Domingo, 28 de abril de 2024

Celi y Agusto pasaron del anonimato al poder, en el gobierno de Moreno

Autor:

Mario Alexis González

Actualizada:

16 Abr 2021 - 0:05

José Agusto ascendió de asesor a secretario de la Presidencia. Pablo Celi se convirtió en el mandamás de la Contraloría. Hoy los dos son investigados por presuntos actos de corrupción.

Autor: Mario Alexis González

Actualizada:

16 Abr 2021 - 0:05

José Agusto ascendió de asesor a secretario de la Presidencia. Pablo Celi se convirtió en el mandamás de la Contraloría. Hoy los dos son investigados por presuntos actos de corrupción.

El caso Las Torres, en el que se investiga una supuesta red de corrupción que operaba en Petroecuador y la Contraloría General del Estado (CGE), ha puesto en el centro de la palestra pública a dos funcionarios públicos de alto nivel.

Se trata de José Agusto Briones y de Pablo Celi. Aunque solo Agusto trabajó en el Ejecutivo durante el Gobierno de Lenín Moreno, los dos alcanzaron el máximo de exposición e influencia de su carrera pública durante esta administración.

Desde el 14 de abril de 2021, ambos comparten celdas en la Cárcel 4, en el norte de Quito. Y se enfrentan a una pena de hasta siete años de cárcel por el delito de delincuencia organizada.

Según la Fiscalía, Agusto estaba al frente de la estructura. Presionó para que Raúl de la Torre, sobrino de Celi, permaneciera en su cargo en Petroecuador para gestionar sobornos de empresas proveedoras.

Mientras que Pablo Celi autorizó el desvanecimiento de glosas, también, a cambio de pagos indebidos gestionados por De la Torre.

Agusto: De Hidrocarburos a Carondelet

José Agusto Briones durante un recorrido como ministro de Energía, en 2019.

José Agusto Briones durante un recorrido como ministro de Energía, en 2019. Ministerio de Energía

La imagen pública de José Agusto Briones subió como espuma en los últimos cuatro años. En 2016, antes del gobierno de Lenín Moreno, era un tecnócrata que había trabajado en programas de cooperación de la ONU y otras ONG.

Recién ese año, según los registros de la Contraloría, se acercó a la función pública como docente en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo.

Luego, en febrero de 2017, en la última etapa del gobierno de Rafael Correa, ingresó a la Empresa Pública del Agua como gerente de Asistencia Técnica. Según sus declaraciones juramentadas, empezó el 20 de febrero, pero no hay un registro de su fecha de culminación de ese cargo.

Meses después, el 6 de junio de 2017, ya con Moreno en el poder, ingresó al Ministerio de Hidrocarburos como asesor principal de Carlos Pérez, quien en ese entonces dirigía esa cartera de Estado. En ese puesto estuvo casi un año.

En mayo de 2018, Moreno lo incluyó en su Gabinete. Lo nombró titular de la Secretaría de Planificación (Senplades). Desde ahí su influencia y presencia en el Gobierno creció rápidamente.

Un mes después de su nombramiento, el Presidente firmó el Decreto Ejecutivo No. 430 dando más poder a sus ministros más cercanos o que integraban la llamada mesa chica. Además de Agusto, estaban Eduardo Jurado, Paúl Granda, Andrés Michelena y José Valencia.

Los cinco se convirtieron en miembros permanentes y transversales con voz y voto en todos los consejos sectoriales, que son los encargados de la revisión, articulación, coordinación, armonización y aprobación de las políticas públicas.

En diciembre de 2018, Jurado, quien era secretario General de la Presidencia, renunció luego de un escándalo por cobros ilegales de una de sus empresas a través de la banca nacional.

Esa época, además, coincidió con la caída de la exvicepresidenta María Alejandra Vicuña, acusada de cobros ilegales en su paso por la Asamblea. Lo que más adelante le valió una sentencia penal por concusión.

Moreno nombró a Agusto como el nuevo secretario de la Presidencia. Pero, además, le dio todas las atribuciones que tenía Vicuña como vicepresidenta, hasta que se dio el nombramiento de Otto Sonnenholzner.

Finalmente, el 19 de noviembre, tras la renuncia de Carlos Pérez, José Agusto fue nombrado ministro de Energía, cartera que había absorbido a la de Hidrocarburos. En ese puesto estuvo hasta marzo de 2020, cuando renunció y se alejó del Gobierno.

