Esta semana el equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) culminó la segunda revisión del acuerdo de Facilidad Extendida que firmó con Ecuador. Todo parece indicar que el país aprobará esta evaluación del Fondo, pero quedan por delante retos como la aprobación de la reforma tributaria.
Hasta finales de agosto, el equipo económico del gobierno debe diseñar la reforma tributaria.
Y, a finales de octubre, debería remitir a la Asamblea Nacional un proyecto de ley para actualizar el sistema tributario actual, de acuerdo con la carta del intención que Ecuador firmó con el FMI.
Con la reforma tributaria se espera que el país recaude el próximo año USD 1.500 millones más. En 2018 el Servicio de Rentas Internas (SRI) recaudó USD 15.145 millones.
Subir “el IVA es la opción más fácil para aumentar la recaudación tributaria”, dice el analista económico Alberto Acosta Burneo.
Aunque Acosta explica que el incremento de este impuesto “tiene un efecto contraproducente porque Ecuador ya es una economía cara y se va a encarecer la producción".
Según Acosta Burneo, "pocos sectores van a poder transferir un incremento del IVA a los consumidores, los demás productores van a tener que asumirlo”.
En vísperas ya de las elecciones presidenciales de 2021 será muy difícil para el gobierno lograr que otras bancadas en la Asamblea apoyen un incremento del IVA como parte de la reforma tributaria.
Para salir de la situación económica actual, "el país más que aumentar impuestos debe atacar el origen del problema: el exceso del gasto", dice Acosta Burneo.
Hay que reducir el número de instituciones públicas, recomienda Acosta, y para esto no basta fusionar entidades públicas sino que es necesario reducir su personal, lo que puede lograrse recortando las funciones de estos entes.
"Este es un Estado que se ha dedicado micromanejar la actividad empresarial y eso implica un exceso de burocracia”, dice.
La otra medida polémica
La reforma laboral es la otra medida que será difícil de aprobar en la Asamblea. “Nadie va a salir a la calle por una ley de fomento productivo o por la estructura del Banco Central", dice Acosta.
Pero "el tema laboral y el tributario son delicados para la ciudadanía porque la afecta directamente”, dice el analista.
En caso de que las reformas sean aprobadas, la otra inquietud que tienen los expertos es la profundidad con la que se abordarán.
“Veo muy probable que todas las reformas, si llegan a aprobarse, no cambien el entorno. Esto va a ser contraproducente porque en un futuro se dirá que se aprobaron las medidas pero no hubo cambios”, opina Acosta.
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