolsa y permanece por más de un año en el mercado de valores la remesa al exterior está exenta de este impuesto.

Su eliminación, tema pendiente 

Algunos analistas están de acuerdo con quitar este impuesto, pero consideran que no puede eliminarse inmediatamente. "Por ahora no se lo puede quitar por la difícil situación financiera de Ecuador", opina Alberto Acosta Burneo, analista económico.

Una postura similar tiene el director de Cordes, quien manifiesta que "es conveniente eliminarlo, pero dado su peso en el fisco la medida debería compensarse con un incremento en el IVA".

El gobierno también quiere quitar este impuesto, así lo establece en el acuerdo que firmó en marzo de 2019 con el Fondo Monetario Internacional.

“Se eliminará gradualmente el distorsionante impuesto a la salida de divisas, una vez que hayamos recuperado la estabilidad macroeconómica y fortalecido la posición de las reservas”, se lee en la carta de intención del acuerdo, firmada por el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez.

Empresarios, gremios y expertos esperan que este impuesto sea eventualmente eliminado para que el país se vuelva atractivo a la inversión extranjera y con eso mejore su competitividad.