Hoy, Moreno, luego de haber sido uno de sus hombres de confianza, dice que Agusto no parecía ser un funcionario deshonesto. "Nadie viene con el letrero de corrupto en la frente", dijo el mandatario.

  • Su rol empresarial

José Agusto Briones es ingeniero civil. Además de su vida como especialista en gobernabilidad en ONG, ha estado ligado al mundo empresarial.

Antes de ingresar a la función pública, era accionista de tres empresas. Dos dedicadas a la construcción y otra a la consultoría en temas de planificación. Una de estas empresas es Constructora Ares.

Agusto fue accionista y gerente de esta compañía entre 2012 y 2018. Cedió sus acciones, cuando ingresó al gobierno de Moreno. Según el Sercop, está compañía firmó un contrato con CNEL -para el reforzamiento de líneas de redes- por USD 140.036, en agosto de 2020.

La otra empresa ligada a la construcción es Agusto Briones Gusbri S.A. En esa compañía, en 2016, José Agusto cedió sus acciones a su hermano Luis Adolfo, quien también está procesado y preso por el caso Las Torres.

Celi asumió el poder de su exjefe

Pablo Celi durante la entrega de información en la Asamblea Nacional, en 2017.

Pablo Celi durante la entrega de información en la Asamblea Nacional, en 2017. Asamblea Nacional

Para el imaginario de la gente, Pablo Celi es nuevo en la escena política pública. Pero, realmente, tiene un pasado político con altos y bajos.

En 1978, en plena transición a la democracia en Ecuador, Celi formaba parte del Partido Comunista Ecuatoriano y, luego de un rompimiento entre la dirigencia de esa organización, formó parte de Liberación Nacional (LN).

En 1996, LN apoyó la elección de Abdalá Bucaram como presidente de la República. A través de esa cercanía, Celi se convirtió en subsecretario de Sandra Correa en el Ministerio de Educación. Esa administración fue polémica por el escándalo de la mochila escolar.

En la misma década de los 90, Celi trabajó como docente en la Academia de Guerra de las Fuerzas Armadas. Ahí tuvo como alumno a Lucio Gutiérrez, quien luego sería presidente de la República.

Como mandatario, Gutiérrez invitó a Celi a asesorarlo desde la Senplades, en la construcción del Plan de Desarrollo.

En su paso por el gobierno de Gutiérrez, Celi conoció a Carlos Pólit, que era secretario de la Presidencia. Pólit, hoy prófugo de la justicia, llegó a ser contralor propuesto por Gutiérrez y luego ratificado en el correísmo. En 2014, Celi ingresó a la Contraloría como subcontralor.

Se mantuvo en esa posición hasta 2017, cuando ingresó al poder Lenín Moreno y empezó a tener más relevancia pública. En junio de ese año, Pólit fugó hacia Estados Unidos.

Celi asumió la Contraloría en medio de un incidente confuso, que por poco lo deja fuera del cargo. Sabett Chamoun, otra funcionaria de la Contraloría, reclamaba el puesto de contralora subrogante con base en una acción de personal que Pólit había firmado antes de huir.

Cuando Chamoun, acompañada del secretario de la Contraloría, ingresaron al despacho de Celi a comunicarle la existencia de este documento, Celi se enojó airadamente y destruyó ese papel. Finalmente, él asumió el puesto.

Y se hizo notable por varias polémicas decisiones. Con base en informes de auditoría, Celi firmó las destituciones de Richard Espinoza, expresidente del directorio del IESS; Jorge Glas, exvicepresidente, y Carlos Ochoa, extitular de la Supercom.

En medio de su subrogación, vino la transición en manos del Consejo de Participación, dirigido por Julio César Trujillo (+). Por su calidad de subrogante, Celi fue la única autoridad de control en no ser evaluada.

Tampoco se nombró su reemplazo. Se estableció que estaría subrogando hasta que se concrete un cambio en la institucionalidad de la Contraloría. El propio Celi propuso cambiar la figura del Contralor por un Tribunal de Cuentas. Aunque esa idea está 'dormida' en la Asamblea.

Hoy, con Celi preso, el cargo lo asumió Valentina Zárate. Aunque varios sectores políticos y abogados critican ese nombramiento. Pues se trata de un contralor subrogante del subrogante. Por esta razón, el Consejo de Participación ya analiza adelantar el nombramiento del titular.


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