‘Las indias galantes’, el éxito de la ópera-ballet con Rameau

El mayor referente de la ópera francesa es el franco italiano Jean-Baptiste Lully (1632-1687); pero el más francés entre todos los músicos fue Jean Philippe Rameau (1683-1764) autor de varios dramas escénicos, que dio vida a lo que se conoce como la ópera-ballet.

Considerado un autodidacta, formado por su padre como organista después de haber aprendido a tocar varios instrumentos se constituyó en teórico de la música tras publicar en 1722 su ‘Tratado sobre la armonía’.

Se dedicó a la lírica después de cumplir 50 años con el estreno de su ópera-ballet ‘Les indes galantes’ (indias galantes), un drama que muestra historias románticas que suceden en varios países, entre ellos Perú, el imperio inca, la princesa Phani Palla y Huáscar, el hermano de padre de Atahualpa.

El drama lo encontramos en la segunda entrée o entrada, tal como definía Rameau a los actos de su ópera-ballet. En la entrée II ‘Les Incas du Pérou’ Huáscar es un sacerdote inca, un papel para bajo, Phani Palla (soprano) es la princesa enamorada del español Don Carlos, papel para tenor.

Aquí un fragmento:

HUÁSCAR (a Phani)

Nuestros dioses me han inspirado en este bello día.

Princesa, el sol cuida de vos

y de nuestro imperio.

PHANI

¡No, no, no me creo lo que decís

poniendo al cielo por testigo!

A menudo es un impostor quien habla

en nombre de los dioses.

HUÁSCAR

¡Injuriáis a los dioses y a mí!

No sé lo que provoca vuestra incredulidad...

¡El amor! ¡Es lo único que escucha vuestra alma!

PHANI

¡El amor!... ¿Qué creéis?

HUÁSCAR

Sí, pérfida, amáis

a uno de nuestros detestables vencedores.

¡Cielos!... ¿Os pondríais en sus manos?

PHANI

¿Dudáis acaso del Dios que les guía?

HUÁSCAR

Es al oro al que, con complacencia,

sin saciarse jamás, devoran esos bárbaros.

¡El oro que adorna nuestros altares

es el único dios al que nuestros tiranos adoran!

Argumento:

La princesa inca está enamorada de Carlos, un oficial español. Ese amor es boicoteado por el gran sacerdote Huáscar, enamorado de la princesa. La historia, dice el musicólogo Roger Alier, favorece el matrimonio desigual entre el español y la inca y desestima al candidato Huáscar, de su propia nación.

La acción se ve intermediada por el himno al sol del pueblo inca y por una tempestad… cuando Huáscar trata de detener a los amantes en fuga, una roca cae sobre él sumergiéndolo en la lava de un volcán activo.

Sin embargo, Rameau no fue el primero en incorporar este género, no obstante, de que esta obra que se acerca al imperio incásico es la más emotiva, de acuerdo con el criterio de los musicólogos.

El compositor provenzal André Campra (1660-1744) obtuvo una buena acogida en la Ópera de París con la ópera-ballet ‘La Europa galante’ (nótese la coincidencia del adjetivo galante que repitió Rameau).

Según el musicólogo Roger Alier, en su Guía universal de la ópera, Ediciones Robinbook, Barcelona 2007, “en este subgénero operístico de Campra el argumento como narración unitaria desaparece y en su lugar se busca un pretexto en cada uno de los episodios”.

El título de L’Europe galante buscaba representar los distintos modos utilizados para establecer una relación de amor en cuatro países europeos diferentes: Francia, España, Polonia, Turquía.

La propuesta de Campra sirvió a Rameau para continuar la idea a escala mundial. Por eso la primera entrada está dedicada a Turquía, la segunda “al Perú colonizado por los españoles”, la tercera a Persia y la última a un lugar remoto de América, entre una colonia francesa y otra española, explica Roger Alier.

A finales del siglo XIX, en plena hegemonía musical germana, los músicos franceses vieron en Rameau al único compositor francés de una fuerza comparable con Johann Sebastian Bach.

El francés, siempre obstinado por la armonía llegó a escribir cinco libros para explicar los fundamentos musicales. Tal vez por eso su aparición en el ámbito musical fue tardío, existe un vacío de alrededor de cuarenta años durante los cuales compuso motetes, música religiosa y obras para clavecín.

La musicóloga Pola Suárez anota que, a la muerte de Lully, en 1687, el género de la ópera francesa queda definitivamente constituido, tras lo cual el equilibrio de su tragédie lyrique se quiebra en favor de la ópera-ballet de Campra, Lamotte y Destocuhes.

Pero concluye que estos músicos no son tan talentosos y fue Jean Philippe Rameau el que llenó completamente el vacío y el reinado absoluto dejado por Jean Baptista Lully.

Les Indes Galantes es un ejemplo bien logrado de ópera-ballet. Fue compuesta según el libreto de Louis Fuzelier el 28 de agosto de 1735. Es un género heredado del ballet de la corte, al que la Corte de Francia apreciaba mucho en la época.

También es válido recordar que en 1733 Rameau había incursionado en la ópera con Hippolyte et Aricie, una obra en el mismo estilo elevado de las de Lully.

1. Un extracto tomado de YouTube para apreciar las voces en la escena ‘Los bosques salvajes y pacíficos’:

2. Video de la misma fuente para apreciar el ballet de la obra: