Sábado, 20 de abril de 2024

Evitar que se le deshagan las bancadas, el reto de la nueva Asamblea

Autor:

Estefanía Celi

Actualizada:

4 May 2021 - 0:05

En los últimos cuatro años, todos los bloques legislativos se deshicieron. La debilidad de las organizaciones políticas se evidencia. El actual Legislativo cierra con 21 asambleístas independientes que dejaron sus tiendas políticas.

Autor: Estefanía Celi

Actualizada:

4 May 2021 - 0:05

Un asambleísta marca su voto sobre las reformas al COIP, el 17 de diciembre de 2019. - Foto: AN

En los últimos cuatro años, todos los bloques legislativos se deshicieron. La debilidad de las organizaciones políticas se evidencia. El actual Legislativo cierra con 21 asambleístas independientes que dejaron sus tiendas políticas.

Ninguna bancada se salva: en los cuatro años de la actual Asamblea, todas las organizaciones políticas han perdido miembros.

Unas en mayor escala que otras, eso sí.

Los nuevos 137 asambleístas enfrentarán ahora el reto de crear bancadas fuertes, cohesionadas y disciplinadas, que les ayuden a enfrentar la fragmentación existente en la política ecuatoriana.

La nueva Asamblea se posesionará en menos de dos semanas. Las negociaciones están a la orden del día, y para esto importa el número de legisladores obtenidos en las urnas.

Sin ninguna mayoría consolidada, la nueva Asamblea dependerá de las negociaciones entre bancadas para aprobar proyectos e impulsar iniciativas. Par lograrlo se necesita que cada bloque legislativo actúe de manera orgánica y no pierda integrantes.

Es especialmente importante porque ninguna bancada tiene más de 50 integrantes. La división en la futura Asamblea puede traer problemas para la aprobación de reformas y proyectos, y poner en riesgo la gobernabilidad.

Cuatro años y muchas divisiones

La actual Asamblea está de salida tras cuatro años en los que ven los problemas de los partidos y movimientos. Ninguna de las bancadas que llegaron en 2017 saldrá en 2021 sin al menos una pérdida.

De hecho, el desmoronamiento comenzó apenas se posesionó la Asamblea. Ese mismo 14 de mayo de 2017, el asambleísta Eliseo Azuero (procesado en el caso Hospital de Pedernales y ahora prófugo de la justicia) anunció su separación de la tienda con la que llegó al Legislativo, la Izquierda Democrática.

Pero entre las bancadas grandes, también las pérdidas las han dejado con una proporción de asambleístas muchísimo menor a la que tuvieron en 2017.

Durante estos cuatro años, incluso el PSC (el bloque más orgánico en sus votaciones) enfrentó deserciones sus filas.

  • El movimiento que impulsó la candidatura del saliente Presidente, Lenín Moreno, llegó pisando fuerte con 74 asambleístas en 2017. Pero a mayo de 2021, el actual presidente no tiene un bloque que lo apoye, pues incluso los 30 que quedan en Alianza PAIS (AP) se han mostrado contrarios a sus iniciativas.

    Un ejemplo es la recientemente aprobada Ley de Defensa de la Dolarización, que recibió críticas dentro de Alianza PAIS y fue aprobada más bien gracias a los votos de Creo y del PSC.

    La ruptura dentro de AP comenzó con la separación de los asambleístas correístas después de la destitución del exvicepresidente Jorge Glas, a inicios de 2018.

    Pero ha continuado a lo largo de los cuatro años de la actual Asamblea. AP llegó a perder importantes perfiles y el comportamiento de sus legisladores en las votaciones es poco orgánico.

  • En 2017, Creo y SUMA conformaron una alianza que respaldó la candidatura de Guillermo Lasso y que incluyó una coalición legislativa.

    El bloque llegó con 32 asambleístas ese año, pero se rompió a los pocos meses. Los legisladores de SUMA se separaron en julio de ese año, después de que votaron a favor de la consulta popular sobre los paraísos fiscales.

    Pero la separación de sus miembros continuó tanto en las filas de Creo como en las de SUMA.

    A lo largo de cuatro años, Creo perdió importantes figuras, como Fabricio Villamar, Mae Montaño (ahora regresó a Creo), Lourdes Cuesta y Roberto Gómez, quien incluso fue jefe de bancada.

    Mientras que SUMA, que se quedó con apenas siete legisladores después de su separación de Creo, terminará el período legislativo con solo tres.

  • El PSC es el bloque más orgánico en la Asamblea: sus legisladores casi siempre votan juntos y toman posiciones de bancada frente a los temas. Aun así, perdió un legislador en estos cuatro años.

    El PSC llegó en 2017 con 16 legisladores y terminará los cuatro años del período legislativo con 15. En noviembre de 2019, Boris Estupiñán fue separado de las filas del partido por haber votado en contra del archivo de la Ley de Crecimiento Económico, que impulsaba Moreno.

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