Viernes, 26 de abril de 2024

La futura Asamblea se enfrentará al reto de mejorar su imagen

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

27 Nov 2020 - 0:03

El siguiente periodo de la Asamblea Nacional traerá varios retos para los 137 legisladores que ganen una curul. Entre ellos las reformas acordadas con el FMI, además de recuperar la legitimidad perdida en estos años.

Los candidatos a la Asamblea Nacional en sus recorridos.

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

27 Nov 2020 - 0:03

El siguiente periodo de la Asamblea Nacional traerá varios retos para los 137 legisladores que ganen una curul. Entre ellos las reformas acordadas con el FMI, además de recuperar la legitimidad perdida en estos años.

Durante este periodo, la Asamblea Nacional fue opacada por los escándalos de corrupción y por la incapacidad de legislar o fiscalizar de manera oportuna, según los contextos del país.

Las deudas de la Función Legislativa con la ciudadanía siguen sumándose. Y a tres meses de las elecciones la credibilidad y aprobación de su gestión son, probablemente, las más bajas de la historia.

Basta con comparar el desplome de ambas categorías solo dentro de este periodo legislativo. Para la ciudadanía la palabra de los legisladores no tiene valor, su credibilidad está en el 2%.

Este será probablemente el reto más importante para los futuros legisladores. Quienes lleguen al Palacio deberán recuperar la credibilidad de los votantes en su trabajo, en un escenario de desgaste político y desconfianza nunca antes vistos en el país.

La inestabilidad política

La Legislatura saliente aún tiene seis meses de trabajo por delante. Sin embargo, 38 de ellos quieren reelegirse, por lo que la próxima campaña electoral los alejará de sus curules, desde el 31 de diciembre. En esa lista están el actual presidente César Litardo y José Serrano, que fue separado de ese mismo cargo en marzo de 2018.

Es usual que, desde la convocatoria a elecciones, la actividad legislativa disminuya. Los actores políticos del país se concentran en las futuras votaciones y la reorganización de fuerzas en los distintos estamentos.

Sin embargo, esta vez el escenario nacional es completamente distinto. El país ha atravesado una serie de crisis inimaginables, incluida la pandemia de Covid-19 y sus consecuencias sociales y económicas.

Sin contar que es el periodo en el que más casos de corrupción se han destapado simultáneamente y varios de ellos salpicaron a los miembros de la Asamblea Nacional, lo que terminó en pérdidas de curules e incluso un legislador preso y varios más que siguen siendo investigados.

Las polémicas no faltaron desde el inicio. Fue así que el mismo Serrano cayó del poder, tras la filtración de una conversación suya con el excontralor prófugo Carlos Pólit. A su sucesora, Elizabeth Cabezas, le sucedió algo similar en marzo de 2019.

Y durante la gestión de Litardo reventó el escándalo conocido como el 'reparto de hospitales', se cayó el acuerdo político que daba algo de gobernabilidad a la Asamblea y tuvieron que reestructurar la Comisión de Fiscalización, por las acusaciones de corrupción.

Las bancadas legislativas también se diluyeron, la mayoría oficialista se rompió en dos, tras el cisma entre correístas y morenistas. Y fueron tantas las bajas en todos los movimientos que se crearon dos bancadas de minorías.

Los futuros 137 legisladores, incluidos los que se reelijan, deberán también enfrentar esta imagen que deja el Parlamento actual, de desintegración y polémicas, que les impiden llegar a acuerdos para tramitar los proyectos de ley.

Sin embargo, esto resulta más difícil, ya que varios de los futuros asambleístas han pasado ya por varias tiendas políticas. Es decir, la coherencia ideológica o partidista es difícil de alcanzar.

Sin contar que, dependiendo quién llegue a Carondelet, estas mismas posiciones partidistas pueden servir para la gobernabilidad o para bloquear los proyectos del futuro gobierno.

Los pendientes clave de la Asamblea Nacional

Más allá de quiénes sean los futuros legisladores, sus agrupaciones políticas, y quién llegue a Carondelet, el país adquirió ya varios compromisos internacionales que deberán cumplirse, para seguir recibiendo los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sobrellevar la crisis económica.

Entre esos compromisos están:

  • Presentar una nueva reforma tributaria a mediano plazo ante la Asamblea Nacional.
  • Presentar al Legislativo la reforma al Código Orgánico Monetario y Financiero para crear un marco para que el Banco Central recupere su independencia frente al poder Ejecutivo, y específicamente, frente al Ministerio de Finanzas.
  • Presentar una nueva Ley de lucha contra la corrupción en la Asamblea.

Está previsto que, al menos, este último proyecto se tramite en el Legislativo hasta finalizar este año. Pero, parece que esta prioridad no está en la agenda de todos los legisladores.

La Asamblea Nacional comenzará su vacancia el 15 de diciembre, a pesar de que tiene la presión de aprobar, antes del fin de año, esa reforma anticorrupción y que también está pendiente la reforma constitucional, que tiene plazos fijos.

Además, una vez que termine la vacancia, empezará inmediatamente la campaña electoral. Por lo que, este Legislativo puede dejar más temas pendientes de los previstos para el próximo periodo.


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