Jueves, 28 de marzo de 2024

El apoyo de la empresa privada llega al deportista después de los triunfos

Autor:

Felipe Núñez

Actualizada:

18 Sep 2021 - 0:05

Algunos atletas obtuvieron más auspicios después de los logros conseguidos en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, y a pesar de los múltiples beneficios que reciben las empresas privadas, este apoyo llega tarde y no abarca a todos los deportistas.

Neisi Dajomes, recibiendo su carro nuevo el 6 de agosto de 2021.

Autor: Felipe Núñez

Actualizada:

18 Sep 2021 - 0:05

Neisi Dajomes, recibiendo su carro nuevo en Quito, el 6 de agosto de 2021. - Foto: Cortesía

Algunos atletas obtuvieron más auspicios después de los logros conseguidos en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, y a pesar de los múltiples beneficios que reciben las empresas privadas, este apoyo llega tarde y no abarca a todos los deportistas.

Ni bien se bajaron del avión, Neisi Dajomes y Tamara Salazar comenzaron a recibir premios y auspicios por sus hazañas realizadas en Tokio. Autos, casas, becas y electrodomésticos estuvieron entre los regalos para las medallistas olímpicas.

Sin embargo, tanto las halteristas como otros deportistas obtuvieron estos beneficios después de sus actuaciones en los Juegos Olímpicos y no antes, cuando más lo necesitaban.

Durante los Juegos, fueron varios los atletas que reclamaron por la falta de apoyo, tanto de instituciones privadas como públicas. Los deportistas necesitaron de ayuda en aspectos como salud, fisioterapia, psicología, indumentaria, lugares de entrenamiento, viajes e incluso para subsistir.

¿Por qué el apoyo llega recién cuando el atleta está en la cima? "Previo a los Juegos sí hubo interés de la empresa privada, había conversaciones, pero el boom fue en el momento en el que ganaron. Es algo que debemos tomar en cuenta, ya que todos quieren subirse recién cuando el deportista es imagen", afirma Karina Almagro, gerente general de Ox Consultancy, una agencia de talentos deportivos.

Ella también expresa que hay deportes que tienen "más visibilidad", como el automovilismo, el atletismo o el ciclismo, gracias a Richard Carapaz. Además, que las marcas tienden a buscar "íconos deportivos, influencers, que no son necesariamente deportistas, pero que manejan muy bien sus redes sociales".

Por esta razón, Almagro explica que hay que realizar un trabajo exhaustivo en la imagen del deportista en cuanto al "desarrollo de sus redes sociales, ir a medios, realizar ruedas de prensa y enviar boletines de prensa de sus logros y de su preparación física".

Beneficios para las empresas

¿Cómo convencer a una empresa privada para que apoye a un deportista? El principal argumento actualmente es la Ley de Incentivo Tributario, con la cual las entidades que apoyen a un atleta o a un proyecto deportivo podrán deducir el 100% del valor invertido en el impuesto a la renta.

"A través de este incentivo, sí ha habido interés de las empresas. Desafortunadamente, no ha existido mucha difusión al respecto y no hay un mecanismo fácil para aplicar", comenta Almagro.

Además de lo tributario, hay más beneficios para aquellas empresas privadas que quieran invertir en el deporte. "Ayuda mucho al tema de imagen corporativa, a afianzar los valores de la empresa. Es un tema de reputación, imagen y demuestra compromiso con la comunidad", afirma Marissa Valarezo, directora de Marketing de Nature's Garden.

Esta empresa, que elabora y distribuye medicina natural, recientemente entregó un incentivo de USD 30.000 a Neisi Dajomes y ha apoyado a la marchista Karla Jaramillo desde 2019.

Neisi Dajomes, recibiendo un incentivo económico por parte de Nature's Garden.

Neisi Dajomes, recibiendo un incentivo económico por parte de Nature's Garden.  Cortesía

Por su parte, la marca Roland, productora de medias, es auspiciante de varios equipos de fútbol en el Ecuador. "Nosotros lo hacemos por responsabilidad con la comunidad. También lo hacemos por nuestra marca, hemos ganado posicionamiento en la línea de fútbol. Nos hemos vuelto una marca reconocida en el deporte", explica su gerente, Cristina Montero.

Sin embargo, para mantener estos auspicios, los deportistas también deben seguir acciones específicas, estipuladas según cada contrato.

"La empresa se debe comprometer a los beneficios, pero el auspiciado debe a cambio dar ciertos resultados. Por ejemplo, que el atleta se mantenga compitiendo, que siga ganando premios, que estudie, que entrene a otros y que sea un líder", comenta Verónica Sevilla, directora ejecutiva del Comité Empresarial Ecuatoriano, que también ha entregado algunos reconocimientos a Neisi Dajomes.

El apoyo no llega a todos

Julio Castillo disputó sus terceros Juegos Olímpicos en Tokio 2021. Su actuación no fue destacada, se quedó en los octavos de final y no recibió ofertas por parte de la empresa privada.

"No he recibido un apoyo como tal. Con Marathon Sports tuve un contrato de vestimenta, pero no he tenido algo para medicamentos, médicos o masajista. Yo supongo que los medallistas tendrán el apoyo, pero tienes que esperar a un resultado relevante para que se acerque la empresa privada", dice el deportista, quien incluso fue subcampeón del mundo en 2019.

El boxeador siente que, aún después de competir en unos Juegos Olímpicos, los deportistas siguen sin ser reconocidos por el público. "Aquí en Ecuador, a menos que hagas una hazaña, no te conocen. Y este es un paso fundamental para que las empresas te apoyen".

Castillo trabaja actualmente con la Fundación Sportika, una organización que apoya a deportistas y proyectos deportivos. "Nosotros les presentamos el proyecto a las empresas privadas, a través del incentivo tributario y, a cambio, nuestros deportistas realizan actividades recreativas o charlas motivacionales con la empresa", explica María Clara Albornoz, su presidenta.

Además, la fundación apoya directamente al desarrollo de los deportistas por medio de un equipo multidisciplinario (con psicología, preparación física, acupuntura, nutrición y fisioterapia) y se encarga de mejorar la imagen pública del atleta.

"Nuestro objetivo a largo plazo es poder seguir estructurando un equipo de profesionales en ciencias aplicadas, para abarcar a la mayor cantidad de deportistas que tienen proyección a ser profesionales y llegar a Juegos Olímpicos".

La educación: el futuro del deportista

Las universidades también han apoyado a los deportistas olímpicos. David Hurtado recibió una beca para un Programa Ejecutivo de Gestión Deportiva, por parte de la Universidad de las Américas, mientras que Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Angie Palacios recibieron becas de la Universidad San Francisco (USFQ).

"En Ecuador, las universidades han sido conocidas como los 'cementerios de los deportistas'. Nosotros creemos en promover el deporte universitario. Los atletas no deberían escoger entre ser buenos deportistas o ser buenos profesionales. El espíritu de la universidad es que se destaquen en ambos ámbitos", afirma Diego Quiroga, rector de la USFQ y exdeportista olímpico (natación en Moscú 1980).

La entrega de una beca beneficia tanto al atleta como a la institución. "Para nosotros, tener deportistas dentro del campus es un ejemplo excelente para los otros chicos. Son modelos que demuestran que se puede llegar a ser campeón olímpico y, al mismo tiempo, estudiar. Que se puede llegar a grandes cosas con el esfuerzo".

Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Angie Palacios recibieron becas por la USFQ.

Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Angie Palacios recibieron becas por la USFQ. Cortesía

El boxeador Julio Castillo considera que se deben generar convenios entre el Gobierno y las instituciones educativas para facilitar programas para los atletas. "No todos los deportistas tenemos la oportunidad de estudiar y es complicado para nosotros. Tal vez cuando estamos en el país podemos dedicarnos en la noche, pero si estamos fuera es casi imposible".

El boxeador, que está estudiando Administración Deportiva en el Instituto Wissen de Cuenca, sabe que obtener un título es la única manera de asegurar un futuro tras el retiro. "He visto a muchos deportistas que han hecho tantos logros y después no los reconocen, como si no hubieran hecho nada".

Castillo cree es posible seguir aportando al deporte después de retirarse. "Por eso debe haber convenios con las universidades. Nosotros ya somos profesionales del deporte, solo necesitamos un título. Con nuestra capacidad como atletas, podemos seguir aportando al desarrollo del deporte".

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