Arabia Saudita tiene una meta: construir la primera ciudad sostenible, digitalizada y sin autos llamada The Line. La inversión es de USD 500.000 millones.
The Line bien podría ser una ciudad sacada de una película de ciencia ficción, pero Arabia Saudita tiene todas las intenciones de construirla y tenerla lista en 2030.
El mastodonte arquitectónico será obra de la empresa NEOM, propiedad del príncipe heredero del país, Mohammed bin Salmán.
La idea ya fue presentada en enero de 2021 y fue solo hasta el 25 de julio de 2022 que Salmán y su equipo entregaron los primeros detalles de su nueva ciudad lineal.
“El diseño revela una ciudad concebida verticalmente, en comunidades de varios pisos que desafíen el tradicional modelo horizontal de las ciudades”, dijo Salmán en la presentación.
La ciudad será una gran línea al pie del mar Rojo, con unos 170 kilómetros. Dos grandes murallas de cristal cubrirán la urbe en una especie de domo, como en la película “Elysium” de Matt Damon, donde solo los ‘elegidos’ vivían allí.
El auge de la ciudad vertical
Como bien dijo Bin Salmán, las ciudades por lo general han crecido de forma horizontal. De allí que uno de los problemas para crear planes habitacionales ha sido el espacio o el terreno disponible.
Con la estratificación de las ciudades, muchas de las metrópolis se han expandido hacia los perímetros. Por ello, los ciudadanos deben transitar varios minutos y hasta horas para llegar al centro o a los principales servicios.
Tome de ejemplo Quito, que según el ranking de ciudades Global Traffic Scorecard de INRIX, le exige a sus ciudadanos pasar hasta 63 horas al año detrás del volante.
Pero, al construir una ciudad vertical o de tres dimensiones, en cada ‘layer’ o capa habrá igual cantidad de parques, centros comerciales, escuelas o lugares de distracción.
Y según la visión de NEOM, los ciudadanos estarán a cinco minutos a pie del lugar que deseen ir o visitar.
Además, tendrán un sistema integrado de Inteligencia Artificial para facilitar los servicios, el comercio y la vida en general.
The Line se concibe como un lugar sin autos y, por lo tanto, sin energía proveniente de combustibles fósiles.
El único medio de transporte será un tren eléctrico y rápido, que permitirá en 20 minutos recorrer la ciudad de extremo a extremo.
Con energía limpia
The Line tiene previsto ser una ciudad 100% ecológica, que privilegia las áreas verdes y para funcionar usará energía de fuentes renovables como la eólica, hidrógeno verde y solar. Esta última es muy abundante en Arabia Saudita debido a su posición geográfica y clima.
Otra promesa es que la ciudad esté libre de emisiones de CO2, debido a que no habrá quema de combustibles fósiles.
La meta es que la construcción de la ciudad genere una mínima huella de carbono, similar a la que produce una zona de 34 kilómetros cuadrados.
¿Es posible crear The Line?
The Line marca el inicio del futuro post petrolero de Arabia Saudita, líder en exportación de crudo. Pero sus gobernantes saben que una ciudad basada en combustibles fósiles no será sostenible a futuro.
Además, The Line forma parte de un proyecto turístico más amplio llamado Vision 2030, para rivalizar con sus vecinos del Golfo, Dubai y Abu Dhabi. Ambas naciones han podido reinventar su economía y convertirse en destinos de viajeros.
De hecho, en la presentación de la iniciativa se menciona que un 40% de los habitantes de otros países podrán llegar a la ciudad en un viaje de seis horas.
Por otro lado, los críticos tienen dudas sobre la viabilidad tecnológica del proyecto, y la describen como una distopía o una sociedad imaginada y fantasiosa del Príncipe saudí.
Lo